20 sept. 2015 - El establecimiento de una parapolítica beneficiaria de la oligarquía colombiana donde se normalizan el exterminio de dirigentes sociales, campesinos, sindicales, defensores de los derechos humanos y periodistas. Esto es la consecuencia del período en que Álvaro Uribe Vélez detentó la presidencia de la hermana república. A pesar de lo que diga María Corina Machado, admirando el modelo de su colega títere de los intereses imperiales.
Pero sus vínculos con el narcotráfico y posterior promoción del paramilitarismo datan de mucho antes. Uribe Vélez, como director de la Aeronáutica Civil otorgó licencias de vuelo para los envíos de capos del Cartel de Medellín como Pablo Escobar Gaviria, o del Clan de los Ochoa, con quienes compartió su padre turbios hechos y uno de sus hermanos, propiedades conjuntas.
Otro hermano se casó y tuvo dos hijos con Dolly Cifuentes Villa, cabecilla del clan de mismo apellido, que fue extraditada a EE.UU. donde confesó haber distribuido cocaína. La propia DEA la relaciona con el desarrollo de una red junto al Cartel de Sinaloa, siendo socia directa del jefe de dicho organización criminal, el más buscado: Joaquín 'El Chapo' Guzmán.
Esos mismos vínculos fueron los que determinaron su corto paso por la Alcaldía de Medellín, al tiempo que lo impulsaron por apoyo de Escobar a alcanzar un puesto como Senador. Conozca estos y otras pruebas que han salido a la luz, de la mano de Larissa Costas y A un Click de distancia en la vasta red de información que es internet.