Lucha de Clases

Hoy se enfrentan mis calles ¿En lucha fratricida? es un decir falaz… Tal parece que un bando vendió sus hermandades al Imperio. El oro verde les da más que un hermano.

Disfrazan su agonía porque sus ricas cunas los llenó de vacío y ahora sumidos en rabiosa anarquía hacen turismo de aventura quemando sus grandes montones de basura, símbolo principal de su capitalismo.

Gritan rabiosos sus carencias y no les falta nada o, perdón, todo les falta en este mundo porque nada los sacia. De pan, azúcar y harina refinada están repletos hasta detrás de las pocetas porque un vecino les vendió… de lo que acaparaba.

Dan alaridos contra “La Dictadura”; aquella que los deja robar, gritar, gemir, insultar, faltar, atropellar vejar, matar, acaparar… viajar…Y ante nuestros extraños, difamar, desdibujar la patria que no tienen y hasta pegarle a su mamá si se mete a “chavista”.

Tristes aquellos que luchan por “blanquearse” y desdibujan todos sus valores; aquellos que con o sin sotana dan ¡Hurras! a la muerte y piden libertad del asesino…Que cierran un ojo y los dos ojos cuando un disparo atraviesa pulmones inocentes y luego con cinismo, pero del más egocéntrico cinismo… Con un cinismo que solo puede tener un Presidente Norteamericano, publican en su página de twitter que las autoridades han sido “represivas”; que estos muchachos que mataron a veinte, quemaron un cerro de autobuses, rompieron todas las ventanas, arrancaron los árboles de cuajo para hacer sus hogueras y jugar a los indios… Que aquellos que cobraban un arma y un fajo de billetes por sembrar el terror ¡Son Simples Estudiantes! Que viven sometidos por esta “dictadura”

Ahora somos famosos… así como Shakira… Porque con cuatro cuadras que quemamos somos la primera página del mundo; nuestra candela vende la grande prensa y la prensa vende nuestra candela. Mejor pacto, ¡ninguno!

Al final de este juego que quieren sabotearnos con “La Paz”, quedarán las heridas. Tras unas cuantas innecesarias muertes, tras unos cuantos muchachos con ¡Condena a 30 años!, tras el agotamiento de “contratos” de mercenarios crueles que en cualquier parte del mundo, USA les da trabajo, tras el agotamiento del mugre que no recogieron los alcaldes, tras el intenso tráfico de fotos trucadas y mentiras por redes “insaciables”, nueva fuente de orgasmos terroristas, tras la amenaza de un cambio de gobierno que no le sirve a nadie... tras ese intento que nadie en sus cabales pudiera creer que iba a triunfar… nos queda: el humo... Las heridas sociales… Carencias aumentadas... Familias separadas… Desconfianza y rencor en nuestras amistades…

Pero sigo esperando; aunque no me hago grandes ilusiones, que aprendamos… ¡POR DIOS!... QUE APRENDAMOS.




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José Claudio Laya Mimó

Profesor Universitario

 joseclaudiolaya@hotmail.com

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