LOS ANGELES (AFP) - Grupos defensores de los indocumentados en Estados Unidos preparaban este lunes protestas para denunciar la deportación "cobarde" de la activista mexicana Elvira Arellano, rostro de la lucha por una reforma migratoria en Washington, quien fue deportada a su país el domingo.

"Estoy feliz de estar en México, me siento libre", expresó a la AFP con jubilo Elvira Arellano desde Tijuana (frontera con EEUU), y agregó: "Esto no significa que dejaré de luchar en mi país por los derechos de los inmigrantes (que viven en EEUU), mi lucha seguirá y desde aquí seguiré buscando la legalización".

Javier Rodríguez, líder de la Coalición 25 de Marzo en Los Angeles reveló que el lunes en la noche varios líderes de organizaciones defensoras de los inmigrantes harán una vigilia mientras planifican "una gran manifestación en protesta e indignación por la cobarde captura de esa mujer y la expedita deportación de la que fue víctima Arellan".

De su lado, la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) emitió un comunicado confirmando la deportación de Arellano y donde la calificaron de "extranjera fugitiva, delincuente, quien estuvo un año tratando de eludir su captura federal" al refugiarse en una iglesia metodista en Chicago.

"El ICE tiene un juramento para garantizar que nuestras leyes de inmigración a nivel nacional sean aplicadas con justicia sin considerar la capacidad de una persona de generar apoyo público", explicó en rueda de prensa Jim Hayes, director de la oficina de Inmigración en Los Angeles.

Hayes detalló las circunstancias del arresto mientras en las afueras del edificio un grupo de manifestantes protestaban por la detención de esta madre soltera de 32 años, quien tenía una orden de deportación desde 1997 por trabajar como limpiadora de aviones en un aeropuerto, con documentos falsos.

Arellano fue detenida y deportada el domingo en la tarde cuando se trasladaba con su hijo estadounidense, Saúl, de 8 años, y unos amigos en un vehículo de una iglesia a otra en el centro de Los Angeles.

Por el momento el niño quedó en manos de una tutora legal, amiga de Arellano, y se desconoce si se reunirá con su madre en México.

La activista, que se convirtió en un símbolo de la lucha migratoria que reclama un cambio para los cerca de 12 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos, se había atrincherado hace un año en una iglesia en Chicago, desde donde defendió una reforma que no la separara de su hijo.

El alcalde de Los Angeles, Antonio Villaraigosa lamentó la deportación de Arellano y la atribuyó "al fracaso en Washington de promulgar una reformar migratoria comprehensiva".

"Hasta que no resolvamos el estatuto de unos 12 millones de personas indocumentadas que viven y trabajan en Estados Unidos (...) las familias van a seguir siendo desgarradas", indicó Villaraigosa, alcalde de origen mexicano de una ciudad donde más del 40% de la población es de origen hispano.

El gobierno de México denunció que las autoridades migratorias estadounidenses violaron la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares al negar asistencia consular a Arellano tras su detención en Los Angeles.

La cancillería mexicana lamentó que "la celeridad con la que se instrumentó el proceso de deportación (de Arellano) haya impedido a ese consulado brindar la debida asistencia y protección consular consagradas en la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares".

Según el comunicado del ICE del lunes, Arellano recibió una primera orden de deportación en 1997 y volvió a ingresar a Estados Unidos "ilegalmente cometiendo una violación que es castigada con 20 años de cárcel".

"En 2002, los agentes del ICE detuvieron a Arellano en el aeropuerto O'Hare de Chicago, donde estaba trabajando ilegalmente para una empresa de servicios de limpieza, cuyos empleados tenían acceso a áreas sensibles en cuanto a seguridad", dice el comunicado refiriéndose a su trabajo como limpiadora de aviones y baños.

"Arellano fue acusada de cargos criminales por usar el (número de) Seguro Social de otra personal para obtener el empleo", agregó el ICE, una opción por la que optan la mayoría de los indocumentados en Estados Unidos para obtener empleos de obreros, en todas las áreas, en las grandes ciudades del país.