Estaba allí en la rueda prensa convocada por Alberto Federico Ravell, al lado del micrófono desde el que hablaban los periodistas. No sé si era la moderadora del acto, pero su cara de concreto armado, su incólume mole con su cara de búho se imponía sobre todos los demás. Ella era la indicada para representar a todos los medios hispanos poderosos en aquel “memorable acto”, la ministra plenipotenciaria del señor Bobolongo.
De rostro amargo, digo, en una amargada por naturaleza (tras la que se esconde una inmensa bobera): cero sonrisa, cero talento, mucha rastrera cordialidad, cero simpatía; seca, dura, de esa peste o gentuza que buscan para representar las tétricas películas sobre nazismo; de las más impertérritas palangristas residentes en Venezuela. Corresponsal de los diarios españoles El País y ABC.
En un reportaje que envió para El País sobre el golpe del 11 de abril de 2002, esta hija mimada del polanquito Bobolongo, sin prueba, análisis ni investigación periodística de tipo alguno señaló que los muertos eran responsabilidad exclusiva del presidente Chávez. Su titular fue “Los tiroteos de grupos chavistas causaron hasta 24 muertos”. Esta virulenta palangrista Ludmila Vinogradoff, aludía el 14 de abril al “luto de los caraqueños por los 16 primeros mártires de la democracia, muertos a balazos el pasado jueves por manifestarse en la calle contra el ex presidente Hugo Chávez.” Vinogradoff señalaba a Chávez como el inductor de los disparos que causaron la muerte a los manifestantes y afirmó que los militares se opusieron y desobedecieron su orden de utilizar la fuerza armada para reprimir al pueblo; y terminó escribiendo que fue necesario sacrificar varias vidas para que [Chávez] dejara el cargo, del cual sale con las manos manchadas de sangre. Ya no puede lucir una imagen glorificada de mártir o víctima de la oposición, sino de ‘asesino’, como se lo echaron en cara sus compañeros de armas. No satisfecha con eso, acusa directamente a los grupos armados bolivarianos de ser quienes dispararon a mansalva contra los indefensos manifestantes.
Ludmila Vinogradoff es pues, la amargada faldera más adorada por el descabezado torpedo de Bobolongo, una delirante y compulsiva mentirosa. Pero cuidado, esta tipa no es bipolar como dicen por ahí, es totalmente unipolar: en su vida no hay sino una sola loable fijación para su alma: Chávez, Chávez, Chávez,… Su estilo se resume en la siguiente presentación de una declaración de Chávez (20/02/10) sobre Las Malvinas, publicada en ABC, con el titular “Chávez: «Váyanse de ahí, devuélvanle las Malvinas al pueblo argentino»”, en la que comienza de este modo: “No sorprende su apoyo a la presidente Cristina Fernández de Kirchner. El mandatario venezolano Hugo Chávez se solidarizó de inmediato con el gobierno argentino y pidió a Gran Bretaña retirarse de las islas Malvinas…” La tía está brava porque Las Malvinas deben ser pues del imperio británico, “como ordena la ley internacional de repartición de tierras establecido en el siglo XVI…” Toma, la putada.
Desde el 2000, esta señora Ludmila viene escribiendo incansablemente contra Venezuela, con insidia y desbordada idiotez y locira, sólo por dinero, claro. A punto de terminar el año 2009, ella tenía que marcar la nota de su luminosos servilismo a todos los grandes mandones de la prensa hispana y publicó (25/12/09) en ABC su más acabado artículo “Annus horribilis a la venezolana”, en el que no dejó de sopesar esa bilis en la que hierven los escuálidos. Señalaba en él: “Tras haber superado el trauma que le produjo el “por qué no te callas” del Rey Juan Carlos, aún fresco en la memoria colectiva, el presidente Hugo Chávez empezó 2009 con un referéndum para reelegirse sin límites cuantas veces se le antoje [¿y qué tiene de malo, pendeja?]. Esta enmienda a la Constitución, aprobada el 15 de febrero con el 54 % de los votos, fue rechazada junto a 69 proyectos de ley en un referéndum anterior que había ganado la oposición [lo que prueba que el pueblo no rechazaba entre las 69, lo referente a lo de la reelección].”
