(Desde la Optica de la comunicación del Sur Guayanés)

Mentiras y Verdades del Caso RCTV

El canto de la Hipocresía Mediática

En nuestra modesta opinión quienes se rasgan las vestiduras ante el supuesto y falso cierre de RCTV, (Fin de Concesión de Uso de un Bien Público Espectro Radioeléctrico es el hecho concreto que no quieren admitir) son en su mayoría verdaderos hipócritas de la palabra y la acción. La razón es sencilla. A esa gente, sobre todo a los que manejan hoy los hilos de las protesta estudiantil clase media alta, desde sus bunker teledirigidos por la inteligencia de Miami y Washington, jamás le ha importado la suerte de ningún trabajador. Si así fuera habrían organizado protestas enérgicas y paros nacionales contra abusos de poder como la venta a precio de gallina flaca de la línea estatal Viasa a Iberia y su posterior quiebra fraudulenta, que provocó miles de desempleos.

A estos paladines de la libertad tampoco les preocupó el cierre del Diario de Caracas por parte del mismo grupo de Marcel Granier, 1BC. Ese atentado contra el derecho al trabajo de periodistas independientes lo planificaron sin rubor y con saña para callar el trabajo informativo de profundidad de profesionales de la prensa, acusados en su tiempo de izquierdistas. Nos preguntamos por qué entonces no tomaron en cuenta el criterio de la pluralidad que tanto dicen defender.

Otras preguntas nos asaltan: ¿Por qué no dijeron nada cuando Pedro Pablo Alcantara y Raúl Yusset, altos funcionarios de Carlos Andrés Pérez, se dedicaron a mutilar informaciones y artículos de opinión de El Nacional y otros medios, después de los golpes de Estado del 92, dejando páginas en blanco en las ediciones diarias de este periódico, caso inédito en Venezuela?. Por qué no se quejaron por la destrucción de estudios de Radio Rumbos, medio al cual acusaron de golpista y que fue asaltado por hordas de la policía política, en uno de los capítulos más vergonzosos de la política nacional, jamás denunciado por SIP, Bloque de Prensa, Cámara de Radio u organismo alguno de la hipocresía mediática.

Por qué no les preocupó la suerte de miles de trabajadores despedidos de las empresas privatizadas y quebradas en la IV República, entre otras Sidor, CANTV, los bancos privados y públicos, donde miles de trabajadores fueron lanzados a la calle sin derecho a pataleo y sin consideración alguna hacia su estabilidad económica y familiar. Igualmente jamás se ocuparon de defender a esos venezolanos echados al mundo del desempleo, jamás les importó que valiosos talentos quedaran marginados de las actividades productivas, nunca organizaron cruzadas legales o morales para que los culpables de tantos atropellos asumieran el castigo ejemplar que merecían por quebrar o vender fraudulentamente bienes que no eran de su propiedad.

Nos preguntamos además por qué no convocaron al pueblo a defender su régimen de prestaciones sociales eliminado por Caldera II, y Teodoro, sin consultar a los trabajadores. Por qué no informaron sobre temas como los créditos indexados que ahogaban a la clase media que adquiría viviendas y automóviles. Por qué no informaron sobre casos como Venepal, Sanitarios Maracay, diario El Globo, conflicto laboral Panamco Coca-Cola.

Por qué no se ocuparon por el drama de millones de venezolanos condenados a sufrir la falta de gas, gasolina, alimentos, bebidas, y servicios esenciales durante el paro petrolero que los propios medio, entre éstos la propia RCTV, promovieron durante el 2002 y el 2003, y que provocó miles de millones de dólares en pérdida para el Estado y causó penurias atroces a otros millones de venezolanos.

Por qué no informan oportuna y verazmente sobre los más de 300 venezolanos asesinados por sicarios y paramilitares desde 1999 sólo por el hecho de ser militantes activos del proceso revolucionario, campesinos, líderes comunales, trabajadores sociales. Por qué no les preocupó la muerte de centenares o miles de desaparecidos, asesinados, torturados, enjuiciados, por los cuerpos de seguridad y las fuerzas armadas en 40 años de pseudo democracia burguesa adeco-copeyana-yanqui. Por qué si ahora alegan que las cadenas de radio y TV son malas y propias de regímenes totalitarios estos venezolanos que tanto llanto riegan por la libertad no fueron capaces de protestar, combatir, denunciar o no calarse la larga cadena de 60 días que en diciembre 2002-enero 2003 planificaron y ejecutaron los mismos personajes empresariales, mediáticos, políticos y universitarios, con el fin descarado y abierto de sacar por la vía de la fuerza a Chávez del Poder. Por qué esas cadenas de la burguesía son muy buenas y las del presente, para incluso darles la oportunidad de hablarle a todos los venezolanos desde la Asamblea Nacional, son malas.

