La brújula de los medios

Érase una vez una estación de radio con algo fuera de lo normal, mágica, con un Poder Sobrenatural. Tan maravilloso era su poder que a través de sus representantes se atrevía a violar descaradamente la ley de responsabilidad social en radio y televisión negando el acceso a su parrilla de programación a productores independientes facultados y acreditados por el ministerio del poder popular para la comunicación e información

Un día como cualquier otro un personaje que acá será nombrado como P.N.I estuvo de visita en las instalaciones de esta emisora ubicadas en el sector las cumbres calle 4, cuarta etapa de un conocido urbanismo de la ciudad de Barinas llamado “Ciudad Varyna” para entrevistarse con una de sus locutoras y periodista (ex conductora de un espacio televisivo matutino muy conocido en el canal del estado venezolano VTV). Dicha dama laboraba ahora en ese medio como directora de contenidos, conducía unos de sus espacios radiales trasmitido los días Martes, Miércoles y Jueves de 9:00 am a 11:00am y además fungía como gerente general de un conocido canal local de señal abierta en esa misma ciudad. Precisamente por estar capacitado y facultado en ambas áreas de trabajo P.N.I se dirigió a la Licenciada en cuestión para poner sus servicios a la orden pero sin quererlo terminaría por descubrir que la mencionada comunicadora desconocía (o se hacia la musiu) el contenido de la ley de responsabilidad social en radio, televisión y medios electrónicos (cuestión que sería una tremendísima contradicción el hecho de que una periodista e investigadora de su talla no conociese el contenido de esta ley que regula toda la materia concerniente a los medios radiales, televisivos y electrónicos, esto sería algo así como que un abogado no conociera el contenido de una determinada ley. Solo por hacer una comparación.

 

El contenido de esta ley entre muchas otras cosas obliga a los canales de televisión y estaciones de radio a CEDER ESPACIOS en su parrilla de programación a los productores nacionales independientes certificados por el MINCI y a darle cabida a las producciones artísticas nacionales en general. En este caso particular ¿Y quién sabe cuántos más? a un productor con la debida preparación teórica y técnica para hacerlo (nuestro personaje P.N.I) sin mencionar el respaldo por parte del MINCI como productor certificado en ambas áreas, la radial y la audiovisual le fue negada la oportunidad de producir, de hacer lo que le apasiona y para lo que se formó.

P.N.I al no obtener una respuesta favorable en el canal de TV (por supuestas razones presupuestarias) como es lógico opto por solicitar un espacio en la “mágica emisora” obteniendo un nuevo no como respuesta, argumentando la periodista que tampoco en ese medio radial habría espacios para nuevos programas porque según ella allí estarían haciendo “Una nueva forma de hacer radio”. Lo que llevo a nuestro curioso personaje a plantearse las siguientes interrogantes:

¿Una nueva forma de hacer radio en la que sin exagerar los dedos de la mano de un individuo superan al número de producciones radiales existentes dentro de su programación?

¿Una nueva forma de hacer radio que desconoce el contenido de una ley tan transcendental como la ley resorte?

¿Una nueva forma de hacer radio que da prioridad a ciudadanos menos capacitados, con menos experiencia (que estoy seguro no lo son todos) para estar frente a los micrófonos y con intereses contrarios al espíritu de esta ley (que seguramente ni siquiera conocerán de su existencia?

En otro orden de ideas es público y notorio que continua reincidiendo en la violación sistemática de la antes mencionada ley al permitir que la gran mayoría de producciones audiovisuales transmitidas semanalmente en el canal que gerencia sean de origen extranjero, es decir, dando prioridad al cine hollywoodense y dejando a un lado las producciones cinematográficas nacionales, que por cierto son bastantes extensas. Las producciones audiovisuales nacionales hechas para la televisión son prácticamente inexistentes dentro de su programación diaria, exceptuando algunos pocos programas conocidos por la población Barinesa, asuntos estos a los que hago breve referencia para dejar claro lo que ocurre actualmente en estos dos prestadores de servicio de radio y TV: Mágica 90.9 FM y Telellano Canal 41 de la ciudad de Barinas. Amigo lector de la ciudad Marquesa usted puede realizar el siguiente ejercicio: Adquiera la prensa escrita local y visualice la cartelera de cine donde son publicitadas las producciones cinematográficas a ser exhibidas durante la semana y haga una comparación con las películas que ofrece a los usuarios y usuarias este canal, la única diferencia que podrá notar es que en este último caso no se trata de estrenos, como dije antes la gran mayoría son producciones audiovisuales extranjeras con las que no tengo absolutamente nada en contra por aquello del entretenimiento (es bueno cilantro pero no tanto). Las producciones venezolanas audiovisuales y musicales en general deben ser mayoría en los medios de comunicación, sean radio o televisión, porque si no para que se produjo una ley que auspicia todo a lo que lacónicamente hago referencia. Al lector quien desee profundizar en esta materia solo busque un ejemplar de esta ley o diríjase a su sitio en la web: www.leyresorte.gob.ve y corrobórelo por cuenta propia.

