Teherán, 20 de febrero. El presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, condicionó hoy la suspensión de su programa nuclear a que Occidente haga lo mismo, propuesta que fue calificada de "burla" por Estados Unidos, que desplegó un segundo portaviones en el golfo Pérsico.
"Para negociar ellos (los occidentales) plantean una condición que nos priva de nuestro derecho. Piden que cesemos las actividades de enriquecimiento", declaró Ahmadinejad en discurso en la norteña localidad de Gilan difundido por la televisión.
"Y nosotros les preguntamos: ¿cómo sus fábricas de enriquecimiento pueden seguir funcionando mientras piden la suspensión de nuestras actividades?", añadió.
"Si ustedes piden la suspensión de nuestras actividades, no es grave. Pero sería justo que ustedes suspendieran también su ciclo de combustible nuclear" para discutir en términos de igualdad, agregó.
El Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) dio plazo a Irán hasta este miércoles para que detenga el enriquecimiento de uranio, proceso que Teherán afirma es solamente para generar combustible para plantas de energía.
Occidente sospecha que Irán quiere refinar uranio para fabricar bombas atómicas.
La Casa Blanca restó seriedad a lo planteado por el mandatario iraní. "¿Creen verdaderamente que se trata de una oferta seria?", manifestó el portavoz del gobierno estadunidense, Tony Snow.
El funcionario rehusó pronunciarse sobre la necesidad de reforzar las sanciones internacionales contra Irán y afirmó que por ahora esperará el reporte del director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Mohamed el Baradei.
El principal negociador de Irán para asuntos nucleares, Alí Larijani, sostuvo este martes en Viena un encuentro con El Baradei, quien debe entregar el próximo viernes un informe al Consejo de Seguridad de la ONU en que confirma el enriquecimiento de uranio por parte de Teherán.
Larijani declaró, antes de ingresar a la residencia privada de El Baradei, que "buscaba los medios para comenzar las negociaciones". Un acuerdo depende de "un diálogo constructivo que tenga verdaderamente en cuenta las preocupaciones de las partes", afirmó, según un intérprete.
Luego de la reunión con el director general de la AIEA, Larijani dijo que el impasse con esa agencia y Occidente "no debe ser resuelto por la fuerza ni la presión, sino por la negociación".
Por lo pronto, un segundo portaviones de Estados Unidos, el USS John C. Stennis, arribó a Medio Oriente, donde se unió al USS Dwight D. Eisenhower desplegado en la zona de operaciones de la Quinta Flota naval de Estados Unidos, se anunció en un comunicado a la prensa.
La llegada de este segundo portaviones se produce cuando una fuerte tensión reina entre Estados Unidos e Irán en relación al programa nuclear iraní y a la situación en Irak.
El USS John C. Stennis y su grupo aeronaval entraron "el lunes en la zona de operaciones de la Quinta Flota", en especial "para entregar apoyo a las fuerzas terrestres que operan en Afganistán y en Irak", indicó el texto.
Por lo pronto, el Departamento de Defensa estadunidense rechazó que haya elaborado con detalles un plan para un posible ataque militar contra Irán, como informó ayer la BBC, que citó círculos diplomáticos no identificados.
El comando central de las fuerzas armadas en Florida tiene planes para bombardear por aire las instalaciones atómicas y las principales bases militares de Irán, según la BBC. El centro subterráneo de investigación nuclear de Natanz, sería atacado con bombas antibúnker lanzadas desde bombarderos B2-Stealth.
El vocero del Pentágono, Bryan Whitman, calificó de "ridículo" el reporte de la BBC.
Estados Unidos tiene "grandes preocupaciones" sobre los programas nucleares de Irán y sus intromisiones en Irak, pero "estamos dirigiendo estos temas a los canales diplomáticos", agregó.
Mientras, el almirante Patrick Walsh, alto responsable de la marina estadunidense, aseguró que Teherán intentará "aterrorizar" el tráfico petrolero en el estrecho de Ormuz, por donde circula al menos 20 por ciento de la producción petrolera.
Por ello, ese estrecho es percibido también como el talón de Aquiles de la economía de los países occidentales, ya que gran parte del crudo que adquieren atraviesa esta vía.
"Todo lo que pudiera bloquear esta arteria de la comunidad mundial sería un problema, ya sea mediante la amenaza de utilizar el arma del petróleo o cerrar el estrecho de Ormuz con minas, o por acto divino, o por una colisión en alta mar", declaró el almirante.