Por qué los periodistas al servicio de estas corporaciones mediáticas como 1BC callan y no cuestionan las políticas informativas y editoriales de los empresarios, para quienes lo único noticioso es la cobertura de las fallas e irregularidades del sector público identificado con el gobierno de Chávez. Por qué jamás ni en RCTV ni en otras empresas mediáticas se realizan análisis, investigaciones o coberturas sobre irregularidades en las alcaldías de Baruta, Chacao, Lecherías, El Hatillo, San Antonio de Los Altos y en las gobernaciones del Zulia y Nueva Esparta. Será que estos organismos en manos de la oposición son sagrados y más que eso celestiales y puros, allí no hay negocios, en esos entes jamás hay corrupción y son tan eficientes que nunca incumplen sus deberes. Dónde queda en este sentido el derecho del pueblo a estar informado sobre la gestión de quienes dirigen estas instituciones de gobierno.

Tienen que explicar por qué unos estudiantes son estudiantes y otros simplemente son chapistas. Por qué. Será que acaso la práctica de la discriminación forma parte del código de ética de quienes producen esta farsa comunicacional anti Chávez, pro Bush, pro Golpe Suave.

La gran mentira: la hegemonía comunicacional del Estado

Los defensores de la libertad de expresión alegan que el gobierno lo que quiere imponer es la voz única de la revolución, la hegemonía comuncicacional del Estado, para que nadie denuncie, y reafirman a cada rato que en esos medios libres e independientes existe la pluralidad. Ese argumento es falaz porque resulta obvio que en RCTV los comunicadores no pueden asumir como práctica informativa el reconocimiento “imparcial” a los éxitos de la gestión del gobierno de Chávez. En los programas de opinión y sus notas periodísticas estos profesionales manifiestan abiertamente su reconocido antichavismo y su oposición a todo lo que hace el proceso, porque para estos equilibrado el Estado desde 1999 no sirve y es incapaz. Esta es la democracia en la cual creen estos radicales

Frente a estas falacias lo claro, evidente y comunicacional es que en Globovisión quien impone la línea y la voz es Alberto Ravell y su plantel militante y sordomudo-ciego de periodistas, moderadores, productores y opinantes de oficio, quienes en un 100 por ciento son reconocidos líderes de oposición al gobierno de Chávez. Es que acaso allí reina la pluralidad. Por supuesto que no. En RCTV todos los periodistas y entrevistadores son también contrarios al chavismo y sus opiniones e informaciones siguen la línea editorial que oculta los logros del gobierno o sus esfuerzos positivos por atender las necesidades del pueblo.

Argumentan que el Estado quiere controlar la televisión, veamos como este argumento se cae. Salvo VTV en el canal 8 VHF, y ahora con TVS en el 2, el resto del espectro VHF lo controlan privados, Grupo Camero, Cisneros, la Iglesia. En UHF existe un amplio espectro de privados Meridiano TV, Globovisión, La Tele, Puma. El 90 por ciento de la televisión regional es privada y el 80 por ciento es antichavista.

Vive es un canal especializado en testimonios e información oficial, que no debería inquietar a los privados, porque fundamentalmente es captable en cable, y TeleSur es un canal cultural, informativo y político, más bien dirigido a segmentos de audiencia en Latinoameria, como contrapeso a los grupos mediáticos de derecha, lo cual no lo descalifica, sino que explica y justifica su vigencia.

RCTV jamás ha sido nuestra: Su señal libre fue ajena al Sur

Los defensores de RCTV en Upata dicen que esta empresa es suya, les asegura el acceso y la participación, y su libertad. Tamaña mentira no resiste análisis alguno. Porque para RCTV y su dueño Marcel Upata, Guasipati, Tumeremo, El Palmar, El Manteco, El Callao, no son importantes, tanto que jamás en 53 años tuvieron la decencia y la voluntad de instalar en nuestra zona antenas repetidoras, para que los guayaneses de Sur tuvieran acceso a su programación en señal libre. Acá se veía RCTV solo por cable o por Directv, y para eso hay que pagar, es decir esa empresa no es nuestra, nos desprecia porque somos un mercado marginal para su estrategia mercantil.

En cuanto a la programación de RCTV lo que podemos decir es que ha sido desvirtuada la poca de talento vivo, en función del manejo político de la empresa. La oposición la defiende porque allí podían verse reflejados en sus posiciones irracionales y extremistas en programas como La Entrevista, La Bicha y el noticiero RCTV que lo único que destaca como noticia preponderante además del ataque a Chávez y su gestión, es la violencia en los barrios. Un noticiero de medianoche, para trasnochados, que le negaba a la gente humilde el acceso oportuno a la información.

