23-07-2007. - El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, calificó ayer como una “infamia” la detención de una mujer emigrante ecuatoriana y su hija sin papeles en Bélgica, y criticó el endurecimiento de las leyes migratorias en la Unión Europea.
“Con consternación vimos como la Unión Europea ha endurecido sus leyes migratorias, olvidándose de que ellos [los europeos] fueron una región de emigrantes y que América Latina recibió millones de inmigrantes de Italia, de España, de los Países Bajos”, entre otros, afirmó Correa en su habitual programa radiofónico de los sábados.
El jefe del Estado ecuatoriano, que realizó estudios universitarios en Bélgica, se lamentó de que los líderes de la UE hayan “endurecido las leyes” y “criminalizado la inmigración”, así como de que en la actualidad, “por falta de documentos, se meta presos” a los inmigrantes.
Se refirió al caso de la ecuatoriana Ana Camajarca y su hija Angélica, de 11 años, a las que visitó el miércoles pasado en un centro de detención para inmigrantes sin papeles cerca de Bruselas, durante una visita privada a Bélgica.
“¡Qué infamia, qué insulto a la dignidad humana!. ¿Cómo se puede concebir que haya seres humanos ilegales y por eso se castigue con prisión?”, se preguntó Correa.
“Estamos dispuestos a luchar por las reivindicaciones de nuestros compatriotas, pero no a ponernos de rodillas ni a recibir estas humillaciones”, dijo el jefe del Estado, que no explicó qué acciones tomará su Gobierno para atender el caso. Ahora, “más que nunca, a luchar por una patria donde ya nuestros compatriotas no tengan que dejarla y aguantar esas humillaciones como la que soporta nuestra compañera Ana Cajamarca”, insistió Correa.
El pronunciamiento del presidente ecuatoriano se da poco después de que unas 150 personas cavaran un túnel simbólico ante el centro de detención de inmigrantes sin papeles, próximo a Bruselas, para pedir la puesta en libertad de Cajamarca y su hija, retenidas y con una orden de expulsión desde hace dos semanas.