Cuando
el Ché, junto a fidel Castro, y tantos otros camaradas se fueron a
las montañas en Cuba. Cuando los vietnamitas decidieron enfrentar al
invasor imperialista, cuando nuestras comunidades indígenas
originarias decidieron resistir orgánicamente la agresión imperial
europea, en todos esos eventos se organizaron guerrillas. ¿Por qué?
Porque sencillamente no disponían de una maquinaria, una industria,
no contaban con un ejército organizado para enfrentar al invasor,
asesino, impostor de cultura, falso redentor, explotador, y un montón
de epítetos que cada uno de los que lee pudiera agregar a esta
cortísima lista.
En Venezuela cuando se levantó la guerrilla
en las montañas, no había Internet. Hubo líderes políticos en los
que se confió. Llegaban cartas a casas "amigas", y mucho
intelectual tomando café y cerveza en los bulevares de Caracas,
especialmente en Sábana Grande.
La guerrilla comunicacional
nace de la necesidad de obtener información de primera mano, de
quienes están en el sitio de los eventos, de personas que han
presenciado vívidamente eventos de relevancia política o
simplemente quieren traer a la luz eventos que los grandes medios no
cubren, acontecimientos que el Sistema Nacional de Medios en
Venezuela no logre abarcar, o simplemente hacer que su voz sea
escuchada, por pequeña que sea.
La prensa de oposición
venezolana, que en general es toda la prensa escrita y multimedia en
manos de emporios económicos privados, se ha dado a la tarea de
desinformar y atontar a la población, llevándolos a tal punto de
legitimar un golpe de estado en 2002, cuando canales como Venevisión
o RCTV anunciaban el 12 de abril que habíamos "amanecido
con nuevo presidente".
Sitios de internet que jugaron
un rol fundamental en la restitución de Hugo Rafael Chávez Frías
en la presidencia, la restitución del hilo constitucional, ahí
podría nombrar a Antiescualidos.com, Rebelion.org, Guardian
Online, Aporrea.org (fundado precisamente en esa coyuntura),
Indymedia.org, entre tantos otros. Vía mensajes de texto por celular
y correo electrónico, de las voces que testificaron la represión
que vivimos en tan solo 48 horas, consecuencia del desastre
institucional que pretendía imponer la pérfida oligarquía
venezolana. Si no hubiese sido por ellos, hoy en día tendríamos a
Pedro Carmona Estanga como presidente (hoy refugiado en Bogotá,
Colombia, profesor "eméritus"), estaríamos arrodillados
frente al gran capital transnacional, por no decir del impero
yanqui-israelí.
En este contexto se hace necesario revisar algunos aspectos relacionados con la radio y la tv, así como su circunscripción a las leyes venezolanas.
¿Qué pasa con el espectro redioeléctrico?
En el marco legal venezolano “el espectro radioeléctrico es el espacio físico por el que se transmiten las señales de radio y televisión, un recurso limitado del que somos dueños todos los venezolanos. El Estado lo administra, y autoriza concesiones a televisoras y emisoras de radio para explotarlo comercialmente. Éstas, que sólo han obtenido un permiso para usar un bien de dominio público, deben asumir las responsabilidades sociales que conlleva su explotación”. El organismo encargado de la administración de este espectro y su racional distribución, es la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, mejor conocida como Conatel.
Cinco años después del golpe de Estado, específicamente en 2007, varias televisoras debían acudir ante Conatel para renovar sus concesiones radioeléctricas. En aquél momento serían RCTV, VTV (principal canal del Estado), Venevisión, Televisora Andina de Mérida y Amavisión. En el caso de RCTV la concesión no fue renovada. Era una demanda social, el canal había lanzado una campaña feroz haciendo llamamientos a la rebelión y al magnicidio, obligaron a sus empleados a omitir informaciones de lo que ourría durante el golpe de Estado. En varias oportunidades transmitieron información sobre protestas o escaramuzas opositoras mintiendo descaradamente acerca de fechas y lugares, por ejemplo: “En estos momentos hay una gran protesta en Chacao”, y el receptor sabe que estas imágenes son de otro día, o que eso aconteció mucho antes, o simplemente asomar la cabeza por la ventana y confirmar que todo está tranquilo, que nos estabam mintiendo. Y no hablo acerca de la transmisión constante de ése canal de programas donde la violencia y el sexo exacerbado hacían su agosto para no extenderme.
Durante esos años entre el golpe y la no renovación de la concesión de RCTV, también se aprobaría una nueva “ley de medios", una ley para garantizar el libre acceso a la comunicación, destacando la comunicación veraz (en concordancia con la constitución aprobada en 1999) y la calidad de los contenidos para el disfrute de todas y todos los venezolanos.
