Causa estupor e indignación escuchar la insistencia permanente de voceros de la oposición venezolana que, según ellos, no se está informando sobre la salud del presidente, que no es serio ni responsable dar a conocer el estado de salud del presidente, que el país ya no resiste que siga en secreto la salud del presidente y hasta han llegado a decir que se está escondiendo la verdadera situación de la salud de Chávez. Luego hablan que ellos están preocupados por la situación del presidente y que no se prestarán para correr rumores sobre la salud del mandatario nacional. Ante tanta insistencia hay que señalar lo siguiente:
Si mal no recuerdo, las actuales autoridades: Vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, Presidente de la Asamblea Nacional y el Ministro de Comunicación e Información, han hecho 27 boletines para informar al país sobre la salud del Presidente. Sí se ha informado.
Cuando los voceros de la oposición insisten en la idea de que no se informa seria y suficientemente al país, lo que buscan es generar más dudas e incertidumbre en algunos sectores; sobre todo, aquellos que construyen verdades a partir de lo que dicen los medios de comunicación. En la medida en que se generen más dudas e incertidumbre, es menos creíble lo que informe el gobierno y, por esta vía, el pueblo podría llegar a la conclusión de que en verdad el gobierno no está informando verazmente. Profundizando la duda y la incertidumbre en la gente y, particularmente en su gente, lo que buscan es que gruesos sectores de la población piensen que el Presidente está muerto, en un estado de coma, o en una situación de salud irreversible. Una matriz de opinión de esta naturaleza les permitiría a ellos tratar de justificar, sobre este supuesto falso, la FALTA ABSOLUTA DEL PRESIDENTE si el 10 de enero el Presidente no puede asumir la continuidad de su mandato. Para ello se pudieran apoyar en el Artículo 233: “Serán faltas absolutas del Presidente o Presidenta de la República: la muerte, su renuncia, la destitución decretada por sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, la incapacidad física o mental permanente certificada por una junta médica designada por el Tribunal Supremo de Justicia y con aprobación de la Asamblea Nacional, el abandono del cargo, declarado éste por la Asamblea Nacional, así como la revocatoria popular de su mandato.
Cuando se produzca la falta absoluta del Presidente electo o Presidenta electa antes de tomar posesión, se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los treinta días consecutivos siguientes. Mientras se elige y toma posesión el nuevo Presidente o Presidenta, se encargará de la Presidencia de la República el Presidente o Presidenta de la Asamblea Nacional.
Cuando se produzca la falta absoluta del Presidente o Presidenta de la República durante los primeros cuatro años del período constitucional, se procederá a una nueva elección universal y directa dentro de los treinta días consecutivos siguientes. Mientras se elige y toma posesión el nuevo Presidente o Presidenta, se encargará de la Presidencia de la República el Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva.
En los casos anteriores, el nuevo Presidente o Presidenta completará el período constitucional correspondiente.
Si la falta absoluta se produce durante los últimos dos años del período constitucional, el Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva asumirá la Presidencia de la República hasta completar el mismo”.
En este escenario pudieran movilizar una base social combinada con acciones violentas, para tratar de desestabilizar el país, generar una situación de ingobernabilidad y, en ese marco, llamar a nuevas elecciones. Estas acciones tendrían eco mundial porque serían difundidas como un vacío de poder por las transnacionales de la manipulación, los gobiernos de derecha del mundo y por los imperialismos.
Cierto es que este argumento no tiene asidero legal porque el artículo 231 de la Constitución de 1999 es claro, preciso y categórico. Artículo 231: “El candidato elegido o candidata elegida tomará posesión del cargo de Presidente o Presidenta de la República el diez de enero del primer año de su período constitucional, mediante juramento ante la Asamblea Nacional. Si por cualquier motivo sobrevenido el Presidente o Presidenta de la República no pudiese tomar posesión ante la Asamblea Nacional, lo hará ante el Tribunal Supremo de Justicia”. Además, la Constitución no precisa tiempo para que el Presidente asuma ante el TSJ; por lo tanto queda abierta esta posibilidad que puede ser de días, semanas o meses.
Sin embargo, no basta con conformarse con que el argumento de la oposición no tenga legalidad. En política lo fundamental es que las ideas tengan legitimidad. Y esto se lo da la fuerza que se pueda aglutinar en torno a dichas ideas. Y las fuerzas a las ideas se las da el pueblo movilizado multilateralmente en todo los rincones del país. Es la voluntad del soberano lo que, en última instancia, debe predominar y no las apetencias de grupos. En este caso, lo que no se debe perder de vista es que se trata de una vulgar y canallesca manipulación de la oposición para “justificar” una posición política que les abra la posibilidad de asaltar el poder. Ese es su propósito. Quieren el poder para seguir expoliando a Venezuela en alianza con la burguesía internacional; para convertirla en la hacienda particular como la tenían en la Cuarta República. La oposición lo que quiere es dar un golpe de Estado institucional a partir de maniobras políticas e interpretaciones torcidas de la Constitución, para salir de Chávez. Pero se equivocan Chávez dejó de ser Chávez hace tiempo. Chávez son los miles de hombres y mujeres de este país, del continente y del mundo que se oponen a las políticas inhumanas que el capitalismo viene aplicando en todos los continentes. Y ante cualquier pretensión de asalto palaciego el pueblo sabrá responder como el pasado 13 de abril del 2002.
Es normal que la oposición aspire regresar al poder; pero lo que si no es justo y hay que rechazar categóricamente, es el chantaje que quieren aplicar al gobierno nacional y la manipulación que hacen de la conciencia del pueblo venezolano para generar desasosiego, dudas e incertidumbres en torno a la salud del Presidente. Ellos lo que quieren escuchar es que el Presidente falleció, para alcanzar quizás el mejor orgasmo de su vida, para saciar su odio acumulado; para canalizar sus frustraciones ante la pérdida de sus privilegios y el éxito de un Proyecto que jamás pensaron funcionaría; y satisfacer su morbo sádico. Por un tipo de enfermedad de necrofilia es que no satisfacen su sed de muerte. Insisto, primera vez que un colectivo político le desea la muerte a un ser humano para trepar al poder. Así han actuado siempre; pasando por sobre el cadáver de quién sea para encaramarse en el poder. El capital no conoce de lo humano; promueve y practica la cultura de la muerte para alcanzar sus objetivos.
Estamos en presencia de una ultraderecha que no tiene el más mínimo respeto por la vida humana; de seres elementales; miserables de baja ralea, pusilánimes, que venden su alma al diablo, y le lamen las patas a sus amos, si es necesario, para alzarse con el poder. Esa es una sub-cultura de hacer política. Este atajo de báquiros vampirescos sedientos de sangre, están descalificados para gobernar este país. El pueblo venezolano es un pueblo muy inteligente, valiente, honorable y digno, entre otras cosas, para dejarse gobernar por seres inhumanos. Estas osadías tarde o temprano se les volverán en su contra.
Hoy más que nunca es necesario mantener la unidad de los revolucionarios y la movilización permanente del pueblo; garantizar una información al día en torno a la salud del presidente que le quite el espacio a la oposición; es imprescindible la unidad política y la cohesión interna entre los cuadros que dirigen el gobierno. No hay espacios para intereses subalternos. Tenemos que privilegiar los supremos intereses del pueblo y de la revolución por sobre cualquier otro. No olviden que en la calle también hay revolucionarios y revolucionarias tan preocupadas como Uds. y dispuestas a dar todo por preservar este proceso que ya no es de nosotros es de todos los pueblos del mundo que luchan por salvarse y salvar el planeta del capitalismo.
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