“Los hombres se cansan de dormir, de amar,
de cantar y de bailar menos de hacer la guerra.”
Homero
Se nos está haciendo costumbre ver y leer comentarios con posiciones muy crueles, egoístas y descaradas por parte de pseudos-líderes de la oposición, quienes se deslastran a conveniencia de aquellos que pueden comprometerlos en hechos violentos y en otros casos, suscribiéndose a llamados para seguir agudizando la violencia, abonando de esa manera el terreno para una intervención militar extranjera y poder acabar con el gobierno de Maduro.
En estos últimos años hemos vistos como oprobiosamente esta oposición ha emanado veneno ponzoñoso en sus comentarios a través de las redes sociales cada vez que muere un revolucionario o una revolucionaria, lo leímos cuando murió Luis Tascón, luego Lina Ron e igual cuando murió nuestro comandante eterno y ahora con las muertes de los camaradas Eliezer Otaiza y Robert Serra, no importándoles para ello, el dolor que han dejado esas muertes en gran parte del país.
Ahora bien, basta con meterse en twitters (nuevo instrumento utilizado para la guerra mediática escrita) y ver como se expresan los más bajos sentimientos de antipatía y odio hacia todo lo que huela a revolución, allí podrán leer cantidad de twitters de muchos opositores, entre ellos los de Antonio Ledezma quien en Febrero durante las guarimbas de este año constantemente aupaba a los jóvenes a salir a las calles para lograr la ansiada “Salida” y twitters como estos “Más crece la represión y las amenazas a los líderes de la alternativa democrática ¡NO TENEMOS MIEDO!” o “El régimen continúa su persecución contra los dirigentes que no nos callamos a la hora de denunciar la tragedia que padecemos todos”, haciendo creer que vive en un estado de zozobra y persecución por parte del gobierno y así buscar una reacción negativa en sus seguidores, pero que después de la muerte de Serra ha sido muy comedido en sus comentarios por no verse comprometido y así como él, están Nelson Bocaranda, Andrés Velásquez, Miguel H. Otero, Alberto Ravell, Ivèyice Pacheco y otros, incitadores por excelencia, quienes continúan con su llamado a las guarimbas y al desconocimiento del gobierno y las leyes; En fin a través de esta red social se pueden ver una gran cantidad de twitter con esperanzas, ambiciones y deseos de acabar con Maduro y la revolución bolivariana aún a costa de una invasión, es decir, las mismas guarimbas pero sin grandes trincheras y obstáculos físicos.
También cabe mencionar, las burlas y justificaciones en comentarios como: “Si el maldito comandante se convirtió en pajarito éste por arrastrado se convertirá en lagartija” o “eso le pasó por bocón” refiriéndose al diputado Rober Serra y otros tantos twitter en la que manifiestan alegría por esta muerte, pero peor aún, es querer hacer creer que este joven fue asesinado por la misma revolución y eso lo vimos cuando plagiaron el twitter de Blanca Eeckout donde ella presuntamente informaba “Que tristeza de lo que me acabo de enterar, como es posible que la muerte de nuestro compañero Robert Serra provenga de nuestras filas, QEPD” y en ese mismo orden está pasando con lo sucedido en la Av. Baralt de la ciudad de Caracas, donde agentes del CICPC se enfrentaron con unos presuntos camaradas de un también presunto colectivo y que quieren hacer creer que éstos están involucrados en el asesinato del joven diputado.
No obstante, la oposición se jacta de decir que en el país no existe libertad de pensamiento ni de expresión y basta con leer todos estos bodrios para ver como se ha caído en el libertinaje escrito, por lo que invito a que en momentos de ocio lean los twitter de estos opositores o lean los comentarios que hacen a través de esta misma red, de La Patilla, RCN Radio, Noticiero Digital o El Nazional, para que sienta como se le revuelve el estómago ante tanta inmundicia escrita por estos palangristas.
Por último, ya es hora de que a Twitter al igual que a Facebook instrumentos muy de modas para el montaje y la desestabilización en la guerra mediática y psicológica por lo menos en este país, los organismos del estado le pongan control y que cada quien se haga responsable por sus maléficos deseos y funestos escritos pagando si no grandes sumas de dinero como multa, por lo mínimo meses de cárcel y paguen por lo que dicen.