En definitiva Venezuela tiene una oposición que anda pendiente del Presidente Hugo Chávez. Esta gente no tiene ni una cucharadita de cacumen. Cuando el primer mandatario nacional habla y se dirige al país en cadena, critican y cuando no aparece igual empieza la constante y fastidiosa reclamadera nacional.
Y cuando sus pésimas estrategias fracasan, entonces los culpables de las cortinas de humo lanzadas para intentar poner en zozobra al país son dirigidas malévolamente hacia los chavistas.
Si yo fuera opositor nunca se me ocurriría decir la cadena de sandeces y maledicencias que hemos escuchado recientemente en lo que ellos consideran el asalto dado por las redes sociales.
Un esfuerzo esfumado en solo segundos y aplastados por toda la revolución bolivariana. Lo que ha logrado la oposición venezolana es mover la fibra del sentimiento revolucionario, pues lo mas sensible de nuestro pueblo se ha nucleado sin dudar un segundo a favor de un inmenso amor, solidaridad, valentía y civismo que ahora mas que nunca rodea la buena imagen y gestión del primer mandatario nacional.
Comprobándose una vez más que no hay cadena de rumores, chismes e intrigas que logren distraer el avance del proceso bolivariano. La cadena de mentiras se les ha volcado dejándolos mudos, impávidos, ahora andan sin argumentos. Tendrán que retirarse y volver a plagiar una vieja mentira más.
No existe sensatez en la apartida oposición que logre advertirles que al crear los rumores deseando la muerte de un ser humano siempre les devuelta con más fuerza de la que un momento originaron.
Con esto la oposición reconoce como su líder a Chávez, pues no nombran con tanto ahínco a ninguno de sus escuálidos y sobrevivientes candidatos, dedican la mayor parte de su plagiado pensamiento opositor en andar pendientes hasta de los últimos pasos del primer mandatario.
Yo pediría que junto a Chávez permaneciera un lúgubre personaje de estos opositores para que a diario les este informando a sus seguidores de lo que hace el presidente.
Reiteran las malas técnicas y, desde el poder oculto en Washington, se retuercen del dinero enviado. Los dólares peor invertidos han sido en la oposición venezolana, escuálidos reyes de la intriga y de la manipulación mediática.
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