Otra telenovela

Todo un homenaje a la falsedad. Por ello van por un camino que pretende imponer un orden y crear una nueva la realidad. Para lograrlo cuentan con el recurso de la ficción que ensaya darle fuero mediático a una nueva simbología.

El esquema es sencillo, utilizan muchas imágenes para tratar de mostrar como héroes a un grupo de jóvenes.

En tanto figurantes, pretenden suplantar las dificultades que tienen con sus materias, para andar por el caminos de los extra créditos y apelan a recurso del plus-valor curricular de la violencia como practica. En ese camino se afilian a la potencia macabra del caucho quemado. Medida distractora para evitar tener que vérselas con la severidad de los exámenes. Tema en el cual su éxito, a lo mejor, no está totalmente asegurado.

En este ensayo piloto que es Chacao, transmutan, según leemos en los medios, a los violentos de la guarimbas en mitos y héroes de la resistencia y sus acciones vandálicas pintan cómo actos históricos, del parte aguas de la quinta República.

Quizás en los esquemas secretos de quienes dirigen su proyecto político, tal vez, los estén preparando como generación sustitutos de los momios de la MUD en la pobre dirección política de la oposición.

Por principio estoy del lado de los estudiantes. Pero no comparto en nada quienes de ellos se disfrazan algunos de ellos que ejercen a su nombre la barbarie y la violencia.

En esta quimera los pintan como íconos-paladines; o, como figuras del reparto en esta nueva telenovela: “De la guarimba a la Asamblea, ya..”

La imagología los vende ya, como marcas y objeto del branding sin identificarlos por su apellido. Los empaquetan como marca personal. Este es un concepto de propaganda consistente en considerar a cada héroe como una marca. Igual que las estampas comerciales, elaboradas, transmitidas y protegidas, con ánimo de diferenciarlos y conseguir mayor éxito en el proceso de sus relaciones sociales, profesionales y políticas.

Para lograrlo, los hacen figuras de los papeles protagónicos en esta telenovela de ultra ficción. Así trastocan en melodrama la acción política de quienes se proponen, -en este carrusel psicótico-, lograr por la fuerza del golpe tomar el poder; los roles secundarios de la pieza, quedaran en manos de doñitas dislocadas de Chacao.

A esta altura del plan del golpe, es lógico y obligado, preguntarse en cual catecismo de la democracia aparece descrito este proceder de impulsar por la vía rápida y con sazonado de extremismo, lograr una transición de gobierno sin que medie votación popular.

Es evidente que al origen de la estrategia de la violencia actual yace la idea de hacer un nuevo gobierno con equipo de actores noveles. Evidente que la selección de esta batería proviene de herederos de las grandes familias de caciques del Valle. Su idea es que sus engendros ocupen -por la vía de perversas maniobras anti cívicas- los espacios políticos que sus padres no pudieron lograr por la vía democrática del voto.

Sus ductores se valen de estos ángeles que no saben ni para qué tienen las alas; y crean, ejercito de seres en extravío existencial y en estado piromaníaco. Que buscan crear una nueva especie humana, eso si, con dinero suficiente para mantener a su lado a sus nuevos hermanos de esa milicia que posee una sola pieza inteligente en su idiotizado devenir fundamentan en su libro de consulta: Como organizar una guarimba.

Para quienes dirigen el Plan es fácil manejar esas entidades que viven de la compulsión que contraen de autofotografiarse y autofacebookiarse y autocolgarse y autoenviarse y autoalabarse y autolinkiarse, con desmedido frenesí y poca reflexión y así lograr la virtud de la ubicuidad, pero, sin conectarse con ninguna referencia toponímica.

Viven si, para rendir material a la prensa internacional que impone una nueva construcción discursiva sobre la realidad venezolana: y consiste en tratarla antropológicamente como si estuviera afectada de un ímpetu incurable adonde todo debe devastarse, quemarse: seres humanos, universidades, partidos, cines, buses, metro, tendidos eléctricos, bosques, bibliotecas, árboles, monumentos, todos los edificios que estiman presencia del Estado y hasta seres humanos que representen su opuesto político. Un caos.

Lo que estimo, que a lo mejor ellos no saben, es que sin partido político alguno jamás tendrán presencia ni poder político real. Estos héroes son buenos para agitar y quemar pero jamás para lograr mando, en varios momentos, de nuestra vida, esta historia se ha repetido, en 1958, actuamos en la caída del régimen y luego fuimos descartados sin respeto ninguno. Igual observé, como en Francia del Mayo 1968 la violencia y las barricadas, hicieron gran bulla y presencia; pero, este sueño de poder duró 10 días, resultado: ningún. El único personaje que logró permanencia en el tiempo fue Daniel Cohn-Bendit, y eso, por que fundó un partido político.

¿De quien será el beneficio de cuanto Uds. llevan a la candela en la calle?. Obvio, de los momios de la MUD. Algunos, tal vez ocupen algún puesto en la Asamblea o en un Municipio, depende cuanto cabeceen y entreguen de si en el camino.

Síntesis: los muestran como héroes, pero, siempre dicen estar en contra del espacio que Uds. crearon como fuente de poder, la guarimba.

Mientras sigue la telenovela, continúan quemando, y el gobierno se mantiene en su puesto. Ellos en interinato de vacío, esperan la llegada de un ángel que por fin cure a Venezuela de una supuesta enfermedad que nadie diagnostica con precisión.










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Tulio Monsalve


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