5 sept. 2015 - Un sector de la oligarquía colombiana pretende denunciar al presidente Nicolás Maduro ante la Corte Penal Internacional justificando supuestas violaciones a los derechos humanos en la ejecución del Estado de Excepción decretado junto con el cierre de frontera entre las dos naciones.
Son los mismos que han querido invisibilizar las terribles consecuencias del conflicto en que ha surgido el paramilitarismo o los falsos positivos, reforzados además por leyes que "premian" la persecución y asesinato de líderes que tildan de comunistas o bolivarianos. Su mejor y más decadente exponente, Álvaro Uribe Vélez, llevó adelante un ataque con la colaboración de la CIA en la llamada Operación Fénix para asesinar impunemente no sólo a sus perseguidos sino a estudiantes mexicanos y a un ecuatoriano, nacional de un país cuya soberanía fue flagrantemente violada.
Hoy, los medios controlados por la derecha neogranadina intentan desconocer la verdadera crisis humanitaria que enfrenta el pueblo de la hermana nación: herida por la violencia, con ingente cantidad de desplazados y de la que en Venezuela hemos recibido con brazos abiertos a muchos hermanos.
