Que pensarán las derechas mas acérrimas del Planeta cuando tienen que ver el perdido actuar de la oposición venezolana. Apreciarán definitivamente que no sirven para nada, no logran concretar una idea seria en contra del gobierno. Enemigos de a gratis de las cosas mas sorprendentemente absurdas, irrisibles, inundados de sandeces y maledicencias, torpes de lo cotidiano y parecidos a aquella serie que me tocaba ver automáticamente al final de cada tarde cuando niño, titulada: Perdidos en el Espacio, donde había un robot que pensaba mejor y hacia razonamientos mas parcos que su incapaz y malévolo creador, quienes a pesar de estar perdidos en otro planeta era insólito como la maldad y soberbia de su creador se imponía antes que un ápice de razón que les permitiera salir de aquel problema.
A pesar de no militar en la derecha no dejo de preguntarme, incluso hasta de preocuparme que podrá sentir la oligarquía colombiana cuando les toca oír y después tener que defender a la irrisible oposición venezolana. Vulgares mercenarios hacedores de negocios y metidos en cualquier guiso. Si tienen que decidir entre delinquir o ganar unas elecciones con una propuesta decente prefieren lo primero, pues nunca aguantan sus ganas de cometer fraude, fechorías y anacronismos propios de su indecente política ya que toditos han sido formados como los lideres de la trampa y de la mentira partidista de sus resquebrajadas instancias desde donde se dedicaban a hacer negocio con sus partidos políticos.
La oposición venezolana no puede mantener por una hora un ápice de razón menos competir en cualquier escenario electoral donde no intenten la fraudulencia, esto, sobre todo, si es entre ellos mismos, a lo interno para imponer a sus representantes de siempre. Jamás se había visto en ninguna parte del Mundo que una oposición se hiciera tanto daño entre si, como el que se infringen a diario en Venezuela con sus vulgares ataques entre unos contra otros por un retazo de poder
Debemos reconocer que esta es una oposición de lo torpe, de lo imposible, en definitiva son irrepetibles, debieran estar montados en los Records Guiness o ser mostrados como payasos en cualquiera de los circos que recorren a diario la geografía nacional o incluso internacional.
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