Tegucigalpa, junio 29 - La XLVII Cumbre del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) iniciará hoy en la ciudad hondureña de Roatán con la reunión del Consejo de ministros de Relaciones Exteriores de sus ocho países miembros.
Dicho encuentro tiene como propósito revisar los programas y agendas de las conversaciones que sostendrán mañana los jefes de Estado y de Gobierno del ente regional para abordar temas de interés como la integración económica, seguridad y migración.
Según fuentes oficiales, además de oficializar el traspaso de la presidencia pro tempore del SICA, de Honduras a Nicaragua, por otro periodo de seis meses, el eje principal del cónclave girará en torno a la eventual retirada de Costa Rica del bloque.
La decisión costarricense de escindir su permanencia quedó plasmada después que su gobierno lamentó la falta de voluntad política de los demás estados miembros para apoyar sus propuestas de reforma y reestructuración del mecanismo integrador.
Aunque varios países adelantaron ya que abogarán por su reingreso, el presidente tico, Luis Guillermo Solís, decidió faltar a esta reunión al priorizar su participación en la Cumbre de la Alianza del Pacífico, en Chile, por lo que el vicepresidente Helio Fallas asiste en su lugar.
Antes del diálogo entre los presidentes, sin embargo, este miércoles en la Cumbre también sesionarán un foro empresarial y el encuentro del Consejo de Ministros de Integración Económica Centroamericana, durante los cuales se presentarán el Producto Financiero Regional en Clave de Género y un proyecto de unión aduanera.
Además de los jefes de Estado y de gobierno del SICA y sus cancilleres, en Roatán coinciden igualmente ministros de diversos ramos, junto a delegaciones y representantes de organismos internacionales de crédito y cooperantes como el Banco Interamericano de Desarrollo y las organizaciones mundiales del comercio y de aduanas.
Integrado por Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana, el SICA tiene entre sus objetivos el logro de la integración centroamericana, la concreción de un nuevo modelo de seguridad para la región y su fortalecimiento como bloque económico competitivo.
Además de sus ocho países miembros, el organismo cuenta con nueve observadores regionales y 17 extrarregionales.