Caracas, 3 Oct. ABN.- Es necesario que el socialismo transforme el diseño jurídico y económico de la propiedad privada de los medios de producción y la regule mediante el Estado, señaló el fiscal general de la República, Isaías Rodríguez.
Su afirmación la hizo en el programa radial Fiscalía Contigo, número 30, del Ministerio Público, transmitido por Radio Nacional de Venezuela (RNV).
Rodríguez, para sostener su tesis, partió de la idea de lo que es el socialismo:
«El socialismo es la transformación sustancial del diseño jurídico y económico de la propiedad privada de los medios de producción para crear una sociedad más justa, en la que el derecho de propiedad sobre esos medios de producción esté regulado por el Estado para promover la igualdad entre los ciudadanos».
Indicó que, efectivamente, dentro de este mecanismo se da el proceso de socialización de las fuerzas productivas, que desborda la fábrica y abarca completa a la sociedad y al abarcarla, entrelaza toda la economía, la tierra, los fertilizantes, los tractores, la energía eléctrica, los combustibles y todas las demás ramas que sean inherentes a ella.
Existe una necesidad de que la riqueza social se reparta igualitariamente en beneficio de toda la sociedad. La propiedad privada de los medios de producción frena, de alguna manera, el desarrollo de la sociedad y es por ello que debe ser regulada, entre otras formas, mediante la planificación, recalcó.
El fiscal explicó que la ausencia de control de este proceso productivo es lo que dio origen y continúa dando origen a lo que los economistas denominan oferta y demanda y eso coloca, quita y varía los montos de los precios y además arruina a los capitalistas más débiles, sobre todo cuando los productores fuertes se agrupan y fijan de común acuerdo la cantidad de bienes que deben producir, la cuota que les corresponde a cada uno y el precio que debe recibir por cada producto o cada servicio.
Refirió que este sistema obliga al Estado a hacerse cargo de las empresas de poca rentabilidad, cuando éstas tienen una destacada importancia estratégica para toda la sociedad.
Apuntó que en algunos casos, el Estado tiene que hacerse propietario de ellas o regularlas para que no se distorsionen las necesidades sociales.
Asimismo, el fiscal aclaró que la actual Constitución sí contiene afirmaciones socialistas y para muestra de ello citó el artículo 2, que expresa lo que es el socialismo sin nombrarlo.
«Es un socialismo centrado en el humanismo que prioriza intereses colectivos frente a intereses de grupos o personas», tal y como lo describió el diputado a la Asamblea Nacional (AN) Mario Isea, mencionado por Rodríguez.
El fiscal recalcó que la reforma recoge 11 veces el término socialista en 11 artículos diferentes y, a su vez, no hace otra cosa sino desarrollar, sin ambigüedad, el artículo 2 de la actual Carta Magna.
Este artículo reza lo siguiente: «Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de derecho y de justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político».
«Quiero concluir este comentario afirmando que no hay todavía en el mundo Estado alguno verdaderamente socialista; que éste no se puede decretar ni con una Constitución, ni mediante una ley; que es un largo proceso de transición en el cual pueden caber una, dos o tres generaciones y que la aspiración de esa transición es la independencia de los pueblos oprimidos por el colonialismo», agregó.