Se habla mucho de la libertad de prensa, se legisla sobre ella, se consagra como norma constitucional, pero nada se dice del DERECHO DEL CIUDADANO A LA INFORMACIÓN como principio fundamental de la democracia. La libertad de prensa la tienen quienes disponen del dinero para poseer medios de comunicación y allí informan lo que quieren, como quieren y callan lo que no les conviene. El DERECHO A LA INFORMACIÓN es otra cosa. El ciudadano tiene el derecho, sobre todo en un país que, como Colombia, proclama en su Constitución que se trata de una Democracia Participativa, de conocer todas las facetas de los acontecimientos nacionales. Y, como la información es poder, el pueblo tiene el derecho pleno, para ejercer el poder a conciencia, de estar COMPLETAMENTE informado. Pero como Álvaro Uribe es autoritario y poco le importa que el pueblo esté informado, sino que quiere informar unilateralmente, a su gusto y a su manera para manipular a la opinión pública, se ha negado sistemáticamente a presentarse a los debates televisivos donde sí aparecieron los demás candidatos a responderle a la prensa.
Anoche, domingo 21 de mayo, cuando previamente se había comprometido a presentarse por televisión para responder a los periodistas de distintos medios y de distintas regiones del país, el Presidente Uribe no se presentó. ¿Miedo a las preguntas? Claro, miedo a no poder manipular a la opinión pública como acostumbra a hacerlo. ¿Miedo a que lo confrontaran ante los últimos desastres que han aflorado en su administración? Sí, miedo a no saber responder. De modo que Uribe se comportó tal como es: como un Júpiter tronante que lanza mandatos pero que no escucha. Anoche, en su silencio mudo... lo vimos retratado de cuerpo entero. Fue, al fin y al cabo, la mejor entrevista de todas porque fue la más diciente y la que más nos ilustró cómo es su forma de gobierno, similar a la de Luis XIV y éso que los luises eran más demócratas que Uribe.
Gloria Gaitán
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