Bajo el título: GUERRA DE IV GENERACIÓN, seguido del subtitulo: Las guerras no se comienzan hoy con bombas sino con mentiras, mi apreciado colega y amigo J.R Izquierdo, envió a mi correo electrónico un documento que no tiene desperdicio.
El documento en cuestión recoge una serie de estudios e investigaciones realizadas por expertos en disciplinas del comportamiento social, que ponen al descubierto en que consiste esta atípica guerra.
Como quiera que, dado lo extenso del documento en referencia, me imposibilita incluirlo totalmente en este artículo, he apelado al ejercicio de la síntesis para referirme a algunos de los puntos a que han arribado esos expertos, en los cuales dan cuenta de la agenda imperial a que estamos siendo sometidos.
Se trata, por ejemplo, de proyectos psicológicos dirigidos a las grandes masas de cada país, ubicadas en el centro de su mira. Su función inicial: penetrar los cerebros de sus habitantes y reconstruirlos para alinearlos a sus mezquinos intereses, gracias a su técnica de "disociación" psicótica.
Los más variados medios de comunicación de que la mayoría de sus cipayos disponen, son la plataforma ideal para envenenar las mentes de quienes consideran sus enemigos.
Periódicos, plantas de televisión, Internet, emisoras de radio, incluyendo sus respectivos espacios de entretenimiento como crucigramas, novelas y, hasta los eventos deportivos, sin excluir los twitter, son contaminados por el veneno del odio que es la bomba más letal que ha encontrado el imperio para dividir a los pueblos y, Venezuela, lamentablemente no es la excepción.
Nunca en nuestro país se odio a otro por pensar distinto como hoy ocurre en las llamadas clases medias y altas, pero, afortunadamente los sectores más humildes continúan cultivando sus amistades, independientemente de la ideología política. Y es que en esos espacios que la burguesía despectivamente denomina barrios; escuálidos y chavistas conviven en plena paz sin ser blancos de hostigamiento por parte de vecinos que no comparten sus ideas políticas como ocurre en los espacios que ocupan las clases económicamente "poderosas".
No es por casualidad que los adolescentes procedentes de las capas sociales tradicionalmente más privilegiadas, sean quienes protagonicen las guarimbas, promuevan las manifestaciones violentas, estimulen el desabastecimiento y la des-estabilización económica, mientras, simultáneamente presionan a los mismos sectores políticos de la derecha para que no acudan a ningún Dialogo de Paz.
Es increíble que el propio Papa Francisco a quien llegaron a considerar vendido al gobierno y la propia UNASUR, que de una u otra forma han abogado porque impere la paz en la región, no hayan logrado disipar definitivamente la amenaza de esa guerra civil a la que nos quiere conducir la insensatez de una minoría estúpidamente alineada a los intereses del imperio; sin percatarse de que su bienestar y la paz social que hoy siguen disfrutando, están igualmente amenazadas.
En nuestro caso, los dispositivos que ensaya el gobierno para combatir la guerra económica en pro de restaurar los frutos de la canasta básica y demás insumos que escasean producto del contrabando tanto externo como interno, controlado por grandes mafias creadas, lamentablemente, por empresarios inescrupulosos, empeñados en distorsionar su verdadero objetivo al presentarlos como una forma más de racionamiento; forma parte de las mentiras insufladas por la guerra económica. No obstante tan malvadas intenciones no encontraran campo fértil en un pueblo que ha hecho del legado de Chávez, el antídoto eficaz para acabar con semejantes pretensiones.
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