¡Cuidado!, con el verdadero enemigo

Está claro, no hay discusión, el verdadero enemigo son los medios de comunicación privados, toda la estrategia del imperio para derrocar gobiernos está sustentada en crear la matriz de opinión de desgobierno, de violación de los derechos humanos por parte del estado, las acciones de protesta supuestamente pacificas son mostradas por los medios privados como producto del descontento en la población las cuales derivan en violencia y cualquier acción de defensa por parte del estado es satanizada y mostrada a la opinión pública nacional e internacional para crear la matriz de opinión de violación de derechos humanos por lo tanto crear la necesidad de una intervención por parte del imperio para supuestamente salvar a la población del reeeegimen despiadado y dictatorial.

El imperio a través de sus operadores en el departamento de estado para asuntos latinoamericanos se da a la tarea de reclutar aliados entre los opositores, son sus operadores políticos a lo interno, contactan figuras con cierta relevancia como artistas, políticos, militares, dueños de medios y todos aquellos que de una u otra forma no comulgan con el modelo de cambio revolucionario, incluso a los empresarios y comerciantes que arriesgan sus capitales sumándose a la guerra económica, pero eso para los gringos no es muy importante, no son más que los peones que le van a facilitar el trabajo a lo interno, la verdadera estrategia, la verdadera forma de aplicar la fórmula del golpe suave es con los medios de comunicación a nivel internacional.

Seguramente algunos están pensando que aquí en nuestro país esa fórmula ha sido derrotada, nada más lejos de la realidad, al imperio no le interesa lo que nosotros pensemos, lo hicieron en Panamá. Haití, Irak, Libia, Ucrania, Siria, etc., estamos seguros que la mayoría de los ciudadanos de esos pueblos no estaban de acuerdo con la invasión de su territorio pero igual lo hicieron, el trabajo de los medios privados para facilitarle las acciones al imperio está en falsear las hechos, en crear situaciones ficticias, en acusar al gobierno de los desmanes causados en las protestas, en hacer ver un clima de desgobierno, de desastre economico, de presentar a los terroristas como pacíficos, fotos, videos, todos ellos ficticios o trucados, que den la vuelta al mundo capitalista, etc., sin embargo con el esfuerzo de nuestro gobierno y los gobiernos aliados se ha logrado mantener a raya las pretensiones imperiales de invadir a nuestro pueblo para según ellos reestablecer la paz y la democracia cuando la realidad es que están sumamente desesperados por ponerle las manos a nuestras riquezas naturales.

Con respecto a esta diatriba de los medios de comunicación privados creo sin temor a equivocarme que no le hemos dado el tratamiento adecuado, no hemos podido diferenciar con claridad entre crítica y denuncia, entre libertad de opinión y libertinaje de opinión, entre libertad de prensa y libertad de empresa, los periodistas asalariados no diferencian entre libertad de informar y libertad de opinar, sin entrar a profundizar en la ética del periodismo en un medio o empresa privada, intentaremos dar respuesta a algunas de las interrogantes a este respecto.

La crítica es una forma de opinar, todo el mundo tiene derecho a ejercerla, quien determina si la crítica es viable o no, no es quien la hace, ni quien la recibe, es la opinión publica la que en última instancia lo determina, la crítica induce al cambio, a mejorar, a continuar o en el peor de los casos a desistir, en todo caso la crítica es en esencia positiva; en cambio la denuncia quien determina si es procedente o no, no es quien hace la denuncia, ni quien la recibe, ni siquiera la opinión pública, son las autoridades competentes quienes determinan su viabilidad, lo cual implica sanciones y penas en caso que la denuncia sea pertinente, pero en su defecto, la pena o castigo es para quien hace la denuncia sin fundamento, es ahí donde debemos educar tanto al pueblo como a los que ejercen el periodismo, debemos en este caso no permitir confundir la crítica con la denuncia, muchos se abstienen de hacer críticas por temor a ser considerados del bando contrario, otros se esconden tras la crítica para hacer denuncias lo que da pie para otro de nuestros grandes flagelos; la impunidad.

La libertad de opinión es eso, libertad para que todo el mundo opine libremente pero eso no le da la libertad a nadie de difamar, de mentir, la libertad de opinión está muy cercana a la crítica, pero si alguien hace uso de su libertad de opinión para la denuncia, la difamación, la mentira, etc., eso ya tiene otra connotación es libertinaje y tendrá que necesariamente enfrentar los tribunales.

La libertad de empresa y la libertad de prensa es un tema de actualidad, el problema creo que radica en que nos hemos dejado meter gato por liebre, nos han hecho creer que son dos cosas distintas cuando en realidad son una sola, pretenden amparados en la libertad de expresión  que a estas empresas se les dé un trato distinto y preferencial, que tengan patente de corzo para estar exentos de sus deberes como empresa privada, sus empleados entre los que se encuentran los periodistas dependen del dueño o dueños de la empresa, no podemos pretender que los periodistas cumplan con su deber de comunicar y opinar con ética porque su empleador dueño del medio no se lo va a permitir, la línea editorial del medio es la línea de todos sus empleados periodistas so pena de perder su empleo.

Para finalizar creo con toda firmeza que ningún país, estado o gobierno debería permitir que haya empresas privadas en el área de la información y comunicación a la opinión pública, o por lo menos que los ciudadanos encargados de ejercer el periodismo sean independientes y autónomos, que en su ejercicio de opinar e informar en nada interfieran los dueños de la empresa, debemos entender que la responsabilidad editorial es del o los dueños de la empresa, que cuando se trate de una denuncia que perjudique a otros no tenga validez eso que llaman protección de la fuente, si la ley no lo prevé debemos legislar en torno a ello, esta diatriba sin resolver sobre los medios o empresas privadas de la comunicación es en estos momentos el verdadero enemigo, con el apoyo de estos factores contrarios al proceso se le facilita al imperio la tarea de saqueo de nuestros recursos naturales.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1391 veces.



Gonzalo Ochoa Díaz


Visite el perfil de Gonzalo Ochoa Díaz para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Gonzalo Ochoa Díaz

Gonzalo Ochoa Díaz

Más artículos de este autor