20 de agosto de 2007. - Un gobernador provincial iraquí murió ayer al explotar una bomba al costado de un camino en lo que pareció ser una escalada en la lucha de poder entre facciones chiítas rivales, lo que amenaza con desestabilizar el sur del país productor de petróleo.
Mohammed Ali al-Hassani, gobernador de la provincia de Muthanna, estaba en camino desde su casa en la ciudad de Rumaitha hacia la capital provincial Samawa cuando una poderosa bomba al costado del camino impactó su convoy de nueve autos, dijeron funcionarios provinciales.
También murió un guardaespaldas y otros dos resultaron heridos.