Preguntamos por qué para RCTV la violencia, la criminalidad y las perversiones que también padecen las clases media y alta caraqueña o de Valencia o de Maracaibo, o los Altos Mirandino no fue noticia. Por qué ocultaron realidades como el consumo de drogas, la existencia de bandas juveniles, los piques, la destrucción de espacios públicos en esas urbanizaciones.

Además es falso que RCTV sea una empresa al servicio de la información libre y oportuna, porque a ese medio lo que le importa además de sus negocios publicitarios es la transmisión de programas comerciales, de supuesto alto rating, como Ají Dulce, la Rochela (que vive su peor época por la desviación del humor a lo político radical y a la venta del sexo), una larga cadena de telenovelas de muy mala calidad, enlatados reiterativos, cine repetitivo y violento y toda clase de programas cuestionables donde no se difunden valores o contenidos educativos, culturales.

Además quienes asumen hoy la defensa de RCTV y su pésima programación lo hacen simplemente por interés político, porque en su cotidianidad no se ocupan por ver sus productos televisivos, ya que son asiduos espectadores de canales como Discovery Chanel, CNN, MTV, Fox, ESPN, Televisa, Caracol, RCN, TNT, y otras tantas empresas comunicacionales extranjeras, y para colmo suelen afirmar que la televisión buena es la que promueve violencia, éxitos, consumo, música de moda, cine acción y que la TV que promociona nuestros valores y patrimonio es aburrida y tercermundista. Esta concepción es compartida por productores, empresarios, clase media, burguesía y profesionales de la comunicación al servicio de las corporaciones mediáticas.

Si miramos la realidad de la radio allí el desequilibrio a favor de lo privado y la información anti gobierno es aún peor. El 90 por ciento de la radio en AM y FM es privada. Casi toda esta agrupada en cadenas empresariales. Todos los grandes grupos económicos, financieros, nacionales y regionales, tienen allí representación. Igual sucede con la prensa escrita, que junto a la radio, aplica una crítica feroz contra el régimen de Chávez, ésta en casi el 100 por ciento es privada y se mueve sobre la base de criterios empresariales de obtención de ganancias. Veamos el caso de Upata y los pueblos del Sur. En nuestra subregión guayanesa existen más de 20 emisoras en FM, entre comerciales y cristianas, comunitarias y una oficial. Todas diariamente transmiten opinión, libre y plural, y sin trabas, ni amenazas, qué más democracia quieren. Ninguna ha sido amenazada, hostigada o semidestruida por hordas chavistas.

Lo mismo puede decirse de la prensa regional, en Guayana existen 8 medios de prensa libres, plurales, unos más que otros, independientes o gobierneros, unos más que otros, uno que es francamente opositor y negador de todo lo bueno de la gestión de gobierno y todos conviven y existen. Qué más democracia se puede pedir.

Así que el tema de RCTV no puede servir de excusa para afirmar como algunos pretenden de que en Venezuela la libertad de expresión y prensa está a punto de ser aplastada por el actual presidente. Tamaña mentira no resiste el más mínimo análisis. Es todo lo contrario. Se está dando inicio a un nuevo proceso de rescate democrático de los espacios comunicacionales del Estado porque esos son bienes públicos, que siempre habían estado secuestrados por una élite económica con vínculos estrechos con las corporaciones mediáticas de los EEUU y sus agentes de gobierno, y que jamás han tomado en cuenta la verdadera libertada de expresión del pueblo, invisibilizado, olvidado, echado a un lado, inexistente, en sus imágenes, en sus enlatados, en sus noticieros, en sus mentiras, en sus productos mercantiles. Lo cierto es que estamos inundados de mensajes y opiniones contrarias al proceso bolivariano y que apoyamos al gobierno en su proyecto de democratización auténtica de la comunicación y la información. Mientras tanto opinantes de oficio, dirigentes políticos de oposición, comunicadores, dirigentes vecinales, empresarios, profesionales, grupos elitescos, en fin, toda la fauna ideológica de los que no creen en Chávez y en sus políticas sociales y económicas, está plenamente activa, en el aire, en la radio, en la prensa regional, en la TV nacional, en la calle, en revistas, en plazas, en redomas, en universidades, en escuelas, en liceos, en todas partes, ejerciendo sin rubor ni temor alguno su derecho humano a expresar lo que le venga en gana. Esa es la verdad. Cualquier llanto de verdugo no es sino hipocresía. “Libertad cuantos crímenes se siguen cometiendo en tu nombre”.

(*)Periodista

alfreruizcorrea66@gmail.com






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