20 de agosto de 2014.- El pasado 12 de agosto Gastón Guisandes (político, editor de medios y comunicador social) presentó una propuesta de Ley de Comunicación Social, ante la Comisión Permanente del Poder Popular y Medios de Comunicación de la Asamblea Nacional.

La propuesta de ley, que contiene 18 artículos y que será discutida en la subcomisión de medios, fue inmediatamente atacada por quienes ven el periodismo como la exgente del petróleo veía la "meritocracia".

¿De qué trata el proyecto? Desde La Plaza habló con su proponente :

-¿Cuál es la principal motivación de la propuesta de Ley?

-A lo largo de mis 50 años de experiencia profesional, como editor de diarios, revistas, conductor de programas de televisión y emisoras de radio; llegué a la conclusión de que había que buscar un instrumento legal que amparara a los comunicadores que no pueden o no están inscritos en el Colegio Nacional de Periodistas (CNP).

Por muchos años hubo quienes ejercieron el periodismo en Venezuela sin que existiera una ley, o sin que existiera un colegio. No por eso puede decirse que no eran periodistas o no estaban calificados para serlo.

Ante la convicción de que es necesaria una ley que ampare a los comunicadores, más allá del colegio de periodistas, me puse a trabajar en una exposición de motivos que abarcara el aspecto conceptual, doctrinario y filosófico de la comunicación y propusimos un texto con 18 artículos, donde se consagra el ejercicio de la libertad de expresión y comunicación, a través del concepto de la vocación profesional.

-Hay quienes dicen que el proyecto va contra el CNP y defienden el gremio, hablando de sus conquistas históricas. El periodista y profesor Earle Herrera, en cambio, expresó: "la realidad ha desbordado al CNP, que hoy no protege, desde el punto de vista gremial, ni siquiera a sus propios afiliados. Hoy los comunicadores de todo tipo están a la buena de Dios" ¿Cuál es su posición?

-Yo creo que nadie debe salir a defender al CNP, porque nadie está atacando al CNP o a los periodistas. Los periodistas tienen un espacio en el espectro comunicacional del país, tienen su ámbito legal y ejercen su actividad colegial sin la más mínima perturbación.

Por mucho que algunos quieran decir que en Venezuela hay cortapisas para la libertad, en mis 50 años de actividad profesional, jamás viví un gobierno que respetara más la libertad de expresión como el actual (1). Así que nadie tiene porque estar atemorizado o preparándose para una batalla que yo, por lo menos, jamás he planteado.

-¿La propuesta que usted presenta acaba ley de ejercicio del periodismo?

-¡¡¡No vale!!!! Los que se tomen el trabajo de leer la propuesta ley y lo hagan de punta a punta, no encontrarán ninguna disposición derogatoria del CNP, ni de la Ley de ejercicio del periodismo.

Cuando se pretende acabar con una ley, en la nueva se coloca un artículo que diga directamente: la promulgación de esta ley deroga la anterior, por ejemplo. Lo que busca la propuesta es que alguien que ejerza la comunicación social sienta que hay una ley que le consagra el ejercicio pleno de la vocación que está desarrollando.

Aprovecho para hacer un comentario. La ley de ejercicio de periodismo es altamente restrictiva y te doy un ejemplo: Si yo mañana egreso de una universidad con el título de Comunicador Social y lo hago como Summa cum laude y no quiero inscribirme en el CNP (que sería un acto meramente administrativo), no puedo ejercer la profesión. Porque la ley dice: tener un título universitario y estar inscrito en el CNP.

-Quienes ya adversan la propuesta de ley reviven un viejo debate de la época del Presidente Hugo Chávez. Cuándo se formaron los medios comunitarios se decía que una persona que no fue a una universidad no podía ser periodista.

-A quienes afirman eso yo les preguntaría por el doctor Arturo Uslar Pietri. Entonces, él ¿No podía ejercer el periodismo porque no fue graduado en Comunicación Social?

¿El doctor Ramón J. Velázquez, expresidente de la república y quien dirigió el diario El Nacional, tampoco podría haberlo hecho porque no era periodista?

El propio Miguel Otero Silva, que lo obligaron los anunciantes venezolanos no sólo a renunciar al periódico sino a irse del país; tampoco fue graduado como Comunicador Social… Te digo más ¿Quién puede decir que el nobel colombiano Gabriel García Márquez (2) (que tampoco fue a una universidad a estudiar comunicación) no estaba calificado para ejercer el periodismo?

Esas son cosas que repugnan a la razón.

-¿Por qué lo atacan a usted personalmente y menos se debate sobre el contenido de la propuesta?

-A mí me encantaría que alguien me diera esa explicación, porque es lo más irracional que he visto. No sólo que no me conocen, más importante aún: ninguno ha leído el proyecto de ley.

Como pueden explicar racionalmente que me ataquen cuando no saben por qué me están atacando. Lo que he visto por la mensajería son pasiones y no razones. Por eso, lo mejor es dejarlos pasar por un lado.

-¿Se puede revertir la forma de hacer comunicación que (a favor o en contra) se instaló en Venezuela desde la presidencia de Hugo Chávez?

-En Venezuela hemos aprendido a manejar la libertad de expresión en toda su dimensión y eso no va a poder quitárnoslo nadie, como si no lo hicieron en el pasado.

Si algo tuvo el presidente Chávez de aporte a la libertad de expresión fue haberla consagrado definitivamente en la constitución como algo inviolable.

Solo criterios muy retrógrados, de quienes viven en la época de trucutú (3) pueden oponerse a la amplísima libertad de expresión que hoy tenemos y que alcanza a las radios y las televisoras comunitarias. Los comunicadores sociales, en cuya fuerza me incluyo, tenemos razones más que suficientes para reconocerle a Hugo Chávez su vocación periodística… ¡Si él fue el comunicador por excelencia!

En conclusión, no hay motivo alguno para sentirse preocupados por la propuesta de ley que estamos haciendo.

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(1) Te doy un ejemplo personal. Durante su gobierno, Jaime Lusinchi (Acción Democrática) ordenó el cierre de mi emisora, que transmitía con 100 kilovatios en antena, por diferencias políticas. Me llamó el ministro de Transporte y Comunicaciones y me dio 5 días para recoger mis cosas. No sólo me cerraron la emisora, sino que se robaron los equipos ¡Hasta una planta generadora de energía! Ya que la entonces Enelven tenía orden del gobierno de no suministrarnos electricidad para transmitir. Ni un solo periodista salió a defendernos.

(2) En diciembre de 1957 se traslada a Caracas, invitado por Plinio Apuleyo Mendoza para colaborar con la revista Momentos. Llega a Venezuela en los últimos días de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, sobre los que García Márquez edita varios artículos después de la fuga del dictador en enero de 1958. Trabajó en las revistas Élite y Venezuela Gráfica. Abandona su colaboración en Momentos, a raíz de la línea editorial de la revista sobre la visita de Richard Nixon a Venezuela.

(3) Trucutú (en inglés Alley Oop) tira cómica creada en 1932 por el caricaturista americano V.T. Hamlin y luego Dave Graue. En Venezuela, en los 80 y 90, la historieta se podía ver en las últimas páginas de la edición dominical del periódico El Universal.