Llegó la hora de dotar a los movimientos sociales de grandes medios de comunicación

(VIDEOS) Gonzalo Gómez en el Foro "Polo Patriótico y Comunicación Popular"

Gonzalo Gómez en el CIM

Gonzalo Gómez en el CIM

Credito: Prensa CIM

Realizado el 22 de octubre de 2011, convocado por el Centro Internacional Miranda (CIM). Además de Gonzalo Gómez Freire, uno de los fundadores de Aporrea.org e investigador del CIM, en este foroparticipó como ponente Miguel Angel Pérez Pirela, filósofo y conductor del programa de VTV "Cayendo y Corriendo", la periodista y productora de radio Cristina Gonzalez y el comunicador popular de la Asociación Nacionalde Medios Comunitarios, Libres y Alternativos, Fernando Pinto.

Texto de la Intervención de Gonzalo Gómez:

Quisiera comenzar haciendo referencia al contexto global, internacional en que nos encontramos, que de alguna manera abordó Cristina González, cuando señaló la ofensiva que ella intuye que apunta a un proceso de recolonización y de establecimiento de una especie de gobierno mundial, por parte de las potencias imperialistas, donde la guerra mediática, la guerra de IV generación, juega un papel muy importante para generar confusión, para domesticar las conciencias o para manipular simplemente.

Pero esa es una cara de la moneda. La otra cara de la moneda es que así como el imperialismo protagoniza invasiones, se trata de imponer paquetes de ajuste brutales a los pueblos; los pueblos están reaccionando, se están levantando y lo están haciendo de una manera inusitada, expandiéndose los movimientos de protesta por todo el mundo, incluso en el corazón del imperialismo y de las grandes potencias europeas, con el fenómeno de los ocupantes de Wall Street y de muchas ciudades norteamericanas, con el fenómeno de los indignados en España y otros países de Europa, con las huelgas generales que han impulsado en Grecia, los estallidos que como el Caracazo ocurrieron en Inglaterra, en Londres.

Entonces, el imperialismo tiene quizás una contraofensiva; no sabemos si es huir hacia delante… de qué se trata, porque hay una crisis descomunal del sistema capitalista mundial, pero los pueblos también están respondiendo con particulares con formas nuevas, donde a veces pareciera que fueran redes de individualidades que de repente se conjugan entre sí, aparecen y toman plazas, pero donde también hay movimientos colectivos, organizaciones en desarrollo y en formación, de nuevos tipos. Y algunas de las organizaciones, digamos… “tradicionales”, entre comillas, o que quizás eran menos desarrolladas, menos conocidas… Pero, siguen estando organizaciones sindicales, organizaciones políticas de izquierda que se vinculan con estos nuevos fenómenos y esto tiene también una expresión comunicacional.

Pero, ¿por qué lo señalo? Porque nosotros, nos anticipamos con nuestro 27 de febrero, nuestro Caracazo de 1989. Eso fue la catapulta que impulsó la respuesta, la reacción, de un sector militar vinculado a las masas populares, y después nos llevó al triunfo electoral de nuestro Presidente Chávez en 1998 y al inicio del proceso constituyente en 1999, pasando por la confrontación contra los intentos de golpe de Estado y la declaración de esta revolución como antiimperialista y como una revolución de vocación socialista, se habló del inicio de un proceso de transformación de transición al socialismo. Eso en lo que nosotros fuimos pioneros y en lo que esta revolución se estableció como punto de referencia, como una luz para el resto del mundo, cuando no había protestas prácticamente en ninguna otra parte y que luego fueron continuadas con los procesos de Bolivia y de Ecuador… Eso también ha llevado a que después de más de una década, también en medio del aislamiento, en medio del sabotaje, en medio de presiones, el proceso ha tenido sus oscilaciones, el proceso ha tenido sus desgastes, ha habido una dinámica y unos mecanismos en los cuales la velocidad del proceso revolucionario para implantar los cambios se ha venido quedando, muchas veces, rezagada frente a la velocidad del proceso de corrupción de los cambios mismos, el proceso de burocratización, el Estado burgués resistiéndose a morir y fagocitando, incorporando y asimilando a buena partes del funcionariado del Estado y de las instancias de gobierno, donde entonces nos encontramos que junto con la cantidad de conquista inmensas fenomenales desde el punto de vista democrático de avances en materia de soberanía, de conquistas sociales que han permitido, sobre todo, reducir la pobreza extrema y mejorar el nivel educativo del pueblo; nosotros también encontramos que hay cosas que se vienen manejando mucho en la propaganda, también en la mediática, pero que el pueblo siente que no se terminan de cumplir en la realidad.

