La situación que vive Venezuela en la actualidad no es como la pinta la campaña mediática internacional. No somos un país que se está cayendo a pedazos, ni donde existe la práctica de violación a los derechos humanos, donde no funcionan los poderes públicos y menos donde se carece de libertad de expresión. Somos un país con plena vigencia de su Constitución aprobada por una Soberana Asamblea Constituyente y refrendada por un Referendo. No hay ningún Poder de la República electo a dedo; no obstante ello, la ultraderecha venezolana, titereada por el imperio norteamericano -cuyo interés supremo es nuestro petróleo y demás riquezas naturales-, luego de la desaparición física del Comandante Chávez se ha empeñado en cambiar, a como de lugar (por la fuerza) el proceso bolivariano, en cuyos intentos iniciales ha fracasado rotundamente.
Pero la batalla aún no está totalmente ganada por la revolución. La amenaza no ha desaparecido, la poderosa maquinaria del enemigo externo continúa trabajando y se embarcará en todo tipo de estratagema y aventura para tratar de lograr sus objetivos y es en esto donde deben someterse a prueba los revolucionarios auténticos y muy particularmente en el seno del PSUV, como partido vanguardia de este proceso....su disciplina, fortalecimiento cada día más del nivel político e ideológico es básico, porque sobre sus hombros recae fundamentalmente el éxito o fracaso de este proyecto. Los apetitos personales internos y las peleítas a machete internas, deben desaparecer.
El golpe suave o caliente contra la revolución bolivariana no está a la vuelta de la esquinase está gestando y frente a él, la unidad de los revolucionarios no tiene otra alternativa y quienes distraen esta responsabilidad por intereses personales o de grupos ni son chavistas ni son revolucionariosy yo no soy del Psuv, soy un viejo comunista que desea el éxito de este proceso.
