Moncloa presiona a Industria para que la Administración pueda cerrar páginas web. El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, se muestra aún más agresivo contra el periodismo independiente que su predecesor, Miguel Barroso. El 27 de diciembre termina el plazo de alegaciones sobre el proyecto de Ley de Impulso de la Sociedad de la Información, según el cual una autoridad administrativa podrá cerrar páginas web sin pasar por el juez. La excusa para este régimen de censura son las páginas de "phishing" o de consejos médicos no autorizados. Todo el sector se opone, menos las "SGAE". El Consejo Asesor de Telecomunicaciones, por unanimidad, exigió a David Cierco que el Ejecutivo dé marcha atrás
El Gobierno Zapatero pretende que cualquier autoridad administrativa,
por ejemplo un concejal, y, desde luego, el Gobierno, pueda cerrar una
página web si en ella concurren determinada circunstancias. En
definitiva, pretende conculcar el principio consuetudinario de las
libertades de expresión y de prensa, consistente en que un medio de
comunicación sólo lo puede cerrar un juez, no ningún Gobierno ni ningún
miembro del Poder Ejecutivo o legislativo, ni ningún ayuntamiento. Para
muchos, este es el ataque más brutal de todo el periodo democrático
contra la libertad de prensa. Cualquier concejal podría vengarse de sus
enemigos políticos cerrando la más poderosa canal de comunicación del
que disponen sus adversarios.
Par ello, el Ejecutivo piensa utilizar la Ley de Impulso de la Sociedad
de la Información, actualmente en tramitación. De hecho, el presidente
de Internautas.org, Víctor Domingo, hombre proveniente de la izquierda,
ha lanzado una campaña contra esta inquietante posibilidad. Nadie,
absolutamente nadie, apoya al Gobierno Zapatero en este empeño, con la
excepción de las entidades de gestión de derechos de autor, es decir,
los intermediarios de la propiedad intelectual, es decir, las SGAE.
Por no apoyarle, no le apoya ni el secretario de Estado de
Telecomunicaciones, Francisco Ros, quien se negó a presidir la última
reunión del Consejo Asesor de Telecomunicaciones, celebrado el pasado
día 1 de diciembre. Dejó en su lugar a David Cierco, director general
para el Desarrollo de la Sociedad de la Información, quien intentó
conseguir un consenso sobre el proyecto entre los componentes de un
Consejo donde se encuentran representados las patronales del sector de
las telecomunicaciones –por ejemplo, ASIMELEC-, las operadoras de
telecos, asociaciones de usuarios, etc. Y en efecto, consiguió el
pretendido consenso : pero en contra. Es más, algunos del so presentes
exigieron que el Ministerio de Industria no emitiera un comunicado
hablando de consenso sobre el proyecto, porque cuestiones como el
cierre administrativo o la exigencia de que sean los proveedores de
Internet quienes controlen los contenidos de sus clientes (el llamado
sistema saudí, dado que la tiranía árabe fue una de las primeras en
implantarlo) o gustan a ni a empresas, ni a sindicatos, ni a patronales
ni a organizaciones de consumidores.
Pero Moncloa presionan a Industria para que la ley se mantenga. El
actual secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, es aún
más agresivo con la prensa independiente de Internet que su predecesor
Miguel Barroso, aquel que intentaba forzar a los grandes anunciantes
para que retiraran sus ‘spots’ de las páginas de Internet críticas con
el Gobierno. Lo primero que hizo Moraleda al llegar a Moncloa fue
suprimir toda la prensa independiente de Internet de la Guía de
Comunicación de Presidencia del Gobierno, verdadero vademécum de la
información en España. La obsesión del Gobierno ZP por controlar la WWW
ha provocado un gran artículo de Enrique Dans que resume la obsesión de
ZP con la prensa electrónica en particular y con Internet en general.
Eso sí, el Gobierno cuenta con el apoyo de los intermediaros de
derechos de autor, es decir, con las SGAE. A la SGAE la libertad le
trae al pairo, pero estas asociaciones se caracterizan por llevar a los
tribunales a todo el mundo. Desde luego, para apretarles las clavijas a
sus víctimas, la decisión administrativa es mucho más ágil, y más
liberticida, que la judicial.
Por cierto, el pasado día 25 se acabó el plazo para acordar la gestión
del canon digital. Las patronales ASIMELEC y AETIC no se han puesto de
acuerdo con las sociedades de gestión para decidir a quiénes y de qué
forma afecta el canon. Total: que será el Gobierno quien decida: ¡Qué
peligro!
Naturalmente, la excusa del Ejecutivo ZP para imponer el cierre
administrativo de la prensa electrónica alude a las páginas de
servicios médicos indocumentados o al famoso "phishing". Pero la verdad
es que no cuela. Eso sí, a día de hoy, Moncloa continua empeñada en
sacar adelante esta barbaridad.