Se puede entender por medios de comunicación cualquier objeto que hace las veces de vía para conducir información de un sujeto a otro. Estos medios, sobretodo los de alcance masivo son de los principales productores de subjetividad en la sociedad actual. A través de sus mensajes y contenidos configuran y crean opiniones, formas de pensar y actuar así como de sentir.
Sin dudas la introducción de la televisión en la sociedad hace ya más de 50 años ha tenido y tiene sus efectos. Pensemos en otras épocas anteriores inclusive a la radio en que se utilizaban por parte de las clases dirigentes de culturas y sociedades determinadas estrategias de dominación como pudo ser y lo es aún la religión o prácticas religiosas, los eventos deportivos, aunque podemos diferenciar estas formas de lo que es hoy la televisión en el sentido de que circunda en espacios de mayor privacidad como lo es el medio familiar.
Si bien las leyes de muchos países señalan las formas que deben cumplir los medios de comunicación, su rol, sus funciones, derechos y obligaciones, estamos muy lejos de respetar las mismas y más cuando estamos en una super mercantilización que está siendo aprovechada al máximo por los dueños de estos medios masivos de comunicación.
A todos nos gusta pensar que elegimos libremente, que nuestros pensamientos son propios y que no estamos condicionados por lo que otros dicen. Pero hay que decir, que hoy en día estamos en un mundo invadido por los medios de comunicación. Aquello que no aparece en los medios de comunicación no existe y sin embargo, aquello que no existe si lo dicen los medios de comunicación ya existe. En otras palabras, los medios de comunicación tienen el poder de controlar nuestra visión acerca de la realidad. Este poder se convierte en un riesgo para el pueblo, ya que es fácilmente manipulado sin ni siquiera sospecharlo.
En definitiva, no voy a sacar conclusiones ni soluciones sobre este tema más que el hecho de que pongamos en entredicho todo lo que salga en televisión, pon en cuarentena todo lo que se diga y por supuesto contrasta la información entre varios soportes siempre que puedas. Solo entonces estarás en condiciones de decir que tú pensamientos te pertenecen de verdad.
Dentro de muchos círculos de la sociedad los medios de comunicación han sido tradicionalmente catalogados como un tipo de industria particular en cuanto su poderosa influencia y manipulación sobre la audiencia. En tanto al ejercicio periodístico, sucede que si antes el profesional producía bajo la influencia del poder Estatal, ahora se adecua a las políticas comerciales e institucionales que la empresa en la que labora le exige, ya sea en favor de un grupo comercial o de un círculo político. Lo cierto es que el periodista, hoy por hoy, no tiene garantizada la libertad de expresión que inspiró a los constituyentes liberales ni a los defensores de los derechos humanos, sino una libertad acotada al abanico de la oferta y la demanda.
De hecho, los medios de comunicación, tanto escritos como electrónicos,"han tratado de influir en el quehacer estatal, no siempre en beneficio del bien común y de la libertad de expresión como a veces se ha querido entender, sino en su propio interés y conforme a procedimientos bien lejanos de la libertad de información de los usuarios.
Hasta este punto es posible admitir que los medios, en términos reales, ya no son concebidos únicamente como un espacio reservado donde se materializa la libertad de expresión, lo cual le daba cierta protección ante las constantes amenazas de las fuerzas de poder. No obstante, la aplicación de los medios puede distinguirse así: por una parte los medios son una industria sumamente poderosa en términos económicos y también políticos; por otra parte, los medios son un servicio por el cual se satisface la necesidades de la sociedades de la información; por último, los medios materializan la libertad de expresión y de información de los seres humanos. Estos tres grandes rubros hacen convierten a los medios de comunicación en el más grande poder del siglo XXI.
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