25 Julio 2007. - El gobierno de México se deslindó este miércoles de las declaraciones ofensivas a las autoridades venezolanas expresadas por Manuel Espino, presidente del Partido Acción Nacional y de la Organización Demócrata Cristiana de América.
En una nota la embajada mexicana indicó que las declaraciones de Espino fueron hechas a título personal y no representan el sentir o la opinión del gobierno mexicano, informó Prensa Latina.
Precisó que el presidente de México, Felipe Calderón, ha manifestado su voluntad de mantener relaciones positivas con todos los gobiernos de la región, sin excepción, sobre la base del respeto recíproco.
En el caso de Venezuela, agregó, la cancillería mexicana tiene instrucciones precisas en el sentido de buscar normalizar las relaciones diplomáticas, lo cual presupone, como primer paso, el restablecimiento de embajadores.
Aclaró que el marco jurídico mexicano establece una clara separación entre el Poder Ejecutivo, encabezado por el Presidente de la República, quien posee la facultad constitucional de dirigir la política exterior del país, y los partidos políticos.
En ese sentido, añadió, si bien el Gobierno Federal respeta las posiciones y expresiones de los funcionarios de los diversos partidos políticos, no se le puede imputar responsabilidad alguna respecto de aquellas.