Cuando un pueblo o una sociedad decide emprender un camino de transformación y más en nuestra América Latina que ha estado 500 años sometida a constantes intervenciones por parte de potencias extranjeras, primero la colonización española y luego la intervención gringa que no fue a través de sus ejércitos genocidas sino a través de sus trasnacionales y su modelo de sociedad, consumista, depravada y drogadicta, que intentaron vendernos -con éxito por cierto- que así era el mundo desarrollado, que así vivía la gente moderna y exitosa, en fin el mundo y la sociedad al cual cualquier país tercermundista debía aspirar.
En este momento histórico, cuando se discute y se aprueba una nueva Ley Orgánica de Educación y por supuesto se oyen los mismos ladridos de siempre de la burguesía y pequeña burguesía, infame y disociada; me viene uno de mis primeros recuerdos de la infancia cuando estaba en primaria y las maestras nos daban esos dibujitos prediseñados donde aparecía el indígena con esa gran sonrisa y el conquistador con otra más grande en un marco de increíble cordialidad, y la conquista no había sido ese genocidio horrible sino un lindo acto de “descubrimiento” en que los españoles vinieron a educarnos en esa “hermosa cultura, como la europea” y a mostrarnos todas las ventajas de su grandiosa “civilización occidental”. Pensar en eso y no reflexionar sobre la importancia de construir un nuevo modelo educativo es invisibilizar, desconocer nuestra realidad como sociedad, pero más como pueblo oprimido por un salvaje modelo como el modelo neoliberal.
Quizás esta no sea la madre de todas las leyes de educación, sin embargo sigo creyendo que es un importantísimo paso para la construcción de ese modelo educativo que quisiera para mis hijas y para nuestro pueblo.
No puedo dejar de creer que este nuevo modelo de educación, que repito debemos seguir construyendo, debe permitir que nazca ese nuevo hombre y esa nueva mujer que construya una nueva sociedad pero que también de una vez por todas de al traste con estos medios de comunicación y la élite burguesa que la controla. Es increíble e indignante ver y escuchar como cada uno de esos que viven diciendo que aquí no hay libertad de expresión, que los chavistas son hordas violentas, llamarnos focas, brutos, ignorantes y todo lo que a usted se le ocurra pensar sin que haya el menor llamado de atención, la menor sanción, solo por el hecho de apoyar este proceso de cambio y lo peor es que este tipo de gente es la que nos tiene acostumbrado a insultar, humillar y vejar a todo un pueblo y ni siquiera tienen la decencia de leerse una Ley y ni siquiera de mostrar el menor conocimiento sobre lo que se esta discutiendo, solo se trata de manipular, ofender, desviar, descalificar; todo en nombre de una mal llamada libertad de expresión que todos los días violentan y la cual ha sido secuestrada por un grupito elitesco y fascista que desprecia al pueblo y solo busca seguirlo oprimiendo en nombre de sus privilegios y prebendas.
Más que nunca el tema de la educación en nuestro país es vital para nosotros y no acaba con la aprobación de esta Ley, la batalla apenas comienza, no solo contra esta oposición nefasta que nos toca combatir sino con las mentes pseudoelitescas y aristocráticas de una academia exquisita que insiste en llamarse de izquierda pero que en las practicas son tas burgueses y neoliberales como los otros, y tenemos el compromiso de seguir construyendo en colectivo junto al pueblo la educación Bolivariana y Robinsoniana que todos queremos y necesitamos.
Simon_parraga@yahoo.es
