Luigino Bracci Roa: “Solo la verdad puede preservar este proceso revolucionario”

Para el informático y articulista de opinión en las redes sociales, la autocrítica es necesaria dentro de las filas del chavismo, reconocer los errores para enmendarlos. Dijo que hay que empezar a generar nuestra propia tecnología para ahorrar divisas

Para el informático y articulista de opinión en las redes sociales, la autocrítica es necesaria dentro de las filas del chavismo, reconocer los errores para enmendarlos. Dijo que hay que empezar a generar nuestra propia tecnología para ahorrar divisas

Credito: Grace Oria / CiudadCCS

25 abril 2016 - En internet, la llamada súper autopista de la información, de múltiples canales de acceso, como el caraqueño distribuidor La Araña, el usuario @luibrio –epíteto cibernético de Luigino Bracci Roa– tiene una moderada influencia en los seguidores de la red social Twitter.

Para tener más de 40 mil 500 seguidores, en persona, este muchacho de sonrisa dosificada y mirada tímida no tiene las vanidades de un sobresaliente de las redes. Más bien, es una suerte de informático que, aunque en su cotidianidad se mueve entre códigos de redes, se ha acercado a las letras gracias a su naturaleza "ñángara", de izquierda, revolucionaria.

Ese espíritu revolucionario de Luigino se ha sumergido en esa autocrítica que hoy día es muy necesaria para afrontar la crisis actual y los ataques de derecha. También, para 2014, fue un soldado de la Revolución que hizo frente a las campañas que la derecha montó en sus laboratorios para catalogar de autoritario el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Pero Luigino y otros más, desde su trinchera, desmontaron fotografía por fotografía, información por información, lo que se decía en las redes sociales como Twitter, que por su inmediatez pudo ser tan peligrosa, para esos días, como un arma de doble filo.

Esa habilidad, propia de un revolucionario, la adquirió Lubrio desde carajito, cuando estudiaba en el Colegio Rodríguez Paz de Los Ruices, en Caracas. "Yo, sin saberlo, en primaria tuve profesores ñángaras, así como compañeros con padres de izquierda", dijo un Lubrio, que a medida que progresaba la entrevista dejaba atrás su timidez y se empoderaba de la palabra, así como en sus artículos de opinión.

Pero no fue hasta el 28 de marzo de 2001, cuando la toma –por 38 días– de la Sala de Sesiones de la Universidad Central de Venezuela, que dejó de ser un articulista sobre videojuegos para convertirse en un activista revolucionario. La indignación por la manipulación mediática, impulsada por RCTV, para criminalizar a los tomistas que pedían una constituyente universitaria, así como los abusos de las autoridades universitarias, desencadenaron en Lubrio sentimientos de arraigo hacia la causa que buscaba la igualdad de derechos entre los profesores, trabajadores y estudiantes.

"Todos los que cursamos carreras científicas somos muy apolíticos; vemos un rollo político y no nos interesa, pero a mí me llamó muchísimo la atención porque las cosas que decían los muchachos revolucionarios, en aquel momento, era lo que me habían inculcado mis padres y los mismos compañeros de primaria", comentó Lubrio.

—¿De todas las campañas desmontadas, desde tu trinchera en las redes sociales, cuál es la que más recuerdas?

―Hubo casos, por ejemplo, durante las guarimbas, en 2014, que hice buenos trabajos, al igual que mucha gente, para ayudar a desmontar cosas que pasaban, que se decían en las redes que estaban ocurriendo acá, cuando las imágenes pertenecían a otros países. También se requirió de mucho esfuerzo visibilizar lo que estaban haciendo los de la oposición, y que ellos mismos lo publicaban en sitios pagos y uno tenía que tratar de conseguirlos, incluso antes que muchos, porque uno sabía que serían publicados en los periódicos.

—¿Las redes sociales sirvieron de mucho?

