El “señor” de El Nacional

Miguel Henrique Otero no supera su resentimiento clasista hacia Nicolás Maduro, ni las derrotas electorales que este le ha propinado a su desangelado candidato. Capriles, por lo menos, “drena” su barranco con una súbita barba que oculta ojeras y aflicciones. En su editorial de este 9 de enero, El Nacional abre con una frase que dicta la envidia y el rencor: “El señor Maduro”, y rumia sobre lo que llama “el irregular ascenso de Maduro al cargo que ostenta” (para los que no lo sepan, el cargo que ostenta Maduro es el de Presidente de la República Bolivariana de Venezuela). Los cagatintas que le escriben esos editoriales –¡ay, si los conocemos!- la adulación los ha enseñado a leer la miserias del alma de Otero Castillo y a transcribirlas textualmente con baba indeleble. Pero ese periódico derechista que desconoce al Presidente de la República con su masticado “señor Maduro”, y lo acusa de “ascenso irregular”, ha publicado varios remitidos en el que se dirige, muy respetuosamente –¡vaya!-, a uno de los altos funcionarios del gobierno de Maduro. ¿Por qué tanto respeto, reconocimiento y babosidad hacia el chino Khan?

Penitencia de por vida

La actriz que por ir al “Pregón Navideño” fue blanco de todos los insultos y descalificaciones por parte de los más recalcitrantes opositores, se vio obligada a publicar por esos días un comunicado en el que, para que no crean que “saltó la talanquera”, dice que no sabía que “ese señor estaba allí”. Pues bien, “ese señor que estaba allí” en compañía de su esposa, era y es el Presidente de la República, Nicolás Maduro. Pero a esta excelente y destacada artista la entendemos. La derecha no perdona, tanto, que en el acto por la muerte de la ex Miss Mónica Spear, volvió a recordar el incidente del “Pregón Navideño” y a repetir que no había saltado ninguna talanquera, cuestión que nada tenía que ver con el momento. Pero, repito, la entendemos. El fascismo borbónico ni olvida ni perdona, así uno se pase la vida llamando “ese señor” al Presidente Constitucional de la República.


El Papa sí está claro

El Papa Francisco acaba de eliminar el título de Monseñor en la iglesia católica. La razón que da (“para acabar con el clasismo”) estrujó dulcemente mi irredento corazón de ñángara. Aunque la cosa no sea retroactiva, les baja los humos a los Porras, Lucker, Urosa y otros prelados que han de ser o deberían ser tocados por la humildad papal. Ahora los llamaremos “señor Urosa”, “señor Porras” o “señor Lucker”. Igualito como la derecha llama al presidente Maduro, pero sin el resentimiento clasista que espumea.







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Earle Herrera

Profesor de Comunicación Social en la UCV y diputado a la Asamblea Nacional por el PSUV. Destacado como cuentista y poeta. Galardonado en cuatro ocasiones con el Premio Nacional de Periodismo, así como el Premio Municipal de Literatura del Distrito Federal (mención Poesía) y el Premio Conac de Narrativa. Conductor del programa de TV "El Kisoco Veráz".

 earlejh@hotmail.com

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