Soy venezolano que vive en los Estados Unidos. Por muchos años la única información que yo recibía acerca de los que sucedía en Venezuela era a través de lo que informaban Univisión, Telemundo y CNN en español, además de lo que cada cierto tiempo decían los canales en inglés. Lo que reportan estos medios acerca de Venezuela y del Presidente Chávez es casi siempre negativo. Nunca oímos de las cosas buenas que están sucediendo en Venezuela. Con razón la mayoría de los hispanos aquí tienen una imagen negativa de nuestro presidente. Afortunadamente ya no necesitamos depender de estos medios tan prejuiciados para saber lo que está pasando en Venezuela. Tenemos el Internet y podemos ir directamente a fuentes que nos dan informaciones más balanceadas.
En estos días leí en un periódico semanal que circula en la ciudad donde vivo una columna de Jorge Ramos, el periodista mexicano que lee las noticias vespertinas de Univisión desde Miami. Aunque he admirado a Jorge Ramos en el pasado, con el paso del tiempo he visto crecer más y más la tirria que le tiene al Presidente Chávez. Las varias columnas que ha escrito en los últimos años sobre Venezuela y Chávez han sido para decir cosas que no se ajustan a la realidad. Una vez, hace años, lo vi en una entrevista que le hiciera a Chávez y me pareció muy irrespetuosa y agresiva la manera cómo trataba al presidente, al punto que éste tuvo que interrumpir la entrevista por no poder soportar las acusaciones que Jorge Ramos le hacía. No era una entrevista, era más bien un ataque personal.
En el artículo al que me refiero, titulado “Las tres mentiras de Hugo Chávez”, Jorge Ramos acusa a Chávez de mentiroso basado en una entrevista que le hiciera en diciembre de 1998, después de las primeras elecciones presidenciales que ganara legítimamente el Presidente Chávez. Los artículos que escribe Jorge Ramos constituyen, sin duda, parte de la campaña mediática que se está llevando a cabo en contra de Chávez.
La primera mentira, según Ramos, es que el Presidente Chávez le prometió entregar el poder después de cinco años. En aquella entrevista Chávez dijo: “Claro que estoy dispuesto a entregarlo. Yo he dicho que incluso antes… si, por ejemplo, a los dos años yo soy un fiasco, un fracaso o cometo un delito o un hecho de corrupción, o algo que justifique mi salida del poder yo estaría dispuesto a hacerlo.” Jorge Ramos enseguida afirma que él mintió porque todavía sigue de presidente y que “ha amenazado con volver a cambiar las leyes para eternizarse en la presidencia.” También acusa Chávez de haber cambiado la Constitución para reelegirse. Esta es la clase de mentiras que tanto Ramos como otros como él siguen difundiendo por estos lados. Lo que él no cuenta es que hubo una Asamblea Constituyente, elegida por el pueblo, que aprobó una nueva Constitución en 1999, lo cual cambió las reglas del juego. Aunque la Constituyente fue idea de Chávez, el pueblo fue quien aprobó rotundamente la nueva Constitución, no fue Chávez. El nuevo término de la presidencia es ahora de seis años con opción a reelección y Chávez ha hecho todo de acuerdo con la ley, y ha sido el pueblo, en una democracia más auténtica que la había en la Cuarta República, quien lo volvió a elegir en el 2000, la confirmó en el referendo de 2004 y lo volvió a elegir en 2006. ¿Por qué, Jorge Ramos, no cuentas la historia como es? ¿Cuál es el propósito de tus escritos? ¿Complacer a tus jefes de Univisión?.
La segunda mentira que Ramos dice que le dijo Chávez es que él le prometió que no iría a nacionalizar ninguna empresa privada. Chávez, según Ramos, resultó mentiroso porque recientemente nacionalizó a CANTV y además “le quitó” a seis empresas extranjeras “el control de sus proyectos de la faja petrolífera del Orinoco.” Lo que Jorge Ramos no cuenta es que CANTV por muchos años fue propiedad del estado y que sólo por un corto período de tiempo pasó a manos privadas, y ahora se ha rectificado esta situación volviendo al control nacional como debiera ser. Lo que tampoco cuenta Ramos es que a las empresas petroleras extranjeras se les ha presentado propuestas, todo dentro del marco de la ley, para que Venezuela como dueña de esos recursos naturales tenga el control como debiera ser. Nada de lo que está haciendo Chávez es ilegal y todo este proceso conlleva negociaciones y compromisos de cada parte. Sin embargo, Ramos acusa al presidente Chávez de populista cuya administración “deja mucho que desear.” También mal informa al decir que “Venezuela sufre la más alta inflación del continente, la cual afecta, sobretodo, a los venezolanos más pobres.” Creo que Jorge Ramos, si quiere ser un periodista balanceado, necesita informarse mejor antes de escribir como lo hace.
La tercera mentira de Chávez, dice Jorge Ramos, es que él dijo que nunca nacionalizaría ningún medio de comunicación privado. En la entrevista de diciembre de 1998 el presidente Chávez dijo, como lo cita Ramos: “Basta con el medio del estado. El estado tiene el canal 8, Venezolana de Televisión… con los demás canales yo tengo las mejores relaciones… deben seguir siendo privados. Más bien, estamos interesados en que se amplíen y se profundicen.” Para Ramos, Chávez ha mentido al no renovarle la licencia de transmisión a RCTV (y menos mal que dice “no renovarle” en vez de “cerrar”). Nuevamente en esta sección Jorge Ramos descarga su odio contra el gobierno de Chávez al llamarlo “autoritario, monopolizador del poder, que rige en Venezuela.” ¿Por qué no cuenta Ramos sobre el papel de RCTV al igual que Globovisión y otros canales opositores en el golpe de estado que tuvo lugar en 2002? La relación que tenía Chávez con los medios de comunicación en aquel diciembre de 1998 era muy diferente de la que se desarrolló años después cuando estos medios se prestaron para fomentar el odio y el descontento y conspiraron abiertamente contra un gobierno legítimamente elegido. Si algo como lo que hicieron los canales en Venezuela para tratar de tumbar a Chávez lo hiciera algún canal de televisión o medio de comunicación aquí en Estados Unidos no habría duda que lo habrían cerrado inmediatamente. Aquí no se hubieran esperado hasta que se le venciera la concesión.
Al final, Jorge Ramos, como todos los que escriben contra Chávez tiene que decir algo sobre la amistad de Chávez con Fidel: “En esa entrevista Chávez también me aseguró tajantemente que Cuba ‘sí es una dictadura’. Son sus palabras textuales. ¿Se lo habrá dicho también en su cara a Fidel y a sus amigos de Cuba?” Ninguna noticia, ninguna mención de Chávez, aquí en Estados Unidos es completa si no menciona algo de su relación con Fidel Castro y Cuba. Esto es, sin duda, para agradar a la comunidad cubano-estadounidense de Miami, perennes y vitriólicos enemigos de Fidel.
Así que, Jorge Ramos, Chávez no te mintió. En 1998 la realidad venezolana era otra. Las circunstancias han cambiado notablemente y debes tomarla en cuenta, si quieres mantener tu objetividad. Si deseas ser un periodista respetado, equilibrado y objetivo debes contar la historia cómo es. A propósito, noto que incluíste una posdata en tu artículo donde te quejas que has solicitado otra entrevista con el presidente Chávez y que no te han respondido. Creo que a menos que cambies tus modales y mejores tus aptitudes periodísticas no mereces una entrevista con alguien a quien constantemente vilipendias y ultrajas con tu pluma.
– jtguerra@email.com