Los medios de comunicación masiva de Venezuela están bajo la lupa internacional en especial por el rol que jugaron en la crisis institucional de 2002, cuando el presidente Hugo Chávez fue sacado del poder por 48 horas. Por el contrario uno de los fenómenos más interesantes es también menos visible y se da en la explosión de medios comunitarios de ese país. De este tema habló Periodismo Social, con el periodista venezolano Modesto Guerrero, quien participa activamente en medios alternativos.
-Anteriormente usted escribió para Clarín y La Nación, pero ahora sólo lo hace para medios comunitarios ...
-Esos medios me servían para comer y la verdad que sólo me censuraron una vez. Incluso en La Nación me permitieron opinar en contra del golpe militar en Venezuela, a pesar que ellos lo apoyaron. Eso se acabó cuando comencé a hacer cosas que no gustaban, como participar de la Asamblea Popular del barrio de Caballito en Buenos Aires. Además, fui vocero hasta el año pasado de la Revolución Bolivariana y represento a la Unión Nacional de Trabajadores Bolivariana. Creo que por eso dejaron de pedirme artículos. Es justamente el golpe de estado en Venezuela el momento que me reconecto con los medios llamados alternativos, que nosotros llamamos comunitarios.
-¿Cuál es la diferencia?
-Que son expresiones de movimientos sociales, y no al revés. No están separados de los movimientos comunitarios del barrio, son expresiones barriales; las televisoras alternativas venezolanas son del barrio, no se hicieron para. Son producto de la gente del lugar, no son periodistas que vinieron a hacer. A veces pierden un poco de calidad porque hay poca profesionalización, pero tiene a favor ese otro elemento. Y los medios web también son de la comunidad, entonces tienen carácter comunitario. Eso no le quita lo de alternativo, al revés, en Venezuela se lo da. Pero tienen la marca del proceso político específico de Venezuela, que es ampliamente comunitario, de comuna, colectivizado. Y los medios expresan eso y los que no lo hacen desaparecieron o comenzaron a ser financiados por organismos oscuros.
-¿Y estos medios comunitarios después convocaron a periodistas?
-Sí, sí claro. Y no sólo eso, se están especializando. Ha habido hasta ahora 322 talleres organizados por el Ministerio de Información y Comunicación con los medios. En conjunto, no es que el Ministerio viene a dictar talleres, se hacen conjuntamente con los medios: Aporrea.org; Antiescuálidos, CatiaTV, son algunos ejemplos. En Venezuela no se separó como se hace en Argentina. Allí es multimediático como comunidad, comunidad multimediática que ve cine, hace radio, lee prensa y va a las marchas.
-¿Cuántos medios comunitarios existen?
-Son 323 agrupados en una organización llamada ANMCLA (Asociación Nacional de Medios Comunitarios, Libres y Alternativos). Para que no se escape nadie, se metieron todos los medios ahí.
-¿Están relacionados políticamente con el gobierno?
-Sí, políticamente aunque sin ser servidores. Hacemos trabajos al gobierno y nos pagan por eso. No entregamos un gramo de independencia del medio, a pesar de que apoyamos al gobierno en todo lo que hace bien, pero cuando hace algo mal, cuando mete la pata, se lo decimos igual
-¿Se lo dicen?
-Y no nos ponen cortes en los subsidios o en los apoyos técnicos. El Consejo de la Cultura da subsidios a casi todos los medios alternativos en Venezuela, primero para que puedan mantenerse. Está todo muy controlado, no por las autoridades sino por el barrio a través de la contraloría social: cuánto entró, cuánto se gastó, cuánto falta, cuánto queda. Hasta ahora no conocemos un solo caso donde el gobierno dijo no digas esto y sí di esto.
-¿Reciben otros ingresos aparte de la subvención la estatal?
-No, si bien algunos tienen relaciones con organizaciones internacionales, por ejemplo Vía Campesina que recibe ayuda de organismos del sector, o de ONGs ambientalistas. Pero los medios que expresan el proceso social: radio Perola, radio Ali Primera por mencionar algunas de las radios comunitarias más poderosas del país no reciben apoyos internacionales. Algunas han hecho acuerdos a través de Internet, pero eso no da plata, son redes con emisoras que tampoco tienen dinero. Se sobrevive con muy bajo costo, trabajando cinco o seis personas, en equipo. Uno de los más grandes es Aporrea (sitio web) que cuenta con 16 personas que se han especializado.
-¿Y se puede vivir trabajando en este tipo de medios?
-Sí, cosa muy complicada dentro del periodismo comunitario.
-¿Cómo reaccionaron los medios comerciales?
-Están aterrorizados desde el 2002 para acá cuando se produce la revolución que vuelve a colocar en el poder a Chávez. En ese momento había solo tres medios alternativos web, dos canales de televisión, uno que llegaba a medio millón de personas en Caracas, Catia TV, y 22 radios. Hoy hay 323 en la ANMCLA y otros 24 agrupados en otra organización. Se creó una nueva opinión pública en Venezuela, a partir del fenómeno de los medios alternativos. Cosa muy difícil, porque podes existir como medio comunitario, pero de ahí a crear una opinión pública. Hubo un corte histórico político que lo permitió.
-Se dieron las circunstancias históricas...
-Claro. Allá se hizo en marzo del año pasado la primer huelga de televisión. Consistió en no ver TV comercial. Once millones de televidentes dejaron de mirar por seis horas.
- ¿Hay libertad de prensa y expresión en Venezuela?
-Es natural que se pregunte eso, porque hubo una campaña multimediática, muy bien hecha por el Grupo Cisneros, a través de las 744 emisoras que tiene en América Latina, diciendo que en Venezuela no solo no hay libertad de expresión, sino que hay una dictadura. Cómo explicar en pocas palabras que hay exactamente lo opuesto. Primero, no hay un solo perseguido, detenido, censurado. El único momento que Globo Visión fue sacado del aire, es cuando violó el reglamento de la misma empresa y pagó la multa, aceptó su cargo. Durante las 47 horas que gobernó Carmona, (NdR: Pedro Carmona, ocupó el ejecutivo venezolano por dos días, sucediendo a Hugo Chavez, quien volvió a asumir) entre el 11 y el 12 de abril de 2002, Catia TV fue destruida, le rompieron los transmisores, solo salvaron uno que estaba escondido. Ningún medio alternativo pudo funcionar, salvo en clandestinidad. Cuando vino el proceso revolucionario que derriba al golpe, desde la noche del 12 hasta el 13 de abril, las televisoras comerciales hicieron huelga, suspendieron las transmisiones habituales. No hubo noticias, solo música y dibujos animados. Si esto no muestra lo que es la libertad de prensa en mi país...
Otra manera de verificarlo es ANMCLA, que es autónoma, crítica, está más a la izquierda de Chávez. Se lo critica. Por ejemplo, Aporrea que es uno de los medios web mas leídos, junto con Rebelión, jamás fue censurado y siempre tiene críticas hacia el Gobierno. La única vez que salimos de línea, fue cuando la empresa telefónica nos sacó durante el referéndum, durante el intento de golpe de febrero del año pasado.
Ahora el Gobierno decretó una devaluación del 12%, que en el salario del trabajador significa un 20% por ciento de disminución de su salario y Aporrea está haciendo una campaña contra esto y la central sindical, que yo represento en Argentina, se manifestó también en contra. Es más, denunció al gobernador chavista de Maracaibo por reprimir a trabajadores que se manifestaban.
-Hay entidades, como la SIP que cuestionan la libertad de prensa en Venezuela...
-La SIP no pudo demostrar con un solo caso que exista censura en mi país.
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