Lo que no se ha dicho sobre Winston y Tves

En los últimos meses la llegada de Winston Vallenilla a Tves introdujo un tráfico inusual en las redes sociales o portales de opinión como Aporrea. Este primer síntoma es algo importante de reseñar, ¿Por qué no se hablaba de Tves?, uno de los problemas del canal parece ser que no encaja en un formato, lo que en síntesis sería una identidad como televisora pública.

Conquistar la señal de Tves fue un esfuerzo colosal, costó en parte un Golpe de Estado y la estigmatización de todos los chavista en las pantallas privadas. En ese período el chavismo apenas iniciaba su acción de gobierno; la política comunicacional de la revolución estaba estancada en algunos medios públicos desmantelados legado de la cuarta república. Chávez hizo de la cadena el arma fundamental para romper el cerco mediático y en un viraje creativo, desarrolla Alo Presidente los domingos, para fortalecer la agenda de la revolución.

Chávez liquidó los programas de opinión en el formato clásico, colocando en el medio de la opinión pública al Chávez en relación con el pueblo, con una oposición obscurecida a pesar de tener la mayoría de los medios de comunicación. Los sectores contra-revolucionario del fascismo se atrincheraron en Globovisión y otros canales, luego de perder la batalla de Miraflores en las calles el 2002. La contra-respuesta hizo de VTV el punto de honor y programas como la Hojilla pasaron de ser un espacio televisivo a un instrumento de la batalla comunicacional. A la gente podía no gustarle el talante “personalista” de Mario Silva, pero el uso de la video-denuncia o el audio-denuncia creó una audiencia importante de ambos lados, en el contrapunteo con programas como Buenas Noches.

Aporrea y otros medios en Internet, se conectaron con los colectivos populares y se fue desarrollando la edificación de la comunicación alternativa. Cuando cesó la concesión de RCTV era el momento clave de dar el salto adelante, demostrar que se podía hacer una televisora pública de calidad que cambiará el modelo impuesto por las empresas tradicionales. Ensayos como la novela de Amores de Barrio Adentro, se convirtieron en la propuesta de nuevas novelas con contenido social, pero VTV no estaba diseñada para eso, había quedado como una canal informativo y de opinión.

En Tves se prometió que los contenidos serían promovidos en buena parte por Productores Nacionales Independientes, que la parrilla iba a ser variada, en un momento se intentaron hasta programas de comedia. Pero Tves nunca llegó a tener identidad, así aparecieron gestiones grises sobre el canal y englobó a un grupo de televisoras mediocres con una baja popularidad. Con un sistema de medios públicos más fortalecido en número, otros canales también vivieron etapas duras casos como ViveTV que con el tiempo se tomó como un espacio para documentales y vínculo directo con las comunidades. Uno de los grandes problemas planteados desde el inicio fue calidad de los contenidos, algunos asumieron que la gente iba a engancharse con programas sosos y aburridos que mostraban la cotidianidad en forma exacta. Sin conceptos, sin identidad, muchos medios terminaron convirtiéndose en una máquina de contenidos monótonos y, TVES no fue la excepción.

En la campaña del compañero Maduro, se sumó un movimiento de artistas tradicionales que venían de esas televisoras privadas, uno de los leñazos más duro para la derecha es que su predilecto Roque Valero se acercará al chavismo convencido de la importancia para el pueblo de mantener la revolución. No hay que dejar de lado que algunos artistas sufrieron el acoso político por manifestar su apoyo al gobierno, algo normal en cualquier otra parte del planeta. La campaña fue equivocada en mi valoración, el apoyo de los artistas en todas las concentraciones no era necesario para evitar el Show y el desvanecimiento del discurso político.

Descollada la elección presidencial y conocida la activa participación de Winston, le entregaron el encargo de ser candidato por Baruta, una de esas alcaldías del este de Caracas donde el triunfo se vuelve irrealizable para el chavismo. En el pasado, al actor Simón Pestana también lo intentó sin lograr el objetivo. En el caso de Winston el compañero Maduro lo envió a Tves para que dirigiera la televisora social, en forma obvia, se llevó consigo a parte del equipo de artistas e inició la nueva etapa de Tves.

Se había proyectado en algunas opiniones que Tves debería convertirse en un canal únicamente deportivo, pero a la llegada de Winston inició el camino de unificar varios segmentos en un canal destinado al entretenimiento. Messuti el vicepresidente del canal se convirtió en tendencia en las redes sociales cuando defendió la gestión del canal, no coincido totalmente con los planteamientos del actor-economista, pero si haré algunas preguntas a los contraargumentos hechos desde varios espacios de la revolución. ¿Son contrarevolucionarias las telenovelas?; ¿Son contrarevolucionarios los dibujos animados?; ¿Es contrarevolucionario el baila, la música o la cocina?.

Los argumentos dados por algunos sesudos opinadores de oficio son absolutamente burdos, ¿Están restituyendo a RCTV? Es que acaso se olvidan que la tv basura no era exclusivamente un canal, que todavía operan sin ninguna regulación cientos de radios, prensa escrita, digital o tv con el mismo modelo consumista. ¿Qué paso con la ley RESORTE y la promoción de los talentos venezolanos?. ¿Es anti-revolucionario que la gente se vea bien? Es que acaso nuestros hermanos originarios no se adornaban antes de los españoles; una cosa es ser esclavo del consumismo y otra diferente preocuparse por lucir bien, esto no implica la obsesión por una marca.

Me parece totalmente torpe afirmar que la lucha feminista se reduce a evitar una mujer en una pantalla bailando con alguna ropa pegada, cuando el problema real es más complicado. En realidad estos ultrachavistas no son nuevos, pero les recomiendo que vean la televisora cubana se encontraran con programas musicales, variedades, con telenovelas, con programación infantil; hasta en Norcorea pasan dibujos animados. En mi opinión de usuario, recomendaría tener una vigilancia estricta en el contenido, evitar las insinuaciones sexuales o expresiones de discriminación, eliminar el contenido trivial y fortalecer la participación de los expertos legales, médicos, combinados con la proyección de los artistas nacionales para borrar la imagen de la payola.

Por último, ¿la música llanera es contrarevolucionaria? He visto muchos artistas pasar por allí y considero importante que se cree un programa similar al de música urbana con música venezolana. Eso ayudará a ir equilibrando el contenido siempre procurando la mejor calidad para captar mayor número de usuario y que su tiempo invertido en la televisión los fortalezca en sus conocimientos, contrario al modelo de alienación tradicional. Los que tienen el chavimetro y nos les gusta el tema del raiting, entonces no se lancen como candidatos ni a un consejo comunal necesitaran votos: si no saben su propuesta, imposible votar por ella; así sea la mejor. Si el Socialismo no se lee, escucha o ve está destinado al fracaso, se pueden tener los mejores equipos, las mejores intenciones, pero sin creatividad estamos destinados al fracaso a ser una sombra. Estos que han salido a criticar a Tves sin argumentos serios son un ejemplo para analizar, sí se puede cuestionar y proponer, no salir con una alharaca sobre la caída de la revolución porque en Tves ahora bailan, cantan, cocinan o etc, imagino les molesta la suma de venezolanos y venezolanas marcando el número de ese canal en su control remoto, los mismo que antes preferían canales gringos o privados.

antogarcimade@gmail.com


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