El gobierno nacional y regional no solo debe utilizar los medios de comunicación para canalizar sus mensajes que sin duda alguna son del interés público, igualmente debe ser garante de que leyes como esta sean puesta en práctica por los medios para que se sigan abriendo espacios y oportunidades a quienes nos formamos en estas áreas y podamos brindar productos musicales, radiales o audiovisuales con contenidos verdaderamente educativos que enaltezcan nuestra cultura y afines al espíritu de la ley RESORTE.

Con antecedentes como estos, es de suponer que esta comunicadora social aplicara las mismas políticas en cualquier medio de comunicación que gerencia. Licenciada tomándole el consejo que emitió en uno de sus tantos programas radiales en el que sugería (como buena investigadora) que las cosas hay que conocerlas de fondo, es decir, conocer la razón de las mismas o lo que es lo mismo, ir a las fuentes primigenias (mismo motivo que me llevo a redactar las presentes líneas) le invito a escudriñar nuevamente (si alguna vez lo hizo) la ley de responsabilidad social en radio, televisión y medios electrónicos ( generada gracias a ese señor a quien usted le rindió honores cantándole en su funeral) para que se ponga a tono con los tiempos que corren y en su gestión en los medios de comunicación donde tenga el poder para hacerlo pueda dar oportunidades a quienes lo merecen no solo por mérito sino también por legalidad. Usted que en su conocido programa radial y televisivo da a conocer alos usuarios y usuarias palabras no convencionales recuerde todos los días al levantarse y acostarse el significado de unas palabras nada inusuales, muy utilizadas y vigentes en los últimos años en este país que es de todas y todos: INCLUSION, JUSTICIA, IGUALDAD.

Mi estimada y simpática dama esta ley tiene la intención de quebrar el monopolio tanto de gerentes y directores de medios como el de los llamados profesionales de la comunicación, o sea, de la rosca existente. Lo que quizá usted no sabía es que P.N.I si conoce la ley resorte (parece que usted no detallo muy bien su currículo) porque se dedicó a estudiarla y analizarla luego de que fuese publicada en el año 2004. A él no solo le gusta la investigación por razones educativas sino por hobbie. Así como Ud. puede producir y moderar un espacio radial, moderar un programa en TV, redactar un artículo periodístico con objetividad y fundamento o tal vez contar una historia, nuestro personaje P.N.I igual puede hacerlo. Por personajes que actúan como usted lo hizo con este compañero es que el proceso político que se desarrolla en nuestro país se ve empañado y muchos de sus simpatizantes se desilusionan al percatarse que leyes surgidas gracias a este sistema político no sean aplicadas por quienes tienen el poder, el deber y la obligación de hacerlo y porque historias como las de P.N.I y otras similares siguen ocurriendo en estos y otros contextos. El llamado es a las autoridades competentes del estado venezolano en materia comunicacional (CONATEL) para monitorear y meterle la lupa a casos como el de estos dos medios que en el marco de una “Revolución” y el mal interpretado Socialismo del Siglo XXI siguen siendo manejados como en el pasado cuando ni siquiera existían leyes como la RESORTE, y donde solo los “Profesionales” “Conocidos” o “Apadrinados” tenían chance. No pongo en duda que lo mismo siga ocurriendo en muchos más canales y estaciones de radio a lo largo y ancho del territorio.

En el tiempo histórico que vivimos leyes como la Resorte deben ser la brújula que guie a los dueños y representantes de medios de comunicación en la generación y asignación de contenidos en sus parrillas de programación los 365 días del año.


carlosantonetti@hotmail.com



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