La globalización, si trajo algo bueno, fue la transformación tecnológica en los medios de comunicación e información masiva, que ha degenerado en pérdida de credibilidad de los mismos, lo que sitúa al sistema informacional en el umbral de una profunda revolución que coincide con su progresiva pérdida de fiabilidad.

Reuniendo los múltiples avances que han experimentado los medios de comunicación, en el área tecnológica, ha significado una ruptura en el campo de la información y si se quiere en el área económica. Muchos de los grandes medios de comunicación mundial ya dependen o fueron absorbidos por el monstruo financiero internacional.

Vemos, por ejemplo, como se transmitió la partida física de nuestro líder eterno Hugo Chávez, una información a tiempo real en todos los medios y cadenas comunicacionales del mundo, sin ningún obstáculo de contratiempo, se aseguraban de que estuviera bien muerto y enterrado. Esa era la razón del despliegue comunicacional en todo el planeta, promovido y financiado por los grandes consorcios norteños.

Así aseguraban y le hacían ver, en tiempo real, a todos aquellos pueblos que tenían y tienen en Venezuela, un referente histórico y revolucionario para la liberación del Continente. Estaban seguros del fin de un proceso político.

Y así podemos tomar de Ramonet, en su libro “La Tiranía de los Medios” el fragmento: “La muerte en accidente de automóvil a fines de agosto de 1997 en París de Lady Diana y de su novio Dodi AI Fayed, dio lugar a la tempestad informativa más fenomenal en la reciente historia de los media. Prensa escrita (diaria y periódica), radios y televisiones otorgaron a este acontecimiento más espacio que el dedicado a ningún otro asunto que afectara a un individuo en toda la historia de los medios de comunicación de masas.

Millares de portadas de revistas, cientos de horas de reportajes televisados (sobre las circunstancias del accidente, las especulaciones sobre su carácter accidental o criminal, las relaciones con la familia real inglesa, con su ex marido, con sus hijos, sus actividades en favor de los desfavorecidos, su vida sentimental, etcétera.) fueron consagrados a la muerte de «Lady Di».

De Nigeria a Sri Lanka, de Japón a Nueva Zelanda, su entierro fue difundido
en directo por cientos de cadenas de televisión del mundo entero. En Venezuela y Brasil, miles de personas pasaron toda la noche en vela (a causa del desfase horario) para seguir en directo y en tiempo real sobre la pequeña pantalla las escenas de las honras fúnebres de Diana.” Con Diana inauguraron la globalización comunicacional, como dice Ramonet.

Pero volvamos a lo nuestro. Creyeron que difundiendo, como un acontecimiento planetario, la muerte de Hugo Chávez, aseguraban el aniquilamiento de un proceso político que se perfilaba y perfila como el ejemplo a seguir por todos los pueblos del mundo. Esta vez se equivocaron. O en todo caso, convertir los actos fúnebres de Hugo Chávez en una mega cadena global en todos los medios, transformó el acontecimiento en una especie de tormenta emocional que incrustó el espíritu revolucionario del líder bolivariano, en una especie de tatuaje en los pueblos pobres que luchan por su libertad. Un tatuaje que se incrustó en el corazón de los pueblos pobres, no solo de Suramérica, hoy Europa, con el avance de PODEMOS en España y de Zyriza en Gracia dan cuenta de que se equivocaron.

Casualmente, inician por España un nuevo ensayo comunicacional, montaron la olla y la pusieron a calentar a fuego lento. O como lo dice Oscar Schemel, “montaron a Venezuela en una Olla de Presión a fuego lento”, incendiaron los medios atacando a Diosdado Cabello y la candela no ardió. Siguieron echando leña para justificar un Golpe de Estado, el cual fue develado. Por todos los medios que han tratado de incendiar al pueblo no han conseguido acertar. No se rinden y han tomado la vía de los medios masivos por todos los flancos. Es una guerra psicosocial y neurótica. Objetivo, tapar el Sol con los medios.

Pero como ya lo apuntamos, el desarrollo tecnológico produjo una revolución comunicacional que destruyó y acabó con la credibilidad de los medios masivos. Solo la verdad, en tiempo real, ha podido derrotar la invasión informativa pero no ha evitado que el descontento y la incertidumbre avance en la conciencia del pueblo.

De manera que, renovar el discurso y profundizar hacia lo cultural, para crear una conciencia social en el pueblo, es la vía para enfrentar esta tempestad mediática global que nos quieren imponer. Inculcándonos que se hace necesario un cambio de modelo y repetido por todos los medios de manera global, ha generado cierta incertidumbre porque no hemos, desde el gobierno, profundizado en la formación social revolucionaria del pueblo. Sería bueno retomar aquellas jornadas de “Moral y Luces”, los “Cuatro Motores” para profundizar o reimpulsar la formación social del pueblo. Nosotros somos un Sol naciente, después de 200 años, no dejemos que nos oculten con los medios.

El asedio mediático nacional e internacional es descomunal. Van por la desmoralización y la incertidumbre colectiva. Ya las encuestadoras se colocaron a la cola, sus estudios así lo revelan. Manipulan los resultados estadísticos en contra de un proceso de transformación, que sólo en 15 años ha logrado lo que no se hizo en 50 años, desde 1958hasta ahora.

Ahora la matriz de opinión que divulgan la dirigen contra la inestabilidad económica, el mensaje es negativo. Ya iniciaron la campaña inculcando la necesidad del cambio de modelo sin darse cuenta que esté modelo es inédito, no tiene receta y está en permanente construcción. Es un modelo que marcha diametralmente opuesto a las imposiciones económicas provenientes de las grandes instituciones financieras internacionales. Pero insisten e insistirán de que el modelo es negativo y propagarán la matriz de opinión, hasta debajo de las piedras, para hacer ver que la economía venezolana cada día se deteriora, por lo que, para EEUU, es necesario un cambio de gobierno.

La política hacia nuestro país la militarizaron. Los voceros de EEUU, autorizados para declarar, son militares, del Pentágono, de la CIA, del FBI y hasta de la DEA. Según información que navega por las Redes Sociales, por los medios globalizados de la información, movilizaron tres mil Marines hacia el Perú. También cuentan con 7 Bases Militares en Colombia. Y en las Embajadas de Colombia, Chile, Panamá, Guatemala, Honduras, entre otros países, se trabaja para disminuir la presencia Diplomática de Venezuela en el Continente, sin importar que el ALBA, la UNASUR y la CELAC, expresaron su solidaridad y condenando las injerencias de EEUU en la política venezolana.

Con el manejo, a su antojo, de los grandes consorcios comunicacionales, que tienen en todo el mundo, el gobierno de EEUU pretende tapar la luz que alumbró el camino a los pueblos de Latinoamérica. Tapar la luz que logró despertar al pueblo libertador de Venezuela. Tapar la luz con los medios para así arrebatarles a los gobiernos progresistas, que luchan por construir un mundo multipolar, de inclusión y de igualdad, el bastión, el ícono, el referente político que los mantiene rodilla en tierra; enfrentando los obstáculos que les pone el gobierno de EEUU en su lucha por instaurar un Sistema Socialista que acabe con la pobreza y el hambre.

freddylinaresr@hotmail.com