―Le sirvieron a ellos para dar a conocer muchas mentiras, pero también nos sirvieron a nosotros, que yo creo que es una de las cosas positivas y valiosas de este socialismo del siglo XXI, que constituyó Hugo Chávez, que tú puedes ver las experiencias de otros países, de otros momentos históricos, incluso de la misma Unión Soviética y China. La respuesta que en todo momento pidió Chávez, y ahora Maduro, es que ellos (la derecha) publican con toda la libertad del mundo, pero nosotros tenemos que responder, un poco en contraste de lo que se ha visto en otros países, con una respuesta represiva, donde se ha dicho: "Ustedes no pueden publicar nada". Una de las características del siglo XXI es que nosotros estamos respondiendo, nosotros damos nuestra versión y la gente escoge el camino.

—En tus escritos has abogado por la autocrítica dentro del chavismo… ¿Crees que es necesaria más autocrítica?

Solo la verdad puede preservar este proceso. Este es un paso que se está dando, aunque no sé si es demasiado tarde, por ejemplo lo que pasó con Cantv satelital, que eliminaron algunos canales internacionales, se hizo sin hacer mucho ruido, esperando que no hubiera reacción, pero la gente se molestó mucho, y yo creo que con razón, pero he visto que ha habido una especie de respuesta para rectificar eso y eso es importante.

Si somos sinceros y hacemos una buena campaña, yo creo que la gente va a entender porque es un momento difícil, no solo para de Venezuela, es un momento difícil a escala mundial. No vayamos a creer que la gente es un montón de inconscientes que se van a arrechar, habrá algunos que sí, y, seguramente, la derecha va a tratar de utilizar los medios y las redes sociales para atacarnos, pero va a haber una gran cantidad de personas que van a agradecer esa sinceridad, el que se expongan las cosas como son. Tenemos problemas graves en lo que es la eficiencia, lo que es el manejo de la corrupción, bueno la corrupción es algo que está dentro de las filas de la derecha, así como en las nuestras, es algo que la gente la ve, que no se puede esconder. A veces en nuestros medios tendemos a esconderlo, tendemos a no hablar de ello, lo mismo con otros problemas graves, como por ejemplo, la delincuencia, que también tendemos a esconderlo y no hablar de ello. Son problemas que tenemos que tratarlos de alguna manera, hay que hacer de verdad periodismo de investigación. Solo la verdad puede preservar este proceso. Nada mejor que ser sincero, si el problema es que hay una caída fuerte del precio del petrolero, que cayó de 120 a 20 dólares, yo creo que eso no hay que esconderlo, es algo que el mismo presidente Maduro lo ha repetido infinidades de veces.

—¿Cómo das respuesta y le haces frente a las acusaciones de la derecha, incluso, antes que el propio Gobierno?

―No voy a decir que soy yo solo, somos varias personas que de alguna forma reaccionamos, tal vez un poco porque lo hacemos de corazón, tal vez porque somos un poquito rebeldes e indisciplinados, y no me pongo a esperar la línea de los jerarcas. Hay compañeros que me dicen que piensan lo mismo que yo, pero prefieren esperar la línea, pero yo no lo hago porque soy indisciplinado.

—¿Quiere decir que la burocracia mata a la insurgencia?

―Suele pasar. Lo que pasa es que yo entiendo que se necesita un poquito de burocracia y un poco de disciplina, pero bien hay que ver que muchas veces el momento no te permite esperar líneas, porque mientras más te tardes, peor es la cuestión. Yo creo que a veces se necesitan las dos cosas

—¿Qué piensas de este tipo de grupo de tuiteros como la llamada #Tropa y @Foro candanga?

