¿Qué transmite un canal de televisión comercial un domingo por la mañana? Unas comiquitas de La Pantera Rosa que habla y dice “Rata”. Todo este menú televisivo va intercalado con propagandas de telenovelas donde un par de mujeres se gritan: desgraciada, maldita, pone cachos, sucia, miserable, más escenas de mujeres celosas peleando por un hombre y abofeteándose unas a otras. Esto es lo que aprenden nuestros niños.
Cualquiera con dos dedos de frente se preguntaría ¿y donde está el Ministerio del Poder Popular para la Mujer e Igualdad de Género? ¿Donde están las damas que dirigen la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía General de la República, la Contraloría General de la República, la segunda Vice Presidenta de la Asamblea Nacional y hasta la Presidenta del Poder Electoral? ¿Dónde andan, porque no dicen nada?
Donde quedan los derechos y defensa de nuestros niños, niñas y adolescentes. Hasta cuándo y a que costo moral nuestro Estado bolivariano y revolucionario seguirá permitiendo estas graves anomalías, ¿hasta dónde quieren llegar los dueños de estos canales de televisión privados?
¿Por qué diariamente tenemos que ser testigos de toda esta porquería, que clase de venezolanos estamos formando?
Diariamente somos parte de esta suciedad la cual se intercala con una letanía de maledicencias que también hay que soportar desde Globovision más toda la basura de Venevision, Televen y de todas las televisoras regionales, este es el cóctel diario que deforma la actividad y aptitud crítica del venezolano.
Una vez que les prohibieron a las televisoras apartar de su programación espacios con alto contenido de sexo y vulgaridad, ahora han imperado programas con carácter homosexual y siguen con la marcada vulgaridad sexual.
La programación de la televisión venezolana es fiel formato de los patrones cubano- mayamera, dirigida por la reacción cubano-americana, donde se utilizan formatos con muchos gritos y con un alto mensaje en contra del matrimonio y de la familia.
De hecho, la mayoría de los programas y telenovelas utilizan personajes sin pareja, sólo está la presencia de la mujer la cual dirige un hogar y una vida, han apartado y asqueado la presencia del hombre en la familia y como brazo importante en la crianza de los niños.
Los usuarios de TV ven más Venevision que Globovision, las dos hacen daño por igual, pero la programación de la primera en sus patrones, modelos y conductas es muy dañina para nuestra sociedad. A estas no valdría la pena ni nacionalizarlas, y en otros países, incluyendo Estados Unidos ya estarían fuera del aire.
Pero muy poco le importa a esté conglomerado de millonarios las escandalosas propagandas, anteriormente Conatel había controlado el tema del alto volumen en los espacios propagandísticos, pues son grabadas en formatos que aumentan el sonido del televisor en cada incesante ronda, esto con el fin de incentivar el consumismo, pero ya volvió a obviarse y en cada constante intervalo se bombardea a un usuario al cual se le enseñan pésimos valores, mas las engañosas ofertas de las marcas de siempre y por si fuera poco a seguir tomando Coca Cola y a comer Doritos.
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