Tokio, 9 de agosto. Japón conmemoró hoy el aniversario 62 del lanzamiento de la bomba atómica sobre Nagasaki con oraciones y una ceremonia, mientras el alcalde de la ciudad mártir advirtió que el mundo enfrenta una crisis de proliferación de armas nucleares.
Miles de niños, sobrevivientes ancianos y dignatarios en el Parque de la Paz de Nagasaki agacharon sus cabezas en un minuto de silencio a las 11:02, la hora en que la bomba fue lanzada, y recordar así a las más de 140 mil personas que murieron debido a la explosión y la radiación.
El alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue, prometió seguir con la lucha para eliminar las armas nucleares que encabezó su antecesor, Itcho Ito, quien en abril pasado fue abatido por un delincuente.
"En lugar de progreso en el desarme nuclear, estamos enfrentando una crisis en términos del quiebre de la propia estructura de la no proliferación", dijo Taue a la multitud reunida.
Al destacar que a las antiguas potencias nucleares se sumaron otros países -India, Pakistán y Corea del Norte, que en octubre pasado realizó una prueba atómica-, y que se sospecha de actividades de Irán, Taue dijo que el peligro es mayor que nunca.
"La aparición de nuevos estados con armas nucleares conlleva el peligro de que realmente se utilicen, así como la filtración de tecnología atómica relacionada", afirmó.
Nagasaki fue bombardeada por Estados Unidos el 9 de agosto de 1945, tres días después de que Hiroshima recibiera igual castigo, al oeste del país. Japón se rindió el 15 de agosto de 1945, lo que puso fin a la Segunda Guerra Mundial.
Cerca de 27 mil de los 200 mil habitantes estimados de la ciudad fallecieron instantáneamente, y casi 70 mil habían muerto antes de finales de 1945. La cifra es actualizada cada año, debido a que más víctimas mueren por enfermedades relacionadas con la radiación.
Este año se sumaron 3 mil 69 nombres a la lista de muertos, lo que elevó a 143 mil 124 la cantidad oficial de víctimas.
El primer ministro Shinzo Abe, el primer mandatario nacido después de la Segunda Guerra Mundial, depositó una corona de flores durante la ceremonia y reiteró que se apegará a la prolongada política de Japón de no proliferación nuclear.
Taue dijo que Japón debería convertir en ley la prohibición a la posesión, producción e importación de armas nucleares, sus tres principios de no proliferación.
El memorial de este año fue ensombrecido por hechos como el que protagonizó en junio el entonces ministro de Defensa Fumio Kyuma, cuando dijo que las bombas atómicas sobre Japón fueron algo "que no se pudo evitar", debido a que pusieron fin a la Segunda Guerra Mundial. Kyuma renunció tras sus polémicas declaraciones.