La Ley Resorte
El estado había puesto reglas claras. Desde el 7 de diciembre de 2004, cuando fue aprobada la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, mejor conocida como "Ley Resorte" o "Ley Mordaza" como la llamaban los medios opositores, hubo obligatoriedad de precisar datos como fechas, nombres y lugares, eso en cuanto a los noticieros, y en los programas de entretenimiento si eran de Producción Nacional; en esta categoría destacan los PNI (producción nacional independiente) que son personas naturales registradas en el sistema PNI nacional, ante el Ministerio de Comunicación e Información, quienes ofrecen sus servicios a las diversas televisoras y emisoras radiales.
Hubo mucha controversia en cuanto a los PNI, que si el estado quería controlar la producción audiovisual, que si eso era para tenerlos a todos ahí «al servicio del rrrégimen», pero al final, muchas personas de lado y lado se han registrado, y en todos los canales se reserva un porcentaje a los PNI para el estímulo de la producción nacional e independiente. Sin embargo, canales como RCTV se encargaron también de sabotear estas medidas, omitiendo la información de PNI, en una constante actitud de desobediencia civil.
El caso RCTV
La ley resorte vino a rescatar el uso de los horarios de usuarios, en cuanto a los contenidos, además antes de cada programa se debe especificar si son del tipo informativo, deportivo, de opinión, etc., asimismo deberán especificar los elementos de lenguaje utilizados en el programa, de acuerdo a lo establecido en la ley. Los niveles de audio utilizados en promociones y comerciales deberán mantener un mismo nivel, ¿han notado cómo algunas televisoras aumentan el volúmen en sus comerciales?, preste atención a su receptor y verá.
El estado se reserva el 10 por ciento del espectro en lo concerniente a canales de radio o televisión que sean difundidos mediante subscripción, las cableras. Pero sobre todo, uno de los aspectos más controversiales de la ley es que toda televisora o emisora de radio con producción nacional que supere el 90%, debe registrarse ante CONATEL como productor nacional. Según esto, si mi canal antes se llamaba RCTV, yo le cambio el nombre a RCTV Internacional y lo transmito por suscripción, esto no lo hace excento de apegarse a la ley como productor nacional.
En meses recientes, RCTV (de las empresas 1BC) recibió una sanción del estado, fue sacado del aire por incumplir la ley. ¿En qué fallaron? En la transmisión de los mensajes oficiales que deben hacerse de forma gratuita como lo establece la Ley de Telecomunicaciones. Básicamente, omitieron mensajes oficiales que pudieran ir desde alocuciones del Presidente Chávez o cualquiera de sus Ministros, o mensajes culturales, educativos, informativos o preventivos de servicio público. El Ministro de Obras Públicas e Infraestructura Diosdado Cabello no tuvo más remedio que ponerlos en su sitio.
Sin embargo, RCTV no es la única que ha incumplido con la ley; el 21 de enero del presente año, el Ministro Cabello informó que 24 canales estaban en situación de desacato a la ley, lo que pasa es que RCTV y su representante Marcel Granier tienen mucho músculo y mueven a su gente por todo el planeta, desde la Patagonia hasta el otro lado del charco.
A estos canales nunca se les ha dicho que dejen de transmitir un programa u otro, o que tal o cual periodista cese en sus actividades. Quienes se dicen "perseguidos por el régimen", son personas que han irrespetado la ley, haciéndose víctimas por un lado y verdugos por otro.
El estado ha institucionalizado la Guerrilla Comunicacional y eso no nos molesta. Se ha creado una materia de carácter optativo en las escuelas públicas para que los jóvenes se formen el el área de crítica mediática y de manejo de herramientas mediáticas (periodismo digital, radial y audioviual). Nos preocupa que se tergiverse lo que pasa en nuestro país, gracias a matrices de opinión impuestas, elaboradas en delicados laboratorios o en conversaciones de hoteles internacionales en lenguas que no necesariamente son la española.
Como estudiante de posgrado en Córdoba, me siento orgullosa de ser latinoamericana y de los cambios que se realizan en las diferentes regiones del continente. Que esta lección de la “Guerrilla", sirva para que muchos pueblos se sumen a esta lucha, que es la lucha por una comunicación de masas, hechas desde, por y para las masas.
Coromoto Jaraba P.
Venezolana estudiando la Maestría en Comunicación y Cultura de la Universidad Nacional de Córdoba en Argentina.
Para contacto: coritoj@yahoo.com