Nunca hemos vistos a Earle Herrera hablando pamplinadas en los medios de comunicación. De hecho, uno de los objetivos que más ha intentado cobrarle la derecha es su clara y conocida aptitud frente a la corrupta autonomía universitaria.
Y algunos diputados de la oposición que agazapados violan El Hemiciclo, huyen de sus palabras. A Eearle Herrera lo conoce el país por ser un hombre revolucionario y responsable con su ético pensamiento.
Desde hace algunos meses me rondaba escribir algo sobre la delicada situación que desde mi ignorancia comunicacional observo en los llamados medios informativos inscritos dentro de la revolución bolivariana.
En este instante, recuerdo el golpe de estado, era el 13 de abril, aún no caía la tarde y fui corriendo junto a un, hoy ex ministro hasta un medio alternativo comunitario, de los fundados con dineros de esta revolución, y mi fatídica sorpresa es que quien se había adueñado de aquella radio nos negó hablarle al pueblo para informarle que el presidente Chávez estaba secuestrado y que teníamos que permanecer en las calles hasta que fuese necesario.
Me quede en el sitio ante aquello que jamás imaginé nos pudiera suceder, porque recuerdo la gran batalla que daba el presidente para abrir y crear medios comunitarios. Hoy, la mayoría de ellos, en algunos estados que conozco, espero no sea en todos, están cerrados. Los ejemplos que podemos mostrarle al mundo son radios de evangélicos. Pienso que estamos bastante mal.
Luego, un amigo me decía que el observaba muy grave la programación de canales como Venevision, con una gran audiencia, incluso más que Globovision, pero con un marcado irrespeto hacia los televidentes, pero que Conatel no hacía nada. A propósito, ¿Conatel existe aún?
Solo tenemos que ver la programación de aquel canal y no hace falta ser un experto para evaluar. Las novelas, Dios mío, es el guion cubano-mayamero, gritos, insultos, se sacan la madre a cualquier hora, se burlan del horario infantil, se gritan, se tratan de maldito, desgraciado, rata sucia, te voy asesinar con mis manos, me vengare de ti.
Pero en este país, nadie dice nada de esta porquería como es Venevision. Al contrario, vemos a muchos funcionarios públicos entrevistados allí, señalando que es un canal “equilibrado”.
Tienes razón Earle, estamos muy mal, pero no me refiero a la cobertura, la cual ha crecido significativamente, escribo sobre la programación con contenido político que es lo que debieran llevar nuestros medios al servicio de la revolución.
Y uno ve, que el criterio con P de Política en mayúscula se pierde, cuando nuestros medios tapan informaciones como lo fue la detención absurda del Cacique Yukpa Sabino Izarra, hoy al fin libre. O cuando la detención igual de arbitraria del estudiante William Sanguino, también hoy libre.
Y más lamentable aún, me imagino a un Earle Herrera con el sabor amargo por la expulsión muy rara y oculta y las muchas cosas que sucedieron en pocos días, cuando el periodista de nacionalidad sueca, Joaquín Pérez Becerra, era entregado arbitrariamente por nuestro país socialista y bolivariano a un Estado narco paramilitar y asesino como lo es, el gobierno de Colombia.
Y de que muy mal parado, queda el ministro Izarra con la entrevista que oí del propio Joaquín desde una inmunda celda de una cárcel de máxima seguridad en Bogotá, sobre la actuación de este Señor ministro.
Permíteme con respeto y deferencia llamarte Earle, porque siento que eres un revolucionario con una gran preocupación, lamento la salida del aire de tu programa, y aún, mas lamento que esto mismo y por otras causas, haya sucedido con otros importantes programas como La Lámpara de Diógenes, el programa de María Teresa, casi pasa lo mismo con Dossier, y otros más que han salido del aire y que a uno le llama la atención.
Bueno,
desde este escrito es bien poco lo que pueda hacer, ojala las cosas
se revisen por Los Ruices tomando agüita de tamarindo, para así, ver
los cambios que deban venir.
Para: www.aporrea.org
Día de la Madre, 08 de MAYO de 2011