Caracas, 01 Ago. ABN.- El presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, Ricardo Alarcón, evidenció este miércoles que la administración de justicia en Estados Unidos (EEUU) está parcializada en contra de quienes defienden al pueblo cubano de ataques terroristas.
Durante una ponencia que dictó en el marco de la VI Cumbre Social por la Unidad Latinoamericana y Caribeña, el funcionario cubano expuso el caso de un «señor que, según refirió el New York Times la semana pasada, fue condenado por haber espiado a la Casa Blanca, al Pentágono y al Departamento de Defensa» de ese país.
Indicó que, aun cuando al acusado le fueron encontrados 733 documentos confidenciales de estos organismos gubernamentales, se le condenó a diez años de prisión.
«Mientras tanto, yo tengo a cinco compatriotas a los que le fueron dictadas cuatro cadenas perpetuas y 75 años de prisión, por haber espiado al terrorista Luis Posada Carriles», agregó.
Alarcón se refería a René González, Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández y Ramón Labañino, quienes se encuentran detenidos ilegalmente desde 1998, por lo que consideró una prueba del doble rasero de la justicia estadounidense.
Aseguró que esto significa que «quien torturó, asesinó, mandó a matar a gente inocente de este país (Venezuela), Cuba y otros países, seguirá contando con el apoyo de EEUU, mientas se condena a quienes descubrieron los planes de Posada y su grupo, que aún opera con total normalidad en Miami».
En su intervención, el dirigente cubano rechazó que periodistas de ciertos medios de comunicación le increparan continuamente sobre la salud del líder revolucionario Fidel Castro y sobre la posible retoma de éste del Gobierno.
«¿Por qué ningún periodista se pregunta dónde está Luis Posada Carriles, o por qué continúa bajo el amparo del imperio?», cuestionó.
Alarcón recordó que la República Bolivariana de Venezuela solicitó la extradición de Luis Posada Carriles al Gobierno estadounidense hace más de dos años, con todas las formalidades del caso.
Luego de que apareciera públicamente en Miami, una corte acusó al terrorista solamente por delitos de inmigración, de los cuales salió librado varios meses después.
Así, la justicia de EEUU desconoció los numerosos convenios internacionales que lo obligan, bien sea a extraditar a Posada a Venezuela para que cumpla su condena o a juzgarle por el asesinato de las 73 personas que murieron durante el atentado contra el avión de Cubana de Aviación, perpetrado en 1976.
La primera posibilidad fue desestimada, luego de que una corte determinara que Posada Carriles, a quien se le acusa de torturar y asesinar a más de 2 mil personas, podría ser «sujeto de torturas» en Venezuela.
La segunda obligación, que implicaría el procesamiento en EEUU del cubano-venezolano, simplemente ha sido ignorada. Ni la administración de Estados Unidos ni la Organización de Estados Americanos (OEA) se han pronunciado al respecto.