Es eso de lo cual expresamos en letras produce el miedo, el terror, la ansiedad nefasta de ser barrido por la revolución el 7 de octubre. La señora Beatriz según se ha escuchado está dentro del casting de la larga lista de personas que pueden llegar a un puesto clave cuando Radonski C triunfe en el siglo de cuando el oro deje de ser codiciado. Con una diplomática de esa calaña la OEA seguirá siendo el eterno embarque de los siglos amén para los pueblos del mundo, menos para USA. Es la vagancia pensante de quienes se sienten rodando por el precipicio del abandono: los majunches no regresarán a Venezuela mientras el pueblo siga creciendo alimentado por la dignidad, el patriotismo y la mirada brillante ante la lucha. Estamos seguros que el mundo entero se rió de la infeliz aseveración de una mujer indispuesta a la inteligencia, que no sabemos como camina con los tobillos engrapados a los grillos de la sumisión. Nos avergüenza tener que escribirle una nota adversa a una dama, pero es inevitable: ser mujer y no tratar de quitarse las cadenas de la esclavitud, es algo canallesco, algo que no tiene cabida en estos años de la equidad y la justicia entre géneros.
El miedo cunde, se expande por terrenos de los ricos, de la geografía fascista como una pólvora que va quemando cerebros y dislocando lenguas. Salen esas expresiones lamentables a llenar la atmósfera de dolor, de lástima para quienes las expresan. La señora Beatriz dio currutaquera, produjo muchas cosas negativas y nos incitó a dudar de su racionalidad, porque debajo de los cielos del mundo hay un país distinto y el de ella por lo que se ve no es USA pero ella se sume a él, como la enferma sadomasoquista. No ha de estar orgullosa Libertad de esta mujer, No puede estar contenta Dignidad, jamás la aceptaría Respeto, porque cuando un ser humano admite que quien ha golpeado al mundo durante centenares de años es dueño de sus patio trasero, entonces si es verdad que se ha llegado al clímax de un orgasmo doloroso, quemante, destructor, que empero expresa: “Fue divino”.
La otra dama que nos encuentra divagando entre las oquedades de la desazón es Maricorina Manchado, perdón Machado. Hace escasos meses andaba en campaña. Le había jurado a Chávez que “esa banda será mía”. Con su rostro de sifrina en decadencia snob había dicho que “habrá un capitalismo popular y ustedes, mujeres, buhoneras, amas de casa, lavanderas, cachifas y demás, estarán conmigo”. Había prometido como todo fascista que se respete, que “voy a hacer todo lo posible para que todas tengan su leche para sus hijos”, y arengaba: “Noooo es posible, vénganse con esta chica del Country que las ama”
Pero no llegó sino después de la ambulancia y la metamorfosis se hizo patética. Como toda fascista mentirosa al estilo del MILLONARIO Radonski C que se respete, se anexó a la campaña de la Coordinadora Democrática, hoy “lamú” y, una vez más brutazos al fin, escogieron a la España de los desempleados buscando comida en los container para que fuera la Maricorina la quien diera declaraciones a la prensa y, ta,ta,ta,ta…
Las mujeres a las que meses antes había invitado al capitalismo popular”, son madres: tienen hijas e hijos, salen a ganarse el pan de cada día, muchas de ellas, para llevarle la comida a sus pequeños y pequeñas. Muchas de ellas dotan a sus hijas de algunos termos de café para que los vendan en las calles, en las autopistas cuando están trancadas. Como todo buen vendedor hay que sonreírle al cliente, pues ella no lo ve así, quiero decir la Maricorina. En España gritó, se despepitó expresó, acuñó, malversó diciéndole a la prensa y a toda Europa que “En Venezuela todas las niñas de 10 años de la clase trabajadora son prostitutas” ¿Por qué? se pregunta el pueblo venezolano, ¿será que ella no ha sido madre?
PD ojalá que los ociosos del fútbol no crean eso y monten una “Polar mundial de fútbol” aquí para venir a saciar ímpetu- es lo que hacen adonde llegan.
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