Buenos Aires, 9 de enero. Las periodistas Verónica Lázaro y Carina Álvarez fueron hospitalizadas esta tarde después de estar retenidas dos días en la sede del Canal 9 de televisión, en condiciones “inhumanas” por orden del empresario mexicano–estadunidense, Remigio Ángel González, quien preside el grupo propietario de esa emisora y otros medios en Argentina.
Las periodistas eran parte de un grupo de cinco profesionales que se reintegraron a su trabajo el pasado 7 de enero, después de haber sido despedidos, y desde entonces permanecieron encerrados en una oficina, sin baños, sin ventilación, como verdaderos rehenes, denunciaron los delegados gremiales y dirigentes de la la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA).
Ayer, a última hora de la tarde otro periodista fue atendido por una seria descompensación por las condiciones en que permanecieron cuando la empresa no dejaba trabajar a los delegados ni a los dirigentes de la UTPBA. El hecho fue denunciado ante el Ministerio de Trabajo y la denuncia fue elevada a organizaciones internacionales de periodistas.
“Convertidos en virtuales rehenes de la empresa propiedad de un grupo mexicano-estadunidense que preside Remigio Ángel González, los periodistas permanecen en un lugar cerrado, sin ningún tipo de ventilación. A raíz de que la empresa les negó la posibilidad de usar un baño, los periodistas improvisaron uno en el mismo lugar en que se encuentran retenidos” denunció la UTPBA, anoche.
Asimismo, informó sobre la historia de Remigio González, residente en Miami quien se convirtió en las últimas dos décadas en uno de los magnates de medios más importante de Centroamérica.
González, a quienes medios argentinos se refieren como El Fantasma, acaba de comprar 10 por ciento de las acciones de Bolivisión, en Bolivia, “que hasta entonces estaba en manos de una Sociedad de Responsabilidad Limitada, montada por Ernesto Asbún, el ex dueño del Lloyd Aéreo Boliviano (LAB), antes de fugarse del país por malversación de fondos”.
González es mencionado como dueño de la mayoría de los medios de Guatemala, “donde hizo su fortuna, y según numerosas ONG, haciendo numerosas adquisiciones apoyado por los dictadores de turno, los generales Romeo Lucas García y Efraín Ríos Montt”, agregó la UTPBA.
No es la única situación grave para los periodistas, ya que entre los varios conflictos abiertos por el flamante intendente de Buenos Aires, el empresario derechista Mauricio Macri, se encuentra el despido de siete periodistas de Radio Ciudad, emisora del gobierno capitalino.
“Seis productores periodísticos y un cronista del informativo dejaron de pertenecer a la planta bajo la excusa de la finalización de sus contratos, modalidad que desconoce una relación de dependencia y encubre una clara condición de precariedad laboral”, denunció la UTPBA.
Tras la asunción –hace un mes– del nuevo gobierno de esta capital, el empresario Mauricio Macri decidió entre sus primeras medidas, junto al despido de periodistas, el de más de dos mil 300 trabajadores contratados.
En tanto, la Asociación de Trabajadores del Estado hizo un un paro y se manifestó en Buenos Aires por los despidos y también por la decisión de Macri de intervenir y desregular la obra social de los municipales, tal como hizo el ex presidente Carlos Menem en su momento, dejando “tierra arrasada” en el campo de la salud.