―A mí no me gustó mucho cómo se formó la tropa al principio, no me gusta mucho esos esquemas de los rangos ni de las reglas que se ponían de: "Sígueme y te sigo" y todas esas cosas, pero no podemos negar que las etiquetas es una forma de posicionar matrices de opinión que muchas veces la derecha la ha utilizado y la sigue utilizando en este momento. La derecha gasta una cantidad inmensa de recursos porque uno se da cuenta que tienen sus tropas, sus grupos de tuiteros que no sé quién los financia, pero están todo el día pendiente de posicionar etiquetas con matrices de opinión y quedarse uno con los brazos cruzados sin hacer nada tampoco es la idea.

Es importante lo que hacen los diversos grupos de tuiteros. Por ejemplo Foro Candanga me parece que es importante lo que hace, sobre todo uno que los conoce y sabe que la mayoría de ellos son personas normales. con sus trabajos normales, pero que se ponen con el tema de la etiqueta por razones de militancia, para apoyar el proceso revolucionario, no es a un grupo, como lo hace Voluntad Popular, que uno sabe que hay dinero de por medio.

―¿Y las cuentas anónimas, cómo se pueden enfrentar?

―Yo veo más peligrosas las cuentas que no son anónimas, como los Runrunes, Nelson Bocaranda, ese tipo de personas que uno sabe que son movilizadores y que cuando tuitean algo buscan imponer alguna matriz de opinión.

―¿No crees que las redes sociales, en parte, han banalizado el derecho a la información y a la libertad de prensa?

―Claro. Ya cuando caemos en los rumores, en los rumores bajos, digamos que cuando periodistas profesionales empiezan a difundirlo, ya es algo que hiere al periodismo y eso ha sido muy fuerte desde el año 2002 y creo que no ha terminado aún, porque no es solamente relativo a las redes sociales. RCTV en su momento faltaba a todas las formas de ética y banalizaba el derecho a la información de una forma totalmente lamentable.

―¿A qué tuitero lees con detenimiento?

―Hay una señora en Petare, @alidafreitez_tw, que estoy pendiente de lo que dice porque es una persona que vive en un sector popular y para mí es muy valioso. También un profesor mío de la UCV, @esilvaubv.

—¿Qué legado del presidente Hugo Chávez hay que preservar y difundir en las redes sociales?

―La ética. Eso es algo en lo que concuerda todo el mundo. Él jamás hizo algo para enriquecerse a nivel personal, él era una persona que en todo momento tenía su lucha que era por transformar al país, por transformar con nuestra conciencia, por cambiar la injusticia, la desigualdad, la pobreza. Eso es lo fundamental, más en estos momentos que uno ve tal vez algunas personas que recurren al bachaquerismo, que básicamente es una falta de ética.

—Si tuvieras en frente al Presidente Maduro… ¿qué le aconsejarías?

―Primero que nada, yo le daría ánimo, porque sé que el trabajo que está haciendo no es fácil. Es un trabajo que seguramente, tiene sus satisfacciones, pero igualmente tiene sus momentos molestos. Le diría también que busque dentro del chavismo nuevos cuadros. Le diría que apostara por la transparencia, que creo que para ayudar a acabar con la corrupción es necesario ir a algún tipo de sistema o forma que permita que todo el mundo pueda ver qué es lo que se está haciendo en los ministerios, en qué se gasta la plata, qué entra, qué sale. Lo malo es que muchas veces la oposición salta, y uno sabe que ellos son los primeros corruptos en esta vaina y que quieren adueñarse de la bandera de la transparencia, pero más bien es la izquierda, a escala mundial, la que está abogando por gobiernos más transparentes.

Hecho en venezuela

Lubrio es un robusto defensor de la aplicación del software libre en el país, así como de los proyectos de agricultura urbana propuestos por el presidente Nicolás Maduro, pues parte que lo hecho en Venezuela, eliminará la dependencia con las grandes trasnacionales que se valen de la ignorancia tecnológica en Venezuela para vender paquetes de software a precios súper inflados, sin garantizar la seguridad de la información.

