El periódico El País de Madrid no conoce de valores, sino de intereses. Ésos son los que tiene en Venezuela a través de sus empresas y de la relación con grupos económicos con intereses en Venezuela (el fichaje de Moisés Naim no es una casualidad ni la relación de Vargas Llosa con Gustavo Cisneros). El País inició hace años una campaña mezclada de guerra sucia contra el gobierno legítimo y democrático de Venezuela con el infantilismo propio de la ignorancia de sus periodistas, que parecen sacados de un programa infantil o de la serie de los sesenta Perdidos en el espacio.
Aquí se rompen los esquemas, porque podemos comprobar leyendo sus páginas que la ficción supera a la realidad cada vez que tocan (distorsionan torpemente) el tema de Venezuela y su gobierno, repito otra vez porque non aparece nunca escrito en El País, legítimo y democrático.
En portada el sábado 10 de mayo aparece el siguiente titular firmado desde Bogotá por Maite Rico: Los papeles secretos de la guerrilla colombiana/1. Chávez financió y proporcionó armamento a las FARC. Jóvenes chavistas entrenados por el grupo armado.
Dos páginas enteras le dedican, la 4 y 5, y la verdad es que son muy tristes argumentalmente, es como si Alfredo Peña escribiese desde su escondite.
El adefésico-montaje lo sacó la CIA y el gobierno de Uribe de la serie Misión Imposible y consiste en asesinar a Raúl Reyes mediante un ataque terrorista perpetrado por la aviación colombiana y asegurar, una vez recogidos los “trofeos” muertos y exhibirlos como animales ante las cámaras, que se “salvaron” tres computadores portátiles de color negro en la que los comandantes de las FARC se enviaban correos electrónicos y se comentaban (utilizando claves propias del inspector Gadget) que “Ángel” (Chávez) “les había dado 200 millones de euros, fondos de PDVSA para pagar los abogados de Simón Trinidad y la posibilidad de un negocio en el que nosotros (FARC) recibimos una cuota de petróleo para comercializar en el exterior, lo cual nos dejaría una jugosa utilidad”.
De más está decir la dificultad de vender y comercializar petróleo, desde carpas en la selva, sobre todo para una organización guerrillera que como sistema informático depende de generadores y de tres portátiles.
Pero El País de Madrid y la protagonista de programas para adultos infantiles, metida a periodista, Maite Rico van más allá. Según esta cómica de la palabra la fábrica de fusiles AK 103 y municiones se montó en Venezuela para pertrechar de armas a las FARC, pues se construyen de calibre 7.62 que no es el más usado, pero sí el que usan las FARC. Sherlock Homes vive en Bogotá.
Pero, para mantener la careta de “comunicación imparcial” El País ofrece las declaraciones de Caracas en las que niegan su relación con las FARC. Su embajador en Madrid, Alfredo Toro Hardy, aportó los testimonios de reconocidas personalidades políticas, no chavistas, como el secretario general de la OEA, el chileno Insulza, que niega la vinculación del gobierno venezolano con la insurgencia colombiana. El embajador venezolano suma a la lista al propio gobierno de los Estados Unidos que el 30 de abril presentó el informe de 2007 sobre el terrorismo en el mundo elaborado por el Departamento de Estado (el gobierno de Estados Unidos a diferencia de El País sí tiene miedo al ridículo) en el que no se atreven a calificar al gobierno de Chávez xomo colaborador de ningún grupo, de los que ellos califican como “terroristas”.
Pero además el embajador Toro Hardy añadió a la lista a 21 expertos y académicos de Washington (que jamás podrían escribir en El País), entre ellos John Womarck profesor de Historia de Latinoamérica en Harvard y Lary Birns, director del Consejo para Asuntos Hemisféricos de la ONU, que detectaron incosistencias entre las declaraciones del gobierno colombiano y los documentos “hallados” en el computador de Raúl Reyes.
La verdad es que es extraño que no le añadieran a los “hallazgos” en el computador de Reyes los números de lotes de envío de cargamentos de drogas o correos electrónicos entre Reyes y los principales capos de los carteles de Colombia para así matar tres pájaros de un tiro.
Tétrico, aburrido, soez resulta leer esta lista de disparates mal intencionados, intelectualmente pobres y disparatados. Si dedicaran portadas y páginas enteras a las relaciones de Uribe con el narcotráfico y el paramilitarismo tal vez El País de Madrid podría dejar de llamarse esperpéntico pasquín y subir al peldaño de Hoja Parroquial Dominical. Ya no estamos en septiembre de 1939 cuando las portadas de toda España colocaron una esperpéntica primera página con el siguiente titular: “Polonia ataca Alemania".
Xurxo Martínez Crespo, xurxomartinez@cantv.net es el responsable de la edición Vieiros-Venezuela http://www.vieiros.com/edicions/20/venezuela
