Decía nuestro comandante supremo, que nuestra revolución es silenciosa, casi muda, adolece de un aparato comunicacional que exprese con claridad lo que está haciendo. Sus logros
Es que acaso quince años de autismo comunicacional no bastan…cuando Chávez decía proyecto ferrocarrilero, Anaco el Sombrero, ubicando en un mapa, lo que estaba exponiendo, el ministro de comunicación e información de turno, dormido y boca abierta, le miraba la cabeza.
Como sufrió nuestro comandante cuando emocionado explicaba una vaina con pedagogía, y esmero, y de repente, “SACATA” el silencio entero, se iba el audio…El sabiamente como buen educador decía: Ay que cuidar los detalles, la mano del diablo esta en los detalles… y ponía como ejemplo a un tanquista, que previamente a la práctica, no ajustara la mira, o no llevaba las balas de fogueo.
La política comunicacional es nuestro talón de Aquiles, murió Chávez, dejando a Ernesto Villegas de Ministro. Era la gran esperanza, pero el buen periodista sin pensarlo dos veces decolo su avión por pista. “Good bite Ñerooooo”
Y el talón de Aquiles esta hinchado como picado por Chiconguya, no le cala zapatos, alpargatas joroperas ni tan siquiera cholas petroleras. La ardeson hace doler las muelas.
La política comunicacional del estado cuenta con el recurso material y humano que le permitirían mayor contundencia a la hora de informar, recrear y educar, de una manera sencilla, crítica, veraz, entretenida y oportuna. Los canales de radio, televisión y prensa escrita deben abrirse a la gente, que los periodistas, sean facilitadores y no protagonistas. La gente, el pueblo (viejos, niños y adolescentes, indígenas, deportistas, profesionales, estudiantes, obreros, artesanos, artistas y hasta la milicia) tienen que informar de todo: Sobre su problemática cotidiana, sus soluciones, sus críticas al estado, sobre sus patrimonios culturales, historia local, mitos y leyendas.
Los medios de comunicación no pueden producir socialismo sin el pueblo, no basta repetir “socialismo” palabra mágica, tampoco repetir y repetir a cualquier hora un mensaje del presidente, o de un ministro, o al presidente auxiliando a una conductora accidentada, o al presidente preguntando por un viejo compañero.
Sugiero para la televisión hacer diariamente en una hora un programa destacando en vivo como marchan las empresas socialistas, allí entre los obreros, como favorece a la comunidad. Manden a Vanesa, a preguntar sobre la ley de pesca en Sucre, Falcón, Miranda, Nueva Esparta. Vanesa lo sabe hacer muy bueno. Que vayan al hato San Pablo Paeño, lleguen sin avisar de sopetón, pregunten por las vacas, por el bienestar de los campesinos, visiten a las comunidades indígenas a ver como son favorecidas. Un programa sobre la red ferrocarrilera, como van esos proyectos. Visiten a las aldeas bolivarianas. Visiten los comedores y residencias estudiantiles y sus “guaguas” visiten los bosques de pino de Uberito, tanta madera para hacer camas, peinadoras, mesitas de noche, y algún cofrecito
Dediquen el horario de siete a ocho de la noche para un programa de opinión: El lunes, el profesor Wladimir Acosta, el Martes al General Pérez Alcay, el miércoles al profesor Luis Brito García, el Jueves el Arquitecto Fruto Vivas, El viernes un foro con representantes de pueblos y comunidades indígenas. OJO, OJO, OJO…Se debe tomar en cuenta que dichos programas no pueden ser interrumpidos por nada en la vida, que por lo general son pendejadas refritas, sin caldos ni vitaminas.
La Radio Nacional, también debe ser estremecida. Y en cuanto al canal social, que hablen con “FAMIIIIILIA”, para que entierre la guerra de los sexos y se ponga las pilas.
Y, dirán ustedes, donde carajo, estaba este sabihondo de la comunicación, que jamás dijo ni pio ni prestó su colaboración. Bueno, igual que ustedes, detrás de la computadora, critica que critica sin que nos paren bolas si nuestra firma no es reconocida.
Allí queda eso pues.
¡Viva Chávez Carajo!