"Todas las formas de trabajo comunal son importantes, el enseñarnos a ver las cosas y hacerlas por nosotros mismos. Como se sabe soy defensor del software libre, yo creo que es algo importantísimo. Es parte de un todo, eso no es nada más la computadora. Es esa sentida enseñanza a un niño a sembrar, primero en el vasito de compota, después trasplantarlo en la tierra, ver crecer la matica y de cuidarla hasta que dé frutos, yo creo que son piezas importantísimas que se han ido perdiendo en las ciudades y que no podemos permitir que se pierda", comentó Bracci Roa.

―Chávez hizo un decreto de la aplicación del software libre en la Administración Pública, pero esto quedó en el olvido… ¿Crees que es necesario retomar el tema?

―El decreto no se respeta para nada. Solo está Alba Ciudad porque más nadie quiso migrarse. Creo que es bien importante entender el porqué del tema del software libre y entenderlo en el marco de la situación que tenemos, de una escasez severa de recursos, de divisas. Antes, por ejemplo, con una emisora del Estado se hacía un convenio Cuba-Venezuela y teníamos una emisora de radio súper tecnologizada, gracias a ese convenio y gracias al petróleo. Lo que pasa es que ahora no tenemos tanto petróleo y no tenemos tantos ingresos petroleros; en realidad hay que ponerse las pilas y entender que hay que hacer las cosas nosotros mismos, que debemos aprender. Pero lo que pasa con la dependencia tecnológica es que si se daña algo hay que buscar una empresa que nos cobra 10 mil dólares, por ejemplo, por una reparación. Si agarramos a nuestros técnicos y buscamos aprender nosotros mismos, el día que se dañen las cosas no nos va a costar 10 mil dólares, sino muchísimo menos porque resolveremos en nuestro país.

―Hay algunas instituciones que, tal vez, por cuestiones de seguridad de la información, no podrían migrar, por ejemplo, el Saime y el CNE…

―El tema del software libre más bien es más seguro porque si migraran y se encargaran que nada más los técnicos de ellos sepan cómo funciona su sistema, o sea, los únicos que le metan mano, será mucho más seguro. Por ejemplo, el CNE tiene la base de datos ahorita en Oracle y todos sabemos que es una empresa formada hace 25 años por alguien que trabajaba para la CIA y esto no es desclasificar un documento, es algo que ponen en su página con orgullo: "Nosotros nos iniciamos haciendo la base de datos para la CIA". Lo cuentan con toda la tranquilidad del mundo porque eso para ellos es currículo, que le deja mucho renombre.

Es decir, ahorita con las revelaciones de Edward Snowden (exconsultor tecnológico de la CIA), uno ve que esas mismas empresas, esa misma Oracle, esa misma Microsoft, se encargan de darle al Gobierno estadounidense, cuando se los piden, toda la información que tienen. Con esto uno se da cuenta de que más bien todos los entes nuestros tienen una base de datos vulnerable.

—¿En ese software libre se podrían hacer redes sociales con el mismo impacto de las tradicionales?

―Sí, claro. El software es una de las muchas piezas que tiene que tener esa llamada red social. Para que todos los muchachos usen una red social como esta, en software libre, tiene que haber campañas de mercadeo y hacer un montón de cosas para que guste y eso no depende tanto del software, sino de que sea jovial, chévere y divertido. Depende más de la mente y la actitud de las personas que proponen la red social en software libre.

Con el software libre se tienen muchas ventajas: como que el código fuente sea auditado y todo el mundo lo pueda ver, de que se puedan encontrar errores y sea más fácil encontrarlos. Yo no estaría tan pendiente de software libre en redes sociales. Una red social no solamente va a ser popular por el software libre, sino por muchas cosas.

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Luigino Bracci: Estrecho colaborador y antiguo miembro del equipo editor de Aporrea. Bracci es un celoso defensor del Software Libre y de la libertad de expresión. Sus notas pueden encontrarse en este enlace: www.aporrea.org/autores/luigino



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