Por casi tres
años viví en Nicaragua, aprendiendo de ésta y su realidad. Trabajé
con orgullo por lo que creo, un cambio para el bien de los pueblos,
mi pequeño aporte de ser revolucionario en mí, es mi trabajo.
Respeto a esta
patria de hombres y mujeres dignos con los que me relacioné en
38 viajes de Nicaragua a Venezuela, en donde operamos por medio de la
llamada “Misión Milagro” a tres mil pacientes de escasos recursos
de los diferentes municipios. Entre éstos puedo mencionar: Catarina,
San Juan del Sur, Palacagüina, San Lorenzo, Ocotal, La Concordia, Bonanza,
Muelle de los Bueyes, El Jicaral, Tisma y muchos más de todo el país.
Llevamos a
todos estos pacientes para ser operados de la vista y pudiesen luego
tener el milagro de la visión nuevamente, algo sin precio, dado con
mucho respeto, en lo que se articularon entes del gobierno como el Ministerio
de Salud, la Asociación Nicaragüense de Alcaldes Democráticos, ANAD,
Aeropuerto, Migración, Iglesias, Comité de Solidaridad, en fin, con
una logística bien preparada y planificada para llevar a cabo tan importante
ayuda humanitaria a los hermanos nicaragüenses.
Comento lo
anterior, ya que aún sin estar en este hermoso país de lagos, lagunas
y volcanes, y, por supuesto de gente cálida y amable, por Internet,
constantemente leo en primera plana cuestionamientos acerca de nuestra
“ayuda” pidiendo “cuentas”, sin querer ver muchos resultados.
Lamentablemente
existen medios de comunicación que nunca entrevistaron a uno de los
pacientes de Misión Milagro o no fueron capaces de acompañarnos a
uno de nuestros viajes. A lo mejor es muy difícil que lo bueno sea
noticia. Veo con frecuencia noticias que cuestionan nuestra cooperación
venezolana, la que parecen presentar como algo malo o diabólico, en
cambio se rasgan vestiduras por “ayudas condicionadas” que se van.
El Presidente
Hugo Chávez es parte de Venezuela, pero tras él, a su lado, estamos
muchos y muchas que creemos en la revolución y somos parte de ésta,
somos venezolanos creyendo en proyectos sociales de cooperación, como
la Misión Milagro, que permite dar la mano amiga a Nicaragua, sin esperar
algo a cambio.
Por amor a
la tierra de Sandino, Rubén Darío, Carlos Fonseca y muchos hombres
y mujeres de esta patria linda.
*Segundo Secretario en ComisiónCoordinador de la Misión Milagro
garzaen2@yahoo.es