De cómo Willian Castillo nos metió en una CiberGuerra

El compa Willian Castillo es un incitador al combate. Podríamos decir que milita de frente, con su tropa, picándole adelante al adversario.

Así lo vemos en cada espacio donde actúa. Mientras el debate público está centrado en algún hecho coyuntural del país, alguna nimiedad política a la que tanto le dedican tiempo los medios privados y públicos, Willian va y monta un TV Foro para mostrar las atrocidades de Monsanto o el imperio de las transnacionales que controlan la producción y distribución de las medicinas y alimentos. El tipo no se queda en la corteza, va hondo, a la raíz.

Le encomendaron venir a Yaracuy, en nombre del Estado Mayor Comunicacional, para darle acompañamiento al movimiento popular revolucionario en su organización y activismo.

Willian vino y convocó a tod@s: comunicadores comunitarios, alternativos, populares, intelectuales, funcionarios de gobierno, militares, artistas… y lo que antes venía avanzando a paso firme, pero algo disperso, comenzó a motorizarse con la fuerza que debe tener un dispositivo revolucionario. Aún falta, pero se está moviendo.

Lo digo como un activista más, como escritor y editor incorporado a ese espacio de articulación.

¿Pero qué pasó aquí? ¿Por qué se activó todo esto? Porque el compa supo contextualizar la guerra que vive Venezuela y caracterizar el rol de las comunicaciones en dicho proceso de disputa del poder.

Así lo digo, Willian Castillo nos metió de lleno en la guerra mediática venezolana, la que podríamos definir como una expresión de la lucha de clases, donde nosotros, el pueblo, tomamos partido a favor de la clase trabajadora, levantando las armas de la verdad, con el uso de nuestros medios y recursos.

Desde su llegada, se desplegaron acciones de cara a mejorar la organización popular y su relación con las instituciones nacionales, regionales y municipales.

Pasamos de exponer problemas materiales como un transmisor dañado, la carencia de una computadora en tal medio comunitario, un aire acondicionado, una silla, dos grabadoras… a discutir profundamente la calidad de los contenidos que amerita producir y difundir la revolución en este momento.

Quiero decir que su presencia rebasó el hecho pragmático y nos lanzamos a la discusión y el diseño del nuevo modelo comunicacional.

Y así llegaron los talleres de formación, los diagnósticos técnicos, las habilitaciones, la organización por ejes, la incorporación de la juventud, la atención a los medios digitales y el debate, siempre el debate constructivo, filosófico y crítico.

De pronto nos vimos movilizados para afrontar graves problemas del país, en el contexto de la guerra contra la derecha, con mayores recursos intelectuales y mayor unidad de las y los comunicadores revolucionarios.

En cosa de meses supimos hacerle frente a un intento de golpe de estado, ofrecido para el 1ro de septiembre, en unidad con el poder popular, la fuerza armada y el gobierno, con un elaborado plan que nos permitió mostrar la Verdad de Venezuela.

Y discutimos con intensidad y honestidad intelectual el reglamento de la Ley de la Comunicación Popular.

Y hemos avanzando en mostrar al pueblo los logros de la revolución en nuestro estado.

Y seguimos avanzando en la restitución del prestigio del camarada Nicolás, quien con su esfuerzo e ingenio también está incorporado a este proceso de revolucionar la forma de comunicarnos.

El control de poderosos dispositivos de penetración como la Internet, El Facebook, el WhatsApp, Google, los portales Web, el desarrollo de tecnologías, Softwares y Harwares… facilitan esta labor al imperialismo…

Pero como Willian es un incitador y agitador de oficio, además de convocarnos a esa guerra mediática contra la derecha, vino hoy y nos llamó a otra forma de la guerra, cuyo desarrollo es el ámbito virtual o ciberespacio y sus dispositivos son las tecnologías de la información y las redes sociales.

Con la excusa de dar cumplimiento al plan de formación del Estado Mayor Comunicacional, dictó una conferencia titulada CiberGuerra, con la cual explicó los tres vértices sobre los cuales se fundamenta el imperialismo para quebrar a la revolución bolivariana y lograr el cambio de gobierno: 1) Hacer que el pueblo cambie su concepto de sí mismo, para imponer una mala autovaloración; 2) Posicionar en la opinión pública una apreciación negativa del gobierno bolivariano y 3) Hacer uso de todos los medios disponibles para tal fin.

En su ponencia se paseó por los conceptos de Guerra no Convencional en el marco de la cual se desarrolla la CiberGuerra y detalló la artillería de la cual dispone el adversario para doblegar al pueblo y hacerlo portador de sus ideas. El control de poderosos dispositivos de penetración como la Internet, El Facebook, el WhatsApp, Google, los portales Web, el desarrollo de tecnologías, Softwares y Harwares… facilitan esta labor al imperialismo, los cuales despliega para ganar espacios sin disparar un proyectil (aunque en algunos casos lo usan previo a la intervención militar, como en Siria y Libia, para poner a su favor la opinión pública).

Nos fuimos también a este combate con Willian y los camaradas, pertrechados como movimiento popular revolucionario, conscientes de nuestro rol histórico.

Con la fuerza huracanada del pueblo en rebeldía resistimos el más feroz de los ataques que haya sufrido la revolución y avanzamos en el propósito de mostrar la verdad que nos asiste.

Yo no me quedo en la casa, pues al combate me voy, con mis compas, con Alí, con Hugo Chávez y Willian… esta guerra la gana el pueblo, así como en el cielo, en la tierra… voy a defender la patria, con la verdad donde sea.

@paradaliteraria / paradacreativa@gmail.com



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