Susan Sontang, prestigiosa periodista de guerra estadounidense, sostiene en su libro Ante el dolor de los demás que "desde que se inventó en 1839, la fotografía ha acompañado a la muerte", y nosotros podemos afirmar que también acompaña a la historia, y, de qué está hecha la historia de la humanidad, sino de sucesos del pasado. Federico Brito Figueroa afirmaba que el laboratorio de la historia era el pasado del hombre en sociedad y sobradas razones tenía, pero ¿qué contienen las imágenes que hacen temer a muchos, incluyendo a veces a quien las toma? La respuesta es sencilla, aunque no parezca, un hombre a veces pagado por ejercer este oficio y otras, por simple curiosidad. Pero lo que si estamos seguros es que detrás del la máquina está el ser humano con su tremenda carga de subjetividad.
Con el tiempo, la foto "cobró una inmediatez y autoridad mayor que cualquier relato verbal en cuanto a su transmisión de horrible fabricación en serie de la muerte”, pero la fotografía, esa que conocemos a diario, la que acompaña a los escritos de la prensa, tiene necesariamente un punto de vista, es la imagen de lo que otro quiere que pensemos, de allí la dudosa objetividad de su mensaje.
La invisibilidad es un atributo de la intención fotográfica mediática, es así como, hechos y sucesos que la gente desea ver expresados en fotografías en los diarios de mayor circulación, son negados y en algunos casos manipulados por las empresas que manejan las "corporaciones de los mal llamados medios de comunicación". Esto ha venido ocurriendo sistemáticamente en los últimos años en la República Bolivariana de Venezuela.
En días pasados, una empresa de bebidas refrescantes organizó un maratón en Caracas (que se ha realizado durante varios años), en el cual resultó ganador un muchacho humilde de nombre Mervin Blanco que proviene del 23 de Enero, una populosa barriada de Caracas. En la meta, una lluvia de fotógrafos de las corporaciones mediáticas privadas junto a los curiosos que se suelen sumar, esperaban al ganador indiscutible del maratón. El atleta a escasos metros de cruzar la meta sacó un afiche del joven Diputado Robert Serra, tristemente asesinado por el sicariato político junto a su asistente María Hernández, significando esto, una protesta a tan atroz crimen. Pues bien, la fotografía no existió para los "medios privados”, la censuraron y con ello, al triunfo de Mervin, He aquí un ejemplo típico de la respuesta a la pregunta ¿quién está detrás de la cámara?
Al día siguiente aparecieron referencias generales, uno que otro momento de la carrera, pero el momento culminante únicamente fue reseñado por la que ellos llaman despectivamente "la Prensa Oficial". Entonces nos preguntamos: ¿existe intencionalidad en la noticia? ¿Cuál es la veracidad de las cosas que nos pretenden vender como ciertas? ¿Por qué la Intención de hacer invisible los hechos que forman parte de la realidad?
Evidentemente, son preguntas que los expertos manipuladores de la conciencia nunca responderán, ni mucho menos publicarán. Afortunadamente, existe en nuestro mundo la comunicación alternativa, las redes sociales y ahora las cámaras fotográficas están al alcance de casi toda la población y la noticia acerca del triunfo de este valiente muchacho se supo y se conoció con reguero de pólvora.
Nos quedan dos enseñanzas, la primera dirigida a los medios y/o corporaciones de la información privada: "podrán cortar todas las rosas, pero no detendrán la primavera", y al pueblo lo que hemos venido descubriendo los venezolanos en estos últimos 15 años de Revolución: "no todo lo que brilla es oro". Y también es cierto que existe una "generación de oro" en Venezuela, jóvenes como Mervin cuya conciencia sabe muy bien que su dignidad no podrá ser comprada con las 30 monedas de oropel de la canalla.