Y continúa de este jaez la amargada: “Con ese resultado, el mandatario se siente apoyado para profundizar la revolución y avanzar en su socialismo siglo XXI, inspirado en el modelo comunista cubano. Pese al rechazo generalizado [¿cuál?], impone 26 decretos ley socialistas y le quita competencias, atribuciones y presupuesto a la Alcaldía Metropolitana de Caracas y a su alcalde, Antonio Ledezma.”
“También reforma la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, incorporando un quinto componente: las milicias populares que estarán bajo su mando. Su objetivo es defender la revolución [and so what?]. Sería la guardia pretoriana del presidente y el brazo armado del Partido Socialista Unido de Venezuela. [de dónde sacaste eso, amargada]”.
No se le escapa a su Uribito al que ama, y mete la cuña: “Se profundiza el conflicto con Colombia al congelar relaciones diplomáticas y comerciales con el pretexto del acuerdo de las bases militares con Estados Unidos. Esto deteriora el suministro y produce escasez de los productos básicos que consumen los venezolanos. Mientras Caracas destruye puentes fronterizos, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC, campean en Venezuela como Pedro por su casa. Según el informe de la Comisión de la Verdad de Ecuador, la guerrilla tiene comandos operativos en Venezuela, cuyas autoridades hacen la vista gorda.” Abrase visto tamaña loca, pero ya uno ve a Bobolongo pasándole un bono extra por solidario comportamiento con su empresa. No hay desperdicio en sus barbaridades y agrega: “Chávez pierde parte de su influencia y liderazgo continental. El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, se hace sentir como el gran líder de la región. Y Chávez, en su afán por recuperarlo, adopta actitudes que rayan en el histrionismo. Su política exterior fracasa en restituir al presidente depuesto Manuel Zelaya. Su luna de miel con el iraní Ahmadinejad se fortalece con los convenios de cooperación. Los planes armamentistas se amplían con Rusia (la factura podría llegar a los 10.000 millones de dólares). También profundiza la relación con su amigo Fidel Castro y los cuatro aliados de la Alianza Bolivariana, Alba: Cuba, Nicaragua, Bolivia y Ecuador.”
Y continúa con esta linda putada: “La venezolana Stefanía Fernández, Miss Universo 2009, logra ser coronada por su compatriota Dayana Mendoza, lo que marca un hito histórico en este tipo de concursos y da un soplo de alegría y esperanza a sus desanimados fans.” Se entiende que ella se encuentra entro los que reciben ese halito de alegría, como perfecta sifrina y seguidora de las bazofias de la prensa rosa tal cual lo hace la inmensa mayoría de los gachupines del PP y del PSOE.
Nada se le escapa el detalle sobre el movimiento estudiantil “que es reprimido con fuerza por protestar contra la violación de los derechos humanos y los presos políticos. Muchos de los estudiantes se cosieron los labios hasta lograr que la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos atendiera el caso venezolano.”
“Las expropiaciones de fincas se multiplican. Los ganaderos y la patronal Fedecámaras denuncian que el gobierno impulsa la toma de tierras productivas y no las ociosas. El gobierno toma el control de 2,5 millones de hectáreas en plena producción privada y ahora, con su gestión, ya lucen abandonadas.”
“La catástrofe económica derivada de la caída de los precios petroleros es camuflada con 2 % del PIB, una inflación del 27 % y el estancamiento de la actividad. Reforma la ley del Banco Central de Venezuela para otorgar poder absoluto al Jefe del Estado, designar a sus autoridades monetarias y poner en marcha la maquinita de hacer billetes.”
Ella dice por todo el cañón: Mi compromiso con la verdad me guía en los momentos más difíciles, y que el periodismo consiste en tener paciencia, leer mucho y escribir aunque sean poemas. Qué será lo que esta señora entiende por poemas, ¿cagadas de paloma?
Agrega: “El mandatario también manifiesta su intención de eliminar la separación de poderes consagrada en la Carta Magna y ordena la aprobación legislativa de dos proyectos como la Ley de Participación y Poder Popular de las Comunas, que impulsan la propiedad social y las comunas en perjuicio de la propiedad privada. Los venezolanos asisten al entierro de su joven pero moribunda Constitución, con apenas 10 años de vida, sin que se haya decretado su muerte oficial todavía.”
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