Oposición inhumana

Como nos decía aquel famoso filósofo del Zulia: “no podemos pedirle peras al horno,” o como nos enseña la moraleja de la famosa fabula del alacrán y el sapo, a la oposición apátrida no le podemos pedir lo que no es, ni quiere ni sabe ni puede ser. Valerse y aprovecharse de una persona que padece una de las enfermedades mas crueles de la naturaleza como lo es el cáncer para conspirar, es un acto de cobardía. Recordemos que en un principio Leopoldo Castillo decía por TV que eso era un paro de Chávez y de Fidel (quien lo diagnosticó) para buscar votos y ahora esos partos de la lengua se les revierten como un bumerán a él y a su esposa como paradojas de la vida los dos sufren de cáncer. Estos ardides lo utiliza la vanguardia de la oposición para tratar de desestabilizar un país que está funcionando normalmente, puesto que no hay cambio de gobierno y por lo tanto no hay ni convulsión social ni nuevos actores en el poder del gobierno.

Sabemos que el imperialismo y especialmente el estadounidense no tiene escrúpulos conspira en todo el planeta contra gobiernos progresista y en la única parte que no dan golpes de Estado es en su propio territorio puesto que no existe embajada estadounidense, sin embargo asesinan a presidentes y de esto hay varios casos y sin resolver por cierto.

La juramentación es un acto litúrgico, es decir idealista que no es vinculante, yo en lo personal no creo en juramentos. En la constitución está establecido el juramento, pero para nada dice que si no se juramenta un presidente deja de serlo, además también dice que lo puede hacer ante el TSJ y tampoco dice el plazo, donde, como, por que, para que, ni como jurar. Recordemos que Chávez juró sin querer prácticamente ante una “moribunda constitución” en la que no creía y ya nuestra constitución o está pidiendo constituyente o por lo menos reforma, porque, para nada aparecen algunas cosas allí que la revolución ya rebasó y, porque, cuando esta se hizo el proceso era un bebe infiltrado hasta los tuétanos por la derecha que luego se descubrieron y se quedaron en las riveras del torrente revolucionario.

Tener honor y actos de caballerosidad pertenece al feudalismo, pero por lo menos practiquen las consignas de la revolución burguesa la cual defienden subrepticiamente: Igualdad, fraternidad y libertad. No sean crueles con el dolor ajeno, que esto, hasta a sus mismos simpatizantes les parecen actos bajos y asquerosos.

“No tengo enemigos cuando estos están en desgracia”

Víctor Hugo


eduardoserrano5@hotmail.com


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