Y nosotros tenemos que tener mucho cuidado, porque el problema de la mediática, el problema del uso de la información para defenderse de las amenazas de la burguesía y de los sectores contrarrevolucionarios, también puede ser un bumerang, si no reconocemos las realidades, si no reconocemos las debilidades, si no se abre el espacio a la crítica revolucionaria y popular dentro de los medios del Estado.

Eso es una vulnerabilidad inmensa, porque la gente lo percibe, se da cuenta. Y la gente va adonde tiene la posibilidad de que se le abra un micrófono, así sea muchas veces para manipularlos, engañarlos, utilizarlos como si fueran parte de un circo, para que sea al servicio de los propósitos de la contrarrevolución, como lo hacen los señores de Globovisión y como lo hacen muchos medios de comunicación privados. El espacio que no se le abre al pueblo, es llenado por otras opciones que comúnmente pueden ser las peores.

Entonces, nosotros tenemos que reflexionar a lo interno, sobre el papel de la comunicación. Y ahí es donde está el ejemplo de los medios de comunicación comunitarios y alternativos, que si bien no faltan los clientelares y los domesticados, los que se convirtieron en pequeñas empresillas de generación de recursos, donde se atornilla una familia en la posesión de un pequeño medio que debe pertenecer a una parroquia o a todo un municipio o a los consejos comunales -eso también sucede- pero, allí están ejemplos de vinculación con la actividad y la lucha de los movimientos sociales y de las formas de organización que están generando nuestro pueblo donde se visibilizan esa luchas, cosa que muchas veces no ocurre con los medios públicos. Los de la derecha distorsionan y manipulan, y muchas veces algunos medios públicos, por aquella acción defensiva de querer evitar la crítica y no mostrar los blancos débiles…

Entonces, el propio pueblo, con su lucha, que forma parte de las “Tres Erres” (revisión, rectificación y reimpulso), que forma parte del reimpulso de la revolución, que forma parte de la revisión de aquellas cosas que hay que mejorar, que hay que cambiar y que el propio Presidente Chávez también hace ese llamado, se encuentra con que resulta que el aparato del estado no responde así y también contribuye a invisibilizar, y no ofrece, muchas veces, las cámaras o ni siquiera cuando hay movilizaciones de movimientos sociales importantes muy significativos no son recibidos (los voceros y voceras del pueblo, los luchadores y luchadoras sociales) en algunos espacios institucionales, donde deberían ser los primeros en salir a su encuentro.

Si en este país hay una marcha de la clase trabajadora para reclamar sus derechos y profundizar la revolución, si en este país hay marcha de los movimientos campesinos, de los pobladores urbanos que están luchando por la tierra, de los distintos colectivos y sectores que están peleando por alguna razón, peleando en el marco de una lucha de clases y no son recibidos por el propio gobierno o no hay la apertura de los medios del Estado, nosotros estamos actuando contra la revolución misma y estamos escupiendo hacia el cielo.

Así que tiene que haber apertura, tenemos que dar el ejemplo. Ah!, pero esto ocurre porque el Estado burgués es así, aun incluso con compañeros que están en cargos significativos e importantes, aunque que vengan del movimiento popular, aunque vengan de abajo como nosotros, porque ese aparato y esa herramienta no nos sirve para gobernar en revolución. Tiene que haber gobernabilidad revolucionaria, compartiendo ese poder, como se ha dicho muchas veces: mandar junto con el Presidente Chávez.

Pero, para mandar con el Presidente Chávez… ¿Cómo es que mandamos? ¿Con qué instancias? ¿Con qué estructura e instrumentos lo hacemos? No puede ser el viejo Estado burgués que tenemos que demoler.
Bueno… los movimientos sociales buscan agruparse, han intentado en distintas ocasiones unificarse. Recuerdo que después de haber enfrentado el golpe de Estado de 2002, incluso nos movilizamos hacia los medios de comunicación privados y tratamos de ocuparlos, no para destruirlos, ni para quemarlos, si no para tomarlos en manos del pueblo. Pero hubo una concepción allí… de que… en nombre de la “paz” había que buscar una conciliación, un equilibrio… y perdimos una oportunidad formidable, porque ellos estaban en flagrancias, involucrados en crímenes atroces y en el marco de un golpe de Estado, coaligados con el imperialismo, con una potencia extrajera que estaba también metida detrás del golpe contra el Presidente.

Nosotros dejamos pasar esa oportunidad, a pesar de que el pueblo también señaló el camino, porque rodeó todos los medios de comunicación privados y estuvimos a punto de tomarlos en nuestras manos y en algunas movilizaciones incluso los obligamos a que se pusieran a trasmitir en vivo nuestros panfletos y nuestros comunicados, como el documento contra el psicoterrorismo mediático, que leímos frente a las cámaras de Venevisión el 10 de enero del año 2003… Derribamos el alambre de púas que habían colocado como “comité de recepción”; alguien saco una puerta no se sabe de dónde y la tiró encima (de la alambrada) y por ahí pasamos y llegamos a la entrada de Venevisión, y tuvieron que bajar sus directivos e incluso tuvieron que comprometerse a ofrecer espacios para los movimiento sociales en esa televisora, programas… Nos faltó la fuerza, nos faltó la claridad, nos faltó el apoyo de aquellos que tenían sus responsabilidades dentro de posiciones de gobierno, para que eso fuera realizado. Por el contrario, después fuimos más bien a una situación de acuerdo, de convivencia con los señores delos medios de comunicación del capital, que hoy sobreviven allí con sus dobles mensajes, haciendo creer que son equilibrados y son una daga que se nos está incrustando por la espalda.

Entonces, el Gran Polo Patriótico, viene a ser continuación de los esfuerzos de los movimientos sociales por agruparse en la lucha, pero donde a menudo la política cotidiana ha conspirado contra sus intentos unitarios y se les ha fragmentado, buscando encamisarlos en una forma determinada de organización. Si bien la mayoría nosotros militamos en el PSUV, estamos también en los movimientos sociales que deben ser respetados, con su autonomía, con sus características, que no se les puede imponer las líneas desde una organización política, que debe haber en todo caso mecanismos de participación democrática muy claros para que realmente sean los movimientos sociales quienes tenga expresión en la conducción del partido y no al revés. Tienen que ser los trabajadores, los campesinos, los indígenas, los pobladores urbanos, quienes controlen la dirección del partido de la revolución, que se expresen allí, y no al revés, y que sean los funcionarios de gobierno por ejemplo o los movimientos administrados desde los ministerios quienes controlen al pueblo… Es al revés.

Entonces, ahora se está presentando una oportunidad fabulosa, porque estamos concurriendo allí a ese espacio del Gran Polo Patriótico. ¿Y cómo se está definiendo? Como decía, entre otras cosas, el compañero Fernando Pinto, y también hicieron alguna referencia a eso los demás ponentes: desde el punto de vista democrático, con participación desde la base, con autonomía, con forma de organización, que no impongan coordinaciones regionales, nacionales, estadales, parroquiales y digan… bueno… estos son los representantes y estos son los que coordinan y se reúnen, y entonces toman las decisiones en nombre de los demás. ¡No! Decimos que surjan desde abajo. Por eso proponemos el mecanismo de las asambleas patrióticas populares, como la que hicimos anoche en Antímano, que tomamos la calles con la gente de la comunidad, con los Consejos Comunales, con los movimientos de allí, con los trabajadores de SIDETUR, de Fama de América… Eso lo hicimos ayer; una asamblea donde no solamente se va a escuchar a un ponente que es el coordinador de tal cosa y que va a presentar cuál es la línea y por donde vamos a ir, sino que todos los participantes levantan la mano, intervienen, exponen sus ideas y además manifiestan su acuerdo o consentimiento mediante la consulta de las propuestas, de la resoluciones que puede tener esa asamblea.

Si construimos eso así desde abajo estaremos desarrollando un proceso constituyente; nuevamente, un proceso constituyente. Y eso viene a significar, entonces, que el Polo Patriótico nos puede servir para impulsar la campaña electoral, pero para que también sea ese espacio de gobernabilidad revolucionaria donde participemos en el diseño de las políticas de gobierno y donde formulemos el programa de lucha popular, para que sea parte del programa de gobierno del Presidente Chávez, ahora, durante este período de tiempo, en el transcurso del 2012 y después del 2012, cuando logremos el triunfo con el Comandante a la cabeza para mantener abierto este proceso revolucionario.
Ahora, para eso también necesitamos otras cosas. Si vamos hacer la revolución en el plano comunicacional no basta con la crítica de los medios, no basta con exponer conceptos y dilucidar los mecanismo de la guerra de IV generación, no basta con impulsar o favorecer que se desarrollen y sigan floreciendo pequeños medios comunitarios y alternativos en comunidades pero en forma atomizada… Aquí ha llegado la hora de que los grandes movimientos sociales del país, movimientos campesinos, movimientos de los trabajadores con sus distintas expresiones y corrientes, con su diversidad, movimientos potentes como los pobladores urbanos que están peleando por la vivienda, los indígenas, los sectores vinculados a la lucha por los derechos de la mujer o por el respeto de los derechos de la diversidad sexual, por mencionar algunos, y los propios medios de comunicación popular, tengan en sus manos grandes instrumentos comunicacionales.

CONATEL hace dos o tres años recuperó… creo que fueron treinta y dos o treinta y cuatro emisoras que estaban en condiciones irregulares en manos del capital privado. Podríamos preguntarnos si ha habido alguna mesa de trabajo para discutir cómo los movimientos sociales agrupados entre sí y con la participación de los trabajadores de la comunicación, de los periodistas, de la gente del sector cultural, académico, deportivo, etc., toman en sus manos esos medios de comunicación, grandes frecuencias de radio de alcance regional, nacional, televisoras.
Quiero mencionar que hubo un conjunto de movimientos sociales con el Frente Nacional de Abogados Bolivarianos a la cabeza, que introdujimos un Recurso de Amparo contra los dueños de Globovisión y de otros medios de comunicación que estuvieron en el golpe de Estado, por violación de derechos humanos, ante el Tribunal Supremo de Justicia, y fue admitido el Recurso. Se convocó la primera Audiencia Constitucional y fue suspendida, y no sabemos que pasó con eso. ¿Acaso es mejor y más importante y nos ubica de una manera conveniente desde el punto de vista táctico, la intervención del Estado, que la intervención de los movimientos sociales asumiendo su iniciativa? Qué argumento puede usar la derecha mediática frente a acciones de los movimientos sociales que dicen: tú estas agrediendo a la sociedad y violando nuestros derechos y nosotros queremos manejar esa televisora, porque tú, el único mérito que tienes, es que eres dueño de un banco, que eres terrateniente o que eres de una familia de ladrones y de especuladores; entonces llegó la hora de que tengamos grandes medios de comunicaciones en manos de los movimientos sociales y de los trabajadores del área de la comunicación. De esa manera nosotros estaríamos dotando de una gran herramienta, de mucha potencia, al Polo Patriótico, para librar esta guerra mediática.

Muchas gracias.-



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