Bueno… Estoy pidiendo mucho,
demasiado. Con ellos no se puede esperar ni siquiera una pizca de
autodeterminación nacional. No hay que ser economista para entender la
reciente medida del Presidente de trasladar al país las reservas en oro,
que se encuentran depositadas en el extranjero. Nunca entendí por qué
teníamos que tener nuestros lingotes fuera del país en lugar de en las
bóvedas del Banco Central.
La
medida tiene especial sentido en estos momentos, cuando los países
primermundistas atraviesan por serias dificultades económicas, pero
sobre todo cuando los distintos imperialismos están demostrando,
internamente con sus ciudadanos y externamente con los pueblos
subdesarrollados, una renovada actitud agresiva, que los lleva a
violentar los derechos humanos de sus pueblos y a robar, como simples
delincuentes, sus riquezas. Recientemente, los depósitos en oro del
pueblo libio fueron asaltados y secuestrados por estos países, a través
de sus organismos financieros, al igual que otros fondos depositados en
bancos extranjeros, actuando con absoluta impunidad y violando normas
básicas internacionales de convivencia.
Pero
para los líderes opositores ultrarreaccionarios y antipatrióticos, y
utilizo este último en forma precisa y no alegremente como lo hace
muchas veces el Gobierno, el oro debe permanecer en manos de Inglaterra,
EEUU y Suiza, pues ellos son mejores custodios. No creo que todos sus
votantes, seguidores y militantes piensen lo mismo y sientan en forma
similar a como se han expresado estos dirigentes, pero muchas veces las
pasiones desenfrenadas no dejan ver con claridad, y el odio cultivado
contra Chávez puede llevar a gente, que quiere a este país, a tomar
posiciones tan aborrecibles como la señalada.
Hay
decisiones que se deben respaldar calurosamente, y la referida es una
de ellas. Eso sí, señor Presidente, los venezolanos patriotas esperamos
que el oro se guarde en Venezuela y no termine su custodia en otros
países. No necesitamos que nadie nos lo cuide.
(*)Ex rector de la UCV