En el juego político, económico y social, los bolivarianos debemos ser autocríticos, en reconocer nuestra Baja Tasa Psicológica de Descuento en el Tiempo, que significa la tendencia a ver los problemas del futuro, más pequeños de lo que realmente son, logrando advertirlos con claridad tardíamente, cuando tales problemas se hacen casi ingobernables; decía el Maestros Matus, que es como si la realidad, la percibimos a través de un telescopio invertido; tal situación ha ocurrido con la escalada terrorista en Venezuela, se inició el 6 de febrero en el Táchira, pero su preparación lleva varios años, y un mes con 17 días después de esta fase, siguen cayendo venezolanos; estamos en la fase inicial, característica de los planes imperiales del Departamento de Estado Norteamericano y las burguesías nacionales antes de intervenir directa o encubiertamente los estados soberanos para aplastar las fuerzas emancipadoras de los pueblos.
A la fecha, 33 decesos, decenas de instituciones destruidas, universidades incendiadas, vehículos militares y de otras instituciones quemados, cientos de heridos y detenidos entre civiles y militares; mientras esto ocurre, la derecha agrupada en la MUD, permanece en silencio y al acecho, esperando el momento de un gran acontecimiento que les facilite tener entre sus garras el poder en el país, para luego destruir todas la conquistas al alcance de las grandes mayorías, principalmente de los más desposeídos que habían sido invisibilidades en la cuarta república.
¿Cuál es el antídoto ante esta primera fase terrorista en desarrollo?
Ante el avance progresivo de la inyección de odio, miedo y la mentira de la mayoría de los medios de comunicación de la burguesía, conjuntamente con las redes sociales, como canales para la instrumentación de las operaciones psicológicas; el paramilitarismo y el quintacolumnismo al interior del proceso revolucionario, se imponen tres estrategias básicas: la defensa del estado y del pueblo a través de la inteligencia, contrainteligencias y las armas de la república, la aplicación de la justicia y la movilización estratégica del poder popular; todas estas estrategias en curso y con buen pie, deben profundizarse y explicarse con una acertada estrategia comunicacional a nivel local, regional, nacional e internacional.
Paralelamente, para garantizar el éxito de estas estrategias, como una condición necesaria y suficiente se debe resolver aunque sea de manera progresiva y con victorias tempranas la crisis económica (inflación, escasez, desabastecimiento de alimentos, medicinas y repuestos de vehículos, el anclaje cambiario, inseguridad, reservas operativas, burocracia y corrupción); y esto debe acometerse en tiempo comprimido, antes que el terrorismo, desde su frente “democrático”(MUD y sus aliados nacionales e internacionales), logre contaminar al resto de la sociedad y empiecen a ver el terrorismo que se oculta como protestas pacíficas, como una opción para salir del Presidente Maduro.
La movilización estratégica debe apuntar a preservar y consolidar aquellas áreas territoriales de los estados donde no ha tenido éxito la guarimba, pero que pueden ser contaminadas a partir del discurso sobre la crisis económica; y una vez consolidadas estas áreas, e iniciadas medidas certeras sobre los aspectos más sensibles de la crisis económica, entonces proseguir con la estrategia fundamental que antes no realizamos para evitar lo que hoy tenemos, me refiero a la necesidad de organizar, politizar e ideologizar a nuestro pueblo, solo la conciencia del pueblo y el accionar con marco político e ideológico anti imperialista de un gobierno revolucionario podrá detener cualquier zarpazo imperial, conjuntamente con sus aliados nacionales e internacionales.
Sin en cada estado logramos consolidar y unir nuestras fuerzas, entonces estaremos en capacidad de aplicar una operación tenaza a aquellos municipios en manos de alcaldes y alcaldesas opositoras que se han constituido en bases de apoyo político, logístico y militar de la guarimba y el terrorismo.
