ante la
Organización de los Estados Americanos
Mientras
algunos burócratas diplomáticos invocan todavía un fracasado y complaciente
proyecto de acuerdo sobre la situación en Honduras, con el argumento
de que la solución tiene que ser pacífica para evitar la violencia
y el derramamiento de sangre, la diplomacia venezolana continúa alertando
sobre los crímenes y violaciones de derechos humanos cometidos por
los gorilas hondureños desde el primer día del golpe contra el Presidente
Zelaya por una parte, y por la otra el amordazamiento de los medios
de comunicación y la manipulación de las pantallas y las páginas
para transmitir programas e historias ligeras y novelescas, con el propósito de
ocultar la realidad de la masacre progresiva cometida por el golpista
Micheletti y sus secuaces de uniforme.
Esta mañana en la frontera hondureña-nicaragüense, en el sector El Paraíso donde ayer hubo una fuerte represión contra manifestantes a favor del Presidente Zelaya, apareció el cadáver del joven Pedro Magdiel Muñoz, de 23 años de edad, casado y padre de un niño de un año y luchador social, miembro del frente de la resistencia en Honduras. Su cuerpo presentó múltiples contusiones y 50 heridas de arma blanca como evidentes señales de tortura. Este caso lo informé directamente al Secretario General de la Organización de los Estados Americanos y a la Doctora Luz Patricia Mejía, Presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Crímenes como éste, más la ostensible negligencia diplomática disfrazada de pacifismo hacen inevitable la fórmula invencible de la resistencia popular.