En la Televisión la mejor Ley es la que no existe

La vigente Constitución recoge los principios de la libertad de expresión, pero advierte que "quien haga uso de este derecho asume su plena responsabilidad por todo lo expresado", y también la limita: "no se permite la propaganda de guerra, ni los mensajes discriminatorios, ni los que promuevan la intolerancia religiosa".

Los datos sobre la cuota de audiencia de televisión en Venezuela contradicen la reclamación comúnmente creída y extensamente reportada que el gobierno BOLIVARIANO domina los medios de televisión. En realidad, lo contrario es cierto: la cuota de audiencia de los canales estatales es mínima; actualmente de sólo 15%. Los canales privados dominan abrumadoramente la audiencia televisiva.

De acuerdo con la investigación, en diciembre de 2006 los canales privados sumaron 79,89% de la audiencia, los estatales 6,67% y la TV paga 13,44%; cuatro años después, en el mes de las elecciones parlamentarias, los privados habían bajado a 61,42%, los estatales a 5,44% y la TV paga subió a 33,14%. Como la medición está hecha cada mes, se observan cambios, pero en poco se diferencian; por ejemplo, en enero de 2010 los porcentajes eran 60,97%, 5,13% y 33,90% respectivamente.

La televisión se ha convertido en un poder colosal; se puede decir que es potencialmente el más importante de todo. Y será así en tanto continuemos soportando sus abusos. La televisión ha adquirido un poder demasiado extendido en el seno de la DEMOCRACIA REVOLUCIONARIA BOLIVARIANA. Ninguna democracia puede existir sino se le pone freno a esta potencia. En Venezuela ha habido varios intentos del Estado por ejercer algún tipo de control.

El 10 de agosto de 1967 (Leoni), el Ministerio de Comunicaciones dictó una resolución restrictiva de la programación de TV, "por cuanto es deber del Estado velar porque no se difundan por las estaciones de TV programas, novelas y películas que atenten contra la moral, las buenas costumbres y el lenguaje". Esta No se aplicó.

En cuatro ocasiones (1964: Leoni, 1969 y 1971: Caldera y 1974: Pérez) el Senado debatió sobre la televisión. No se aprobó ninguna ley, ni se abrió la investigación acordada sobre "restricciones a la libertad de expresión en TV"; los únicos resultados fueron la edición de 1.000 ejemplares del folleto "La televisión venezolana", y el veto en los canales comerciales a Alfredo Tarre Murzi, presidente del Inciba, por las críticas que hizo en la Comisión de Cultura del Senado. Fue silenciado hasta su muerte.

(Hablando de vetos, en 1980 el presidente Herrera Campins decretó la prohibición de publicidad de licores y cigarrillos en la radio y la TV. Sufrió igual sanción. Ni su partido ni sus amigos lo defendieron. En 1989 (oct. 11) tocó el turno a la Cámara de Diputados, después de largo debate se limitó a exhortar a la TV "a suprimir de sus programaciones el sexo, la violencia y el terror, durante horas dedicadas a la infancia". No le hicieron caso.

Menos MAL que hoy contamos con la Ley de Radio y Televisión, pero hay que seguir trabajando para que se tenga un mejor control de los medios de comunicación que cada día son mal utilizados para sembrar en el PUEBLO grande VENEZOLANO las mentiras que quiere imponer el IMPERIO y sus lacayos en nuestra AMADA REPUBLICA BOLIVARIANA.


 



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Yrne Gil Mata

Físico. Dr. en Educación. Miembro de la Milicia Bolivariana.

 yrnegil